05 de Diciembre de 2022

Las empresas y su participación activa en los objetivos de sostenibilidad

El primer encuentro Educación Superior de Impacto. Hacia un Nuevo Liderazgo para el Desarrollo Sostenible, organizado por el Centro de Sostenibilidad (RespondeUL) de la Universidad de Lima este 1 de diciembre, contó con un panel que tuvo como tema central “Empresas y sociedad: bases de la vinculación para la sostenibilidad”, y estuvo integrado por María Fernanda Peña Uribe, coordinadora de Sostenibilidad en Komatsu-Mitsui Maquinarias Perú; Irene Arellano, jefa de Alianzas Estratégicas de Programas de CARE Perú; y Alejandra Herrera, representante del área de Responsabilidad Social de Siemens Gamesa para Latinoamérica. El diálogo estuvo moderado por Mariale Soto, cofundadora y directora ejecutiva de Sistema B Perú y Global Shaper de Lima Hub por parte del Foro Económico Mundial. 

Irene Arellano hizo referencia al cambio de perspectiva que se ha dado en el sector privado de cara a la sostenibilidad. Indicó que este cambio de mentalidad ha modificado el rol de las compañías en la sociedad:  

“Las empresas han pasado de ser importantes financiadoras de proyectos de desarrollo a incluir en su ADN la sostenibilidad. Ya no son solo proveedoras de fondos de ayuda, sino protagonistas del cierre de brechas. Encontramos que nuevas corrientes del pensamiento, como la del valor compartido y la del capitalismo consciente, son adoptadas por las principales empresas del Perú y del mundo. Por ejemplo, hoy se aprecia el cuidado que tienen en sus cadenas de valor, pues velan para que estas no generen un impacto negativo en el medio ambiente”.

Por su parte, María Fernanda Peña mencionó que hoy en día existe en las empresas una mayor preocupación por la sostenibilidad y que este rol activo ya no es motivado solo por la reputación o imagen organizacional, sino que verdaderamente el accionar de las compañías está orientado a desenvolver su actividad económica dentro del marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de la ONU. Agregó que una empresa abocada a la sostenibilidad no es aquella que solo trabaja con su comunidad desde una perspectiva filantrópica, sin contribuir con cambios sustanciales y de fondo. 

A su turno, Alejandra Herrera rescató el nuevo enfoque con el cual el sector empresarial observa e influye en la sociedad. Señaló que antes las compañías solo estaban enfocadas en el rendimiento económico, sin embargo ahora estas contemplan su éxito teniendo en cuenta qué tanto pueden contribuir a la comunidad. Subrayó que la empresa debe trabajar en conjunto con los habitantes de su zona de influencia y hacerla parte de su estrategia de sostenibilidad: 

“La mayoría de los planes de desarrollo que tienen las empresas se gestan en las cabezas de estas, pero el reto está en trabajar desde las bases, es decir, junto con la comunidad, porque ella vive, siente y está dispuesta a proponer los cambios. Muchas veces, cuando estos planes vienen desde arriba, el entorno no los siente propios y toma mucho tiempo llevarlos a cabo, e incluso que sean aceptados”.

Finalmente, Alfredo Estrada, director del Centro de Sostenibilidad de la Ulima, brindó las palabras de cierre del evento. Advirtió la necesidad de poner manos a la obra cuanto antes, debido al entorno tan cambiante y desafiante que atraviesa el mundo:  

“El éxito de volver real el desarrollo sostenible tiene el 10 % de inspiración y el 90 % de transpiración. Hay muchos espacios de reflexión y muchas oportunidades para incentivar y empoderar a todos hacia el reto de la sostenibilidad, pero sinceramente ya estamos en el momento de pasar a la acción. Las Naciones Unidas nos alertan que al 2030 no habrá un cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Las convulsiones sociales, los problemas geopolíticos globales, el nuevo escenario energético y climático nos obligan a ponernos la camiseta un poco más rápido”.