21 de Junio de 2021

Estudiantes Ulima en el Hult Prize

Exportacus es un proyecto de estudiantes de la Universidad de Lima desarrollado especialmente para el concurso internacional Hult Prize. El objetivo es conectar a agricultores con clientes finales, a través de la tecnología, a fin de que los productores obtengan precios justos.

Los miembros del equipo de Exportacus son Carlos Gala, Luis Cepeda, Armando Vigil y Naomi Chávez. Ellos ganaron en el On Campus, una fase del concurso que se desarrolla entre universitarios, dentro de sus casas de estudio. En la regional, quedaron finalistas y clasificaron a la aceleradora en el repechaje. Ahora se encuentran en la etapa de la aceleradora. Luego quedarán seis finalistas que competirán en Nueva York por el gran premio. A eso apunta este equipo.

¿Qué producto han presentado al concurso?

Armando: Hemos presentado Exportacus, una plataforma con la que contactamos al agricultor con su cliente ideal, ya sea del exterior o del mercado local, como un restaurante, un market o una persona natural. Creamos un website muy básico también, porque no teníamos mucho conocimiento de programación ni de creación de sitios web, pero lo que hicimos cumplía con lo que necesitábamos: tener un lugar donde el agricultor pudiera dejar sus datos para ser contactado por un usuario final. Compramos el dominio y lo hicimos en Wordpress. Han pasado los meses y hemos ido mejorando nuestra página.

Luis: Efectivamente, nuestro proyecto trata de conectar a los agricultores con personas que puedan pagar un precio justo por sus productos, que les den más valor a su trabajo porque, debido a los diferentes intermediarios de la cadena logística, normalmente, a los agricultores se les paga muy poco.

Naomi: Planteamos abarcar tres tipos de mercados: restaurantes, peruanos que viven en el exterior y tiendas o minimarkets peruanos en otros países. Estamos conectando a los agricultores con el mercado exterior, donde se puede pagar más que en el mercado local.

Carlos: Hemos creado tres programas. El primero es de consultorías, donde se contrata a expertos para que mejoren las técnicas de producción de los agricultores y puedan producir más y de mejor calidad para la exportación. El segundo es el de internet satelital, que consiste en entregar teléfonos a las comunidades para que puedan estar conectadas a las plataformas y en contacto con el cliente que solicita sus productos. El tercero es la creación de un sistema de propinas, para lo cual se genera un código QR de la comunidad y se coloca el producto que entrega, de tal manera que quien consume (sea el restaurante o el cliente final) pueda mandar una propina para apoyar la causa del agricultor, si es que le gusta su historia y su producto.

¿Cómo sería el acercamiento de los agricultores a la tecnología?

Luis: Hay agricultores que tienen contacto con la tecnología. Yo trabajo en una empresa de telecomunicaciones que brinda Internet a través de fibra óptica y nodos de acceso a Huancavelica, Apurímac, Ayacucho y Cusco. Sabemos que Internet llega a varias comunidades; por eso, queremos conectar a los agricultores con nuestra plataforma. Así podremos coordinar con ellos la consolidación de sus productos y ver el tema de los pedidos a gran volumen para el comercio exterior.

¿Han contemplado el tiempo de aprendizaje que necesitan los agricultores para aprender a manejar su plataforma?

Luis: Sí, está dentro de nuestro programa de consultorías, el cual incluye la etapa de contacto con los clientes.

¿Por qué creen que el proyecto que han presentado es valioso?

Carlos: Lo que más destaco es la oportunidad que este proyecto les da a los agricultores, no solo del Perú, sino de Latinoamérica, para que se conecten con clientes del exterior, ya sea restaurantes, hoteles o cualquier persona que necesite alimentos. Eso conduce a mejorar sus ingresos y sus tierras. Más que hacer realidad un negocio, se trata también de impactar en la calidad de vida de las personas.

¿Cuántas fases tiene el concurso y en cuál se encuentran?

