29 de Noviembre de 2022

Un repaso de los Premios Nobel de Economía

Posiblemente, el Premio Nobel de Economía 2023 abordará algún tema relacionado con la inflación, el riesgo de recesión, la incertidumbre e inestabilidad de las instituciones, tendencias actuales que fluctúan entre economía experimental, experimentos naturales, economía del comportamiento y neurociencia. Así lo anticipó José Luis Nolazco, investigador del Observatorio Económico, Financiero y Social, y docente de la Universidad de Lima, en el webinar “Premio Nobel de Economía”, realizado por la Carrera de Economía de la Facultad de Ciencias Empresariales y Económicas de la Universidad de Lima, el último 22 de noviembre.

En el evento se hizo un repaso de los logros que consiguieron algunos de los economistas galardonados. Pedro Grados Smith, director de la Carrera de Economía, estuvo a cargo de la introducción de este webinar y de presentar a los ponentes. Grados señaló que si bien el Premio Nobel de Economía, a diferencia de sus cinco predecesores, no fue creado por Alfred Nobel, el Banco de Suecia vio tan necesaria su creación que lo estableció en 1968 con recursos propios y con el visto bueno de la Fundación Nobel. Desde entonces, 92 intelectuales de la economía han recibido esta distinción en 54 premiaciones.

José Luis Nolazco, magíster en Análisis Económico por la Universidad de Chile y economista por la Universidad Nacional Agraria La Molina, explicó que el proceso de elección se inicia en septiembre del año anterior a la premiación, cuando se realizan más de 3.000 encuestas anónimas a expertos, y entre marzo y mayo del año siguiente se evalúa a los candidatos. El equipo encargado de esta selección elabora un reporte que es enviado a la Real Academia de la Ciencia en Suecia en septiembre, el que es evaluado por el Comité del Premio en Ciencias Económicas, conformado por Peter Fredriksson, Per Strömberg, Jakob Svensson, Tore Ellingsen, John Hassler y Per Krusell.

El expositor señaló que un tópico económico premiado cuatro veces ha sido finanzas (1981, 1985, 1990 y 2013); tres veces, econometría (1969, 1980 y 1989), equilibrio general (1972, 1983, 1988) y teoría de juegos (1994, 2005 y 2007); y dos veces, crecimiento económico (1971 y 1987), economía internacional (1977 y 2008), toma de decisiones (1978 y 1986), regulación (1982 y 2014) e información asimétrica (1996 y 2001).

Otros temas abordados han sido síntesis neoclásicas y Keynes (1970), modelo input-output (1973), interrelación económica, social e institucional (1974), asignación óptima (1975), teoría cuantitativa del dinero (1976), desarrollo económico (1979), contabilidad nacional (1984), costos de derecho de propiedad (1991), teoría económica en otras ciencias (1992), instituciones (1993), expectativas racionales (1995), modelo Back-Scholes (1997), economía de bienestar y pobreza (1998), y política fiscal y monetaria en regímenes cambiarios (1999).

Durante este siglo se abordaron temas como muestras selectivas y decisiones discretas (2000), economía del comportamiento experimental (2002), series de tiempo (2003), macroeconomía dinámica (2004), trade-offs intertemporales (2006) y gobernanza económica (2009), fricciones de búsqueda (2010), causa y efecto en la macroeconomía (2011), asignaciones estables y diseño de mercado (2012), consumo, pobreza y bienestar (2015).

En el 2016, Oliver Hart y Bengt Holmströmy fueron premiados por encontrar soluciones a los problemas de contratos imperfectos e información imperfecta del contratador, respectivamente (teoría contractual); Richard Thaler obtuvo el Nobel en 2017, al encontrar que los seres humanos son influenciados por tres factores en la toma de decisiones: la racionalidad limitada, el problema del autocontrol y sus preferencias sociales (economía del comportamiento); y, en 2018, William Nordhaus y Paul Romer fueron premiados por explicar el rol del cambio climático y de la innovación tecnológica, respectivamente, dentro del modelo de producción (cambio climático e innovación tecnológica).

En 2019, Abhijit Banerjee, Esther Duflo y Michael Kremer recibieron este galardón por analizar de forma realista el comportamiento de los pobres desde la perspectiva microeconómica de la economía experimental (pobreza); en 2020, Paul Milgron y Robert Wilson obtuvieron el premio por determinar cómo el valor asignado por un participante de la subasta afecta su comportamiento y a la misma subasta, además de crear nuevos formatos de subasta (teoría de subastas); y, en 2021, David Card, Joshua Angrist y Guido Imbens fueron reconocidos por introducir una nueva metodología a la ciencia económica: los experimentos naturales (mercado laboral y experimentos laborales). Este año, Ben Bernanke, Douglas Diamond y Philip Dybvig encontraron que el pánico bancario exacerba las crisis financieras debido a los retiros masivos (pánico bancario y crisis financiera).

Nolazco apuntó que, entre los posibles candidatos al Nobel de Economía 2023, se encuentran Daron Acemoglu y James Robinson, quienes proponen que las diferencias entre el desarrollo de los países se debe a la calidad de sus instituciones; Gregory Mankiw y Ricardo Reis, quienes determinaron que existe rigidez nominal en los precios debido a que la información disponible presenta rezagos; Olivier Blanchard y Nobuhiro Kiyotaki, quienes han demostrado el efecto que tiene la competencia monopolística sobre la demanda agregada, y esta a su vez sobre el producto y sobre los salarios; George Loewestein, quien encontró que cuando se realizan pronósticos, los individuos no toman en cuenta las emociones, y suponen que actuarán con base en la racionalidad; Ernst Fehr y Klaus Schmidt, quienes encontraron que, cuando hay aversión a la desigualdad, se puede sacrificar una parte de las propias ganancias en favor del otro; y Jordi Galí, quien encontró que los shocks tecnológicos tienden a aumentar el nivel de desempleo y a reducir la productividad del trabajo.

Tras la exposición de Nolazco, Pedro Grados reflexionó sobre la importancia de la economía. El director dijo:

“La economía es una ciencia social que busca mejorar la sociedad (como la física, la química y la medicina); pero también, al estudiarnos a nosotros mismos, en ese equilibrio entre lo que es científicamente puro y lo que es el ser humano, tratamos de generar una mejor sociedad. Creo que, sin crecimiento económico, el mundo no habría mejorado”.