Universidad de Lima

El 20 de febrero, tuvimos como expositora en el webinar organizado por el Centro Integral de Educación Continua (CIEC) a María Luisa Navarro Sobrevilla, quien explicó cómo enfrentar las barreras y los obstáculos en la implementación de un sistema integrado de gestión, bajo las nuevas exigencias de las versiones vigentes de las normas técnicas ISO (Organización Internacional para la Normalización). 

María Luisa se ha desempeñado como gerente técnica de la Oficina de Certificaciones de Bureau Veritas en el Perú, y actualmente es gerente general de International Marketing & Management Advisors (IMMA), empresa consultora en gestión estratégica. También es docente del PEC “Estrategias de los sistemas integrados de gestión: calidad, ambiente, seguridad y salud ocupacional”.

Sobre la base de su experiencia, dio algunas pautas de cómo manejar ciertas situaciones en el momento de enfrentar estos problemas. Además, hizo recomendaciones según el área de trabajo de los cibernautas conectados en ese momento.

La información brindada es de gran importancia, toda vez que este año se espera la publicación, para marzo, de la primera versión de la ISO 45001, de modo que en septiembre queden sin efecto todas las certificaciones emitidas con las versiones antiguas de las normas ISO 9001 e ISO 14001. María Luisa dijo:

“Definitivamente, es un reto permanente tener un sistema integrado de gestión, implementarlo y sobre todo mantenerlo, y hay diversas situaciones que se nos van a ir presentando a lo largo de estas dinámicas. Un modelo de gestión tiene que poder adaptarse al estadio en el que se encuentra la organización, de manera que pueda impulsarla y ser un buen soporte, para que la empresa se mantenga en el tiempo”.

Para la ponente, existen cuatro estadios por los que pasa todo sistema integrado de gestión, los cuales implican una madurez gradual del mismo: una etapa del “nadie”, en la que ninguna persona se involucra con el sistema de gestión; otra del “ellos”, en la cual el trabajo se responsabiliza a otros; la del “yo”, en que el trabajador siente que forma parte del trabajo de gestión, pero de manera individual; y la del “nosotros”, que es la idónea, en la que no solo estamos comprometidos, sino que buscamos involucrar al resto de los miembros de la organización.