Ignorar, resistir, capitalizar: mensajes presidenciales en tiempos de pandemia

Autor(es): 
Kate O’Connor Farfán

Miembro del Grupo de Investigación Semiótica del IDIC y del Taller de Sociosemiótica de Lima
Perfil en el CRIS Ulima

2021 / 02 / 15

El primer anuncio oficial del Gobierno chino en el que aceptaba la existencia de un nuevo coronavirus en su territorio se dio a conocer a la comunidad internacional el 31 de diciembre de 2019. Se trataba de un virus que, en menos de dos meses, y con el nombre de COVID-19, se diseminó con alarmante rapidez alrededor del mundo. Tal circunstancia forzó a los gobiernos de los países afectados no únicamente a tomar conciencia, esforzarse por comprender el fenómeno e intentar ejecutar acciones de prevención y control, sino también a desarrollar estrategias de comunicación que permitieran insertar a la pandemia dentro de las narrativas que ellos ya articulaban, de cara a la población, en torno a sí mismos, a la situación específica de sus países, a sus enemigos, entre otras. La comunicación política, como es sabido, involucra un esfuerzo que consigue trascender lo informativo, en especial en contextos de crisis, pues el lenguaje es capaz de influir en nuestra percepción de la realidad. La realidad misma, debe comprenderse, es distinta de la realidad modelada como constructo del discurso.

Múltiples estudios se han centrado en la actualidad en evaluar la eficiencia o la ineficiencia de las medidas adoptadas por gobiernos distintos en los ámbitos político, económico y sanitario. Sin embargo, es importante precisar también el valor de aquellas investigaciones que sitúan la mirada en el territorio del lenguaje y analizan las características de los mensajes articulados por presidentes y altos funcionarios en alusión a la COVID-19, en especial teniendo en cuenta la estrecha relación que existe entre discurso y poder. Foucault (1990) concedió al primero tanto un valor instrumental —por su rol como generador y transmisor de poder— como la condición de ser su efecto (p. 101). A decir verdad, los actores sociales ocupan posiciones diferenciadas dentro de los discursos constituyentes del tejido de una sociedad (Laclau y Mouffe, 2001 [1985], p. xiii), pues se construyen y reconstruyen dentro de ellos, lo que permite el surgimiento de imaginarios e intentos diversos para perfilar imágenes de realidad que podrían corresponder más o menos con la realidad misma. Desde una perspectiva semiótica, es oportuno establecer que la realidad requiere identificarse como un nivel diferente de aquel correspondiente a las imágenes que el discurso permite perfilar sobre ella. O, en otras palabras, diferenciarla del nivel que corresponde a los signos y lenguajes (Blanco, 1989).

Por otra parte, es trascendental señalar que la noción de legitimidad, indispensable para reflexionar en torno a las de liderazgo, democracia y política, da la impresión de estar atravesando una crisis propia muy severa en el período actual. Se trataría de una crisis aún más profunda que aquella reconocida por Habermas (1988 [1973/1976]) tras reflexionar acerca de las posibilidades ofrecidas por los tres tipos de ejercicio de autoridad legítima concebidos por Weber. Una de las críticas habituales a la tipología clásica, señala Grafstein (1981, p. 456), es que, pese a operar como un modelo dominante en investigaciones sobre legitimidad, habría distorsionado la base del concepto, pues en lugar de involucrar la evaluación práctica del desempeño y las características de un régimen —es decir, su ser—, pasaría a designar el creer de los ciudadanos sobre lo que un régimen es. No obstante, adentrarnos en el territorio del discurso y su análisis implica retomar el interés en el mismo aspecto por el cual Weber recibió esos cuestionamientos. La legitimidad de los actores políticos puede vincularse, entre otras cosas, al creer, pero más importante aún, al querer creer y poder creer de la población, ya que son las impresiones subjetivas de estos, y su competencia para formarlas, otra arista crucial en el análisis.