Armando: Estamos en la etapa de la aceleradora, que se divide en tres fases. La primera es la de la aceleradora digital. La segunda es la fase piloto, que comenzó ayer y dura un mes. En esta etapa nos piden más requerimientos y de manera mucho más acelerada. Se trata de ejecutar el piloto en sí y de desarrollar ciertos entregables clave. El 8 de agosto comenzará la tercera etapa, en la que nos van a brindar más mentoría, haremos más networking y desarrollaremos otros entregables. Después, de acuerdo con nuestro desempeño, tendremos una reunión semanal con un startup manager que revisará nuestros avances. Al final de cada fase, las más altas autoridades se reúnen con el startup manager, quien explica el caso asignado y discuten si vale la pena que continúe. En la fase pasada, el startup manager resaltó que fuimos de los equipos que mejor se desenvolvió en la red social y que no necesitamos mucha ayuda. También nos decía que estábamos muy comprometidos con el proyecto y que hacíamos preguntas interesantes.

¿Cómo fueron sus primeras etapas en el concurso?

Luis: En enero postulamos al On Campus, que es la primera fase del Hult Prize, en la que compiten diversos grupos universitarios dentro de sus propias universidades. Trabajamos duro: nos juntábamos los fines de semana previos al concurso para elaborar la propuesta de modelo de negocio que queríamos presentar.

Armando: En la última etapa, en la que trabajamos con la aceleradora, hemos desarrollado el trabajo con mayor precisión. Si decíamos que un producto tenía 30 gramos de proteína, debíamos demostrar esta información; si decíamos que teníamos contactos con los agricultores, nos pedían que mostremos documentos de las alianzas estratégicas, la cuenta bancaria de la empresa, los acuerdos entre los socios en los que se describe cómo se divide la participación, etcétera. Muchas veces, cuando uno inicia un negocio, no se pone a pensar en esos detalles, pero tener las cosas claras desde el comienzo puede evitar muchos problemas. La idea es que cada uno, desde su experiencia, apoye para sacar todo adelante. Tuvimos un mes para levantar las 28 observaciones que nos plantearon y la semana pasada nos dieron la noticia de que pasamos a la fase piloto, en la que estamos ahora. En agosto debemos iniciar la fase final, que es presencial. En esta última etapa nos hemos reunido muchas veces con el pool de mentores de la aceleradora para consultar temas legales, para mejorar el pitch (presentación breve) y para otros temas. Podíamos recurrir a un experto de Estados Unidos, de Alemania o de otros países que supieran de exportación agrícola. En este proceso también teníamos que preparar y editar videos. Creamos un canal de YouTube con videos de un minuto que salieron muy bien. Fue divertido aprender a hacerlos y elaborarlos también.

¿De qué tratan los videos?

Carlos: El primer video fue para presentar nuestra idea, el impacto que queríamos alcanzar en la sociedad y dar a conocer nuestra proyección de acá a cinco años. Creo que esta fue la clave que nos llevó a ser parte de los seis finalistas de la etapa regional de Lima. La segunda parte fue un poco más intensa e hicimos varios videos. Armando y Naomi propusieron crear un PDF con varios enlaces a videos de un minuto de duración, algunos con grabaciones muy divertidas, creativas y fáciles de entender.

Armando: Para la etapa regional, nos pidieron que grabemos un pitch. Pensamos que los demás participantes iban a hacer un Zoom y hablar de su PPT los cuatro minutos. Como había 60 participantes, iban a ser 60 personas en ese plan; por eso, buscamos diferenciarnos desde el comienzo e hicimos los videos con muchos recursos de animación. Hicimos una infografía con una especie de recorrido en el que, a medida que avanzara, fuera resolviendo puntos clave: quiénes somos, qué problemas resuelve nuestra startup, cuál es nuestro mercado, cómo está diseñado nuestro piloto y qué impacto pretende alcanzar. Cada palabra tendría un hipervínculo hacia un video que habíamos hecho nosotros mismos, y en una segunda página respondíamos posibles preguntas frecuentes.

