Sumilla:
La demanda de gas natural aumenta a un ritmo de dobles dígitos en muchos países, especialmente cuando promueven su uso y abandonan el petróleo y la fuerza hidráulica para generar electricidad. En años recientes Latinoamérica, con el Caribe, han emergido como uno de los mercados de gas natural más dinámicos y de rápido crecimiento del mundo. En las experiencias de desarrollo del mercado de gas natural en diferentes países latinoamericanos, el Estado ha jugado un rol importante en sus fases iniciales de desarrollo, participando desde la explotación hasta las siguientes etapas de industrialización. Sin embargo, en Argentina, México, Venezuela, Brasil y Chile la corriente liberal del mercado ha llevado, principalmente a partir de los 90, la etapa de transformación de esta industria hacia el sector privado. Si bien la región latinoamericana ha mostrado varias formas de desarrollo de la industria de gas natural, en el caso del Perú no existe un mercado significativo del producto, por lo que se hace necesaria la presencia del Estado con un rol promotor. La matriz energética que el Perú viene desarrollando muestra una alta dependencia de combustibles derivados del petróleo, la mayoría de ellos importados. Actualmente existe la producción de gas natural y líquidos de gas natural en el Perú en los yacimientos de Talara, Aguaytía y Camisea. El gas natural producido localmente tiene un impacto favorable en pro de la economía peruana porque contribuye a un menor requerimiento de divisas, mas también ejerce influencias positivas sobre diferentes variables macroeconómicas y los sectores empresarial, eléctrico, transporte, comercial y residencial. La empresa Gas Natural de Lima y Callao (GNLC) – subsidiaria belga – Tractebel, es la encargada de la distribución del gas natural en la capital, y actualmente atiende la demanda de varias empresas, tales como Cerámica Lima, Sudamericana de Fibras, Vidrios Industriales (hoy Owens Illinois Perú), Alicorp, Cerámica San Lorenzo, Corporación Cerámica, Electro Perú . En general, lo que ha ocurrido es que las empresas con un alto consumo de combustibles han sido las primeras interesadas en adquirir el gas natural y, gradualmente, el resto de empresas se irá adecuando a dicha tendencia. Lo que se pretende con la ejecución de este trabajo es definir el o los posibles proyectos de investigación que permitirán al Estado y a las empresas que formen parte de la cadena de valor del gas natural prepararse para los nuevos desafíos aún no resueltos, sumándose así a la creciente tendencia internacional de dar valor agregado, basado en tecnologías de información, a cada uno de los distintos eslabones del sistema de cadena de valor. De este modo, se incorporará a la matriz energética peruana u combustible más barato, y ello redundará en la disminución del déficit de la balanza comercial en lo que atañe a los hidrocarburos.