La Organización Mundial de la Salud confirió al virus el estatus de pandemia el 11 de marzo de 2020. No obstante, para entonces, una gran cantidad de países ya se había visto afectada por el virus y sus presidentes desarrollaban mensajes cuyas características hacían factible identificar fases y contrastar usos del lenguaje y estrategias. Las fases en cuestión permitirían, así, clasificar y examinar los mensajes presidenciales surgidos durante el 2020 y, potencialmente, ser útiles también para estudiar aquellos emitidos desde el 2021 hasta el final de sus respectivos mandatos. Se tomará como ejemplo a algunos países de la región de América Latina y el Caribe: México, Perú y Brasil. Sin embargo, ello no niega que los hallazgos perfilados tras su comparación puedan alcanzar también a explicar realidades correspondientes a otras latitudes.

En primera instancia, es necesario identificar una prefase, no una fase en pleno derecho, pues remite al período de omisión del virus dentro de los mensajes construidos por mandatarios y altos funcionarios durante los primeros días y semanas del 2020; una situación que delató la falta de importancia que se confirió entonces a un virus experimentado todavía como muy distante, ubicado en un “allá asiático”, que contrastó con la atención que sí fue brindada a otros temas. Esta prefase, por tanto, se caracterizó por la ausencia de declaraciones directas e indirectas, un “vacío” que fue parcialmente atendido por la prensa pero que, a su vez, conseguía significar. En segundo lugar, se perfiló una fase germinal en la cual aparecieron finalmente mensajes en alusión al virus, todavía indirectos, que remitían a la necesidad de tomar una decisión crucial, la misma que con el paso del tiempo se tornaba imperativa y que puede condensarse en la siguiente interrogante: ¿cuándo y cuánto dejar de ignorar e introducir la temática de la COVID-19 dentro de los mensajes oficiales pronunciados por los presidentes? Es en ella donde se consigue poner de manifiesto la importancia de iniciar un primer viraje hacia el embrague progresivo del virus y su impacto. En otros términos, generar un acercamiento en el discurso, desde su posición original instalada en un allá lejano, para direccionarlo hacia un aquí más cercano. El proceso es constituyente de esta fase, pero ella todavía remite a un virus y los efectos de un virus latente, pues aún este no arribaba.

Las circunstancias de Latinoamérica y el Caribe en el 2020 fueron reportadas en el informe situacional de la COVID-19 elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (s. f.) y su revisión revela que ella concentró 15.567.992 contagios y 507.604 fallecidos al 31 de diciembre de 2020. También evidencia cómo la llegada e inicio del impacto sanitario del virus fue posterior al experimentado por otras regiones del mundo, marcando su propia línea de tiempo. En tal sentido, los presidentes de México (A. M. López Obrador), Perú (M. Vizcarra) y Brasil (J. Bolsonaro) en ese año, pese a ser considerados políticos de tendencias distintas (izquierda, centro y derecha, respectivamente), exhiben encuentros en parte de la construcción de sus mensajes durante el período de pandemia. Puede apreciarse que los tres ponderaron temas comunes previos a este período (crecimiento y economía, lucha anticorrupción, seguridad) y apostaron por mantener una postura alerta y tranquila antes de que el virus consiguiera llegar a sus territorios.

En tercer lugar, el foco de interés central para el análisis semiótico requiere adentrarnos en la exploración de los mensajes construidos tras el arribo del virus a los países estudiados: el manejo verbal, espacial y el uso de otros signos no verbales. Estos involucran alusiones explícitas al virus que permiten embragarlo por completo para convertirlo en una problemática situada finalmente en un aquí y ahora, y remiten a las dos fases restantes que se presentarán. Es importante destacar que las fases no necesariamente se suceden de modo lineal; las dos últimas, en particular, discurren por lo general en paralelo, superponiéndose incluso. Se valen de estrategias y usos diversos para remitir a dos objetivos distintos. La fase de resistencia implica que el presidente gestiona sus mensajes de modo que ellos puedan permitirle verse lo menos afectado en su posición prepandemia, mientras que los mensajes de la fase de capitalización le abrirían la posibilidad de obtener algún beneficio o ventaja sobre dicha posición.

Los países mencionados, y en especial los casos de Bolsonaro y López Obrador, son referidos típicamente como ejemplos de populismo, de derecha e izquierda, desde la perspectiva teórica que asume al populismo como una idea (Collier, 2001). Ello ocurre a causa de su búsqueda por exacerbar antagonismos entre grupos de la sociedad al hacer y decir de forma tal que apelen a los intereses del “pueblo”. No obstante, dejando pendiente una reflexión a través del cristal de dicha noción, conviene exponer algunos de los hallazgos identificados tras el mapeo de la evolución de las principales articulaciones y presentar la existencia de patrones comunes para la resistencia y capitalización, así como particularidades.