Hasta este momento, ¿qué les ha parecido participar en el Hult Prize?

Naomi: Me ha parecido muy interesante tener a nuestra disposición una gran cantidad de expertos de diferentes especialidades y países. Hemos recibido diversos puntos de vista para nutrir nuestro proyecto. Por otro lado, fue un reto comunicarnos, ya que todo es en inglés.

Luis: Las tutorías han sido de gran utilidad para ver, desde distintas perspectivas y profesiones, de qué forma podríamos mejorar nuestro modelo de negocio. Eso hizo que nosotros consideremos que teníamos muchas posibilidades de seguir creciendo y fortaleciéndonos cada vez más. Antes de llegar a la aceleradora, ya teníamos el proyecto consolidado, con muchas de las estructuras planificadas, y entrar en la aceleradora nos pareció una oportunidad grandiosa para demostrar lo que ya habíamos avanzado, de acuerdo con lo que nos pedían los organizadores de Londres, y seguir con nuestra formalización, generar un cronograma, definir cómo aplicar el plan de marketing, la función de cada uno dentro de la empresa, etcétera. Todo eso fue muy útil y una gran experiencia.

¿Qué aprendizaje rescatan de todo este proceso?

Armando: Que uno puede ser bueno en una cosa y otro en otra, pero al final es el equipo lo más importante. Por eso es importante que todos colaboren, porque todos suman. Es importante el esfuerzo de cada uno, que todos estén disponibles y que cada uno ponga de su parte.

Carlos: Pienso igual que Armando. Lo más importante siempre es el equipo. Este concurso ha fortalecido nuestra amistad, lo cual ha permitido que nuestro trabajo se vuelva mucho más fácil y rápido. Sin un buen equipo, creo que esto no habría funcionado.

Naomi: Puedes tener una gran idea, pero, si no tienes un buen equipo que te respalde y trabaje integrado, no vas a avanzar mucho. El equipo es vital.

Luis: El equipo ha funcionado desde que nos iniciamos en la competencia dentro de la Universidad. Nos hemos apoyado en distintos momentos. Al inicio, tres o cuatro de nosotros exponíamos y de esa forma mostramos al jurado que todos estábamos comprometidos con el proyecto.

¿Qué carreras estudian en la Universidad de Lima y qué les parecen?

Carlos: Yo estudio Ingeniería Industrial. Esta Carrera me ha dado muchas posibilidades para conocer los diversos ámbitos de los negocios. Me ha interesado mucho la mejora de los procesos, el manejo de datos, la mejora continua... y todo eso relacionado con sistemas. Y ahora, lo que estamos haciendo con nuestro proyecto es una oportunidad para aplicar lo que sabemos.

Luis: Yo también estudio Ingeniería Industrial y la fortaleza que obtuve en esta profesión es la gestión de proyectos, que es a lo que me dedico ahora donde trabajo. Mi Carrera me da todos los conocimientos que necesito y los profesores están dispuestos a asesorarnos en todo. Estoy muy agradecido con todas las personas con las que he hecho proyectos dentro de la Universidad.

Naomi: Yo soy de Administración y puedo ver todas las áreas de una empresa. Lo que me gusta es el marketing y estoy enfocada en el tema de crecimiento de negocios. Hacer investigación de mercado en este proyecto no fue nada nuevo para mí porque la Universidad me ha enseñado a hacerlo y creo que ese fue un paso muy importante para avanzar y poder destacar entre tantos proyectos que concursan.

Armando: Yo soy de Ingeniería Industrial. Me gusta esta Carrera porque es muy amplia. Me desenvuelvo en gestión de proyectos y también en lo comercial. Conozco a Naomi y a Luis del Círculo de Gestión de Proyectos, donde pude conocer algunos proyectos que hay en la Universidad y donde pude desenvolverme ampliamente en diversos temas. Pude aprender un poco más de la metodología y desarrollar ciertas competencias.