18 de Mayo de 2016

Viñetas de un Intermedio dedicado al humor político

Los tiempos de contienda electoral no solo encienden los debates sobre las propuestas de los distintos candidatos, sino que también desencadenan una avalancha de caricaturas y memes vinculados con los deslices de los políticos en carrera electoral. Teniendo en cuenta este contexto particular, la Facultad de Comunicación organizó uno de sus Intermedios, que forman parte de la Cátedra UNESCO en Comunicación y Cultura de Paz de la Universidad de Lima. Con el título de “Caricaturas y memes. El poder corrosivo del humor político”, se llevó a cabo el 28 de abril en la Sala Ventana Indiscreta y tuvo como invitados al periodista y caricaturista Alfredo Marcos, al humorista gráfico e ilustrador Mario Molina y al psicólogo y docente Ulima Julio Hevia. 

El moderador fue Gerardo Arias, productor televisivo y docente Ulima. Además, el día anterior se había iniciado la exposición El Humor en Tiempos Electorales, que hasta el 11 de mayo presentó, en el hall del Edificio V, las caricaturas de Mario Molina, Alfredo Marcos, Andrés Edery y Alonso Núñez.

Dibujante de ideas 

Mario Molina afirmó que él trabajaba con ideas, las mismas que plasmaba a través del dibujo, y luego afirmó: 

“Uno puede ver distintos casos de dibujantes, acá y en el mundo, que no necesariamente son extraordinarios dibujantes pero son muy buenos humoristas. El humor gráfico no necesariamente necesita un dibujo perfecto, porque lo que vale en esencia es la idea. Si la idea está bien desarrollada y planteada, y te provoca una reflexión, y de alguna manera haces un clic con el mensaje, eso es suficiente”.

Luego, acerca del apogeo de los memes, afirmó que una persona que aprecia ver una buena caricatura la seguirá apreciando por más que haya miles de memes buenos. “De alguna manera puede ser un acicate para los caricaturistas —se explayó—, para ser un poco más ingeniosos, pero no creo que el meme termine por sepultar a la caricatura, creo que son dos cosas que pueden convivir. Y lo que me parece principal es que el meme democratiza la producción de contenidos”.

Tiempos de memes 

En una de sus intervenciones, Alfredo Marcos dijo que para ser un caricaturista político se requieren años: 

“Primero tienes que desarrollar una técnica y luego tienes que desarrollar ideas, y para tener ideas tienes que tener vida, tienes que tener lectura. Pero ha sucedido un fenómeno que ha sido traído por el internet: los memes. Con los memes prescindes de la parte gráfica y solo acudes a la parte intelectual. Todos somos humoristas, todos hacemos y gozamos del humor, todos nacemos riéndonos; entonces ahora el humor está al alcance de todos con los memes. Si bien la caricatura es algo mucho más artístico”.

Más adelante comentó: 

“Si partimos del hecho de que el sujeto ahora es mucho más pragmático, obviamente la tendencia es que el humor sea más simple. El humor gráfico se va convirtiendo cada vez más en un tema de lo inmediato, y creo que ahí también está el hecho del éxito de los memes, porque casi no dejan nada para la reflexión más profunda, sino más bien cutánea, aunque tienen mucha pegada. Yo sé que la caricatura debe causar sonrisa, risa o satisfacción, pero también pretendo que quien la vea tenga una idea más profunda, más allá de la risa”.

Analítica con picardía 

Julio Hevia, por su parte, sostuvo que hay que ver “el producto humorístico como un recurso crítico e incluso como un recurso analítico. Mario señaló que ante estos diseños no necesariamente tendríamos que obsesionarnos con la idea de hacer reír al otro sino que quizá arrancándole una sonrisa, o invitándolo a compartir una idea, ya lo estamos instalando en un terrero que es el de la crítica misma, o del cuestionamiento de una serie de cosas”.

Más adelante comentó que en el ámbito de la caricatura, e incluyendo también de soslayo a los memes, se tiende a disolver las jerarquías. Dijo: 

“En este sentido, me parece que el humor conserva un cierto hálito infantil. Se trata de jugar con las condiciones reales y hacer aparecer otras, no necesariamente falsas; es decir, revestidas de distinto modo, con otra retórica, con otra combinatoria, apelando quizá a la picardía. Hay autores que han señalado que lo único que no puede reprimir el poder es el ingenio y la picardía. En tal sentido los humoristas gráficos son casi como voces emergentes de ese sentir”.