Algunas estrategias compartidas identificadas en los tres casos, dando soporte a las dos últimas fases, son estas:

  1. Intentar equilibrar su investidura y su cercanía por medio de la yuxtaposición de códigos y lenguajes de orden no verbal que apuntan a lo primero, y dinámicas de gestión verbal que indican lo segundo.
  2. Perfilarse como reformadores del país y dotar de gran importancia a su propia presencia o la de su gobierno.
  3. Ser consistentes entre los temas priorizados antes y durante la pandemia.
  4. Establecer a otros políticos como sus grandes oponentes para mejorar la situación del país y justificar así las acusaciones recibidas.

Por otro lado, algunas de las estrategias diferenciadas identificadas son las que siguen:

  1. Utilizar a la prensa como foco de acusaciones para acompañar la minimización o el compartimentar los efectos del virus (México y Brasil), o utilizarla como apoyo en la construcción maximizada del virus (Perú).
  2. Ser confrontacionales y esquivar incentivar a sus oponentes a cambiar de conducta para marcar así lo imposible de dicho cambio (México y Brasil). O, por el contrario, aprovechar la posibilidad de instarlos abiertamente a obrar de forma correcta para demostrar un carácter democrático (Perú).
  3. Incentivar a la población a cumplir con las performances planteadas para ella mediante elogios y premios (México y Brasil) o hacerlo mezclando elogios y críticas, premios y castigos (Perú).

El desempeño de los mandatarios, dando mensajes y conferencias a la población, reveló intentos no únicamente para impedir que parte de los efectos de la COVID-19 impactaran de forma negativa sobre su posición de cara a la ciudadanía, sino también que les permitieran acceder a la posibilidad de lograr ventajas. Además, dado que el régimen de interacción principal que destaca en el ámbito de la comunicación política es uno manipulatorio o estratégico, se precisa puntualizar que el término manipulación, desde una mirada semiótica, no se halla revestido de cargas de valor intrínsecas. La manipulación de índole semiótica apunta a la búsqueda de un Sujeto manipulador por motivar o desafiar a creer o hacer algo a un segundo Sujeto manipulado (Landowski, 2009). Y, a su vez, implica la gestión del riesgo adscrito a la existencia de un Otro con una voluntad independiente a la propia. A modo de conclusión, para este sintetizado vistazo a una investigación de mayor envergadura, puede mencionarse que la aproximación semiótica e inclusión de sus modelos teóricos en el análisis del fenómeno de la comunicación política en tiempos de pandemia facultó a dar luz sobre múltiples articulaciones y ampliar observaciones generadas por otras disciplinas y profundizar en la reflexión acerca del mismo fenómeno.

Citar esta entrada de blog (APA, 7.a edición):
O’Connor, K. (15 de febrero de 2021). Ignorar, resistir, capitalizar: mensajes presidenciales en tiempos de pandemia. Scientia et Praxis: Un blog sobre investigación científica y sus aplicaciones. https://www.ulima.edu.pe/idic/blog/ignorar-resistir-capitalizar

Referencias

Banco Interamericano de Desarrollo. (s. f.). COVID-19. Reporte situacional. Recuperado el 20 de enero de 2020 de https://www.iadb.org/es/coronavirus/situacion-actual-de-la-pandemia

Blanco, D. (1989). Claves semióticas. Universidad de Lima.

Collier, R. B. (2001). Populism. En N. J. Smelser y P. B. Baltes (eds.), International Encyclopedia of Social and Behavioral Sciences (pp. 1813-1816). Elsevier.

Foucault, M. (1990). The history of sexuality: An introduction (Trad. R. Hurley). Random House.

Grafstein, R. (1981). The Failure of Weber's Conception of Legitimacy: Its Causes and Implications. The Journal of Politics, 43(2), pp. 456-472.

Habermas, J. (1988 [1973/1976]). Legitimation crisis. Polity Press.

Laclau, E. y Mouffe, C. (2001 [1985]). Hegemony and socialist strategy: Towards a radical democratic politics. Verso.

Landowski, E. (2009). Interacciones arriesgadas. Fondo Editorial de la Universidad de Lima.

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