04 de Febrero de 2021

Seguridad espacial cognitiva en beneficio de los adultos mayores

El 3 de febrero, Berta Brusilovsky, arquitecta y urbanista española, experta en accesibilidad universal y cognitiva y fundadora de la Asociación para la Comprensión Fácil de Entornos y Edificios (ACFEE), ofreció desde Madrid una charla virtual sobre la seguridad espacial cognitiva y sus beneficios en los adultos mayores en el curso Arquitectura de Interiores, de la Carrera de Arquitectura de la Universidad de Lima, a cargo de Vanessa Zadel, docente y arquitecta.

La participación de la especialista permitió a los alumnos conocer los conceptos y los alcances de la accesibilidad cognitiva, y comprender la arquitectura como una generadora de coordenadas espaciales que facilita la orientación correcta de los adultos mayores en los espacios. Los conocimientos y las herramientas impartidas serán de mucha utilidad para los estudiantes, quienes, en este ciclo 2021-0, tienen el encargo de diseñar la remodelación de los espacios interiores de la residencia de adultos mayores, ubicada en La Molina, de la organización no gubernamental Mensajeros de La Paz.

Brusilovsky resaltó la relevancia del nuevo paradigma de diseño vinculado con la neurociencia, sus herramientas y la arquitectura, y se explayó sobre los nuevos modelos de convivencia que pueden ser aplicados en las residencias de adultos mayores. Además indicó que actualmente falta que se concreten normas o guías urbanísticas y arquitectónicas que se ajusten a las funciones neurológicas de este grupo de personas, y que sintonicen con un diseño que, de forma ética y estética, encaje con sus necesidades físicas, cognitivas y emocionales.

Asimismo, hizo hincapié en la trascendencia del concepto de orientación. Añadió que para desplazarse es preciso disponer de los sistemas necesarios para la orientación y para que se sepa cuál es la dirección por la que se debe desplazar, por lo que es fundamental el diseño de las coordenadas espaciales a través de la arquitectura, además de reducir las condiciones de alto riesgo que propician la desorientación. 

En otro momento, la experta se refirió a los espacios vivenciales y terapéuticos, y a la arquitectura y neurología de la conducta espacial. En cuanto a los espacios vivenciales, la experta pormenorizó que la vivencia es lo que realmente tenemos y que el ser psíquico es lo que verdaderamente estamos sintiendo, por lo que las soluciones deben ir mucho más allá de las consideraciones estéticas. De la misma manera, acotó que el concepto de lo terapéutico debe ser abierto y funcionar como un generador de estímulos y vivencias, y que se deben introducir variables como la activación neurológica, con la que se espera que, de las relaciones entre los ambientes y las personas, fluya una corriente energética que estimule estados personales, y se desempeñen sin barreras ni bloqueos los aspectos sensoriales, cognitivos y motores.

Brusilovsky también detalló los rasgos de tres grupos de adultos mayores, cuyas conductas espaciales, reacciones y emociones son objeto de investigaciones: aquellos que envejecen en sus aspectos más comunes y conservan la autonomía (su memoria, equilibro y otras características necesitan algún apoyo técnico); los que tienen deterioro cognitivo leve y el mal de Parkinson; y aquellos que padecen algún tipo de demencia (Alzheimer, cuerpos de Lewy, etc.). 

Otras consideraciones abordadas por Brusilovsky fueron la configuración visual mediante colores y formas como elementos constructivos, y la introducción de estímulos alternativos que ayudan a desarrollar nuevas conductas o patrones de comportamiento funcionales y adaptativos.