La trayectoria profesional de Sergio Tenorio Pando empezó con la creación de Circuit, una agencia de marketing digital. Luego, su interés por la industria de los videojuegos creció, por lo que fundó ESB, una empresa dedicada a la emisión de torneos de esports, que se ha posicionado como un referente en la región. Ofrece transmisiones de alta calidad de importantes torneos de Dota 2, un juego en el que Perú destaca a nivel mundial.
En la siguiente entrevista, exploramos su historia profesional, el crecimiento de ESB y las oportunidades que presenta el mundo de los videojuegos en el país.
¿A qué se dedica exactamente tu empresa de videojuegos y cuál es la historia de su creación?
Todo empezó cuando estudiaba en la Universidad de Lima. Cuando cursaba más o menos el sexto ciclo de la Carrera de Comunicación, inicié una empresa llamada Circuit, una agencia de marketing digital de la cual soy socio en la actualidad. Trabajé como gerente comercial durante siete años, aproximadamente. Teníamos varios clientes de videojuegos y una vez me consultaron si podía organizar un torneo. Esa industria estaba creciendo mucho; fue entonces cuando creamos otra empresa, llamada ESB, que se dedica totalmente a la transmisión de videojuegos. La idea es similar a lo que hacen las cadenas dedicadas al tema deportivo: compran los derechos de un determinado torneo y lo televisan para todo el público. Lo que nosotros hacemos es adquirir los derechos de transmisión de torneos importantes de videojuegos y los emitimos en nuestros canales digitales. Hace cuatro años creamos esta empresa y, durante los dos primeros, fui CEO de Circuit, mientras mi socio se encargaba de todo lo relacionado con ESB. Hace dos años, debido al gran crecimiento de la industria de los videojuegos, optamos por contratar a un gerente para que maneje Circuit. Todavía somos socios de Circuit, pero ahora nos dedicamos a ESB. Allí soy el gerente de Operaciones y me ocupo de la parte comercial, recursos humanos y operaciones.
¿Cómo contribuyó tu carrera universitaria en el camino profesional que has seguido?
Mis estudios universitarios fueron claves en mi desarrollo profesional. Todo lo que aprendí en Comunicación lo he volcado en los negocios. La Universidad tiene un enfoque holístico, así que aprendí de marketing, publicidad, gestión social, medios de comunicación, entre muchas otras áreas que me dieron una base sólida. Además, después de terminar la carrera, hice una maestría en la Universidad de Lima, en Dirección Estratégica de Contenidos. Ambas experiencias han sido fundamentales en lo que hago actualmente.
¿Qué torneos suelen transmitir con más frecuencia a través de ESB?
Principalmente, transmitimos un juego llamado Dota 2. El Perú es el tercer país del mundo con más jugadores profesionales de este producto. Para ofrecer una idea del mercado: en promedio, un jugador profesional de Dota 2 gana entre tres y cinco mil dólares al mes. Al año, se realizan entre diez y doce torneos, y cada uno cuenta con alrededor de un millón de dólares en premios, que se distribuyen entre los equipos. En el último mundial, nuestro país tuvo la misma cantidad de representantes que Rusia. Este fenómeno nos ha permitido adquirir los derechos de casi todos los torneos importantes de Dota 2 y transmitirlos en nuestro canal digital en Facebook, YouTube y otras plataformas.
¿De qué manera generan ingresos?
Nuestro modelo de negocio es similar al de un canal de televisión: compramos los derechos y vendemos auspicios. Es como la televisión, donde el gol es auspiciado por una marca y el tiro libre, por otra. El modelo de negocio se basa en auspicios. Marcas de comida rápida, bebidas energéticas y otras empresas patrocinan nuestras transmisiones. Así generamos ingresos.
¿Cómo son las transmisiones que hacen?
Tenemos un espacio de dos pisos con tres o cuatro estudios. Es un set de televisión profesional, con cámaras de alta calidad, equipos de producción y un ambiente para realizar las transmisiones en vivo. Contamos con analistas atentos a las incidencias en los torneos y cada estudio tiene el equipo necesario para que los comentaristas y el presentador puedan narrar y analizar el juego.
¿En nuestro país hay muchos jugadores profesionales?
Sí, somos el tercer país del mundo con más jugadores profesionales. Actualmente, tenemos alrededor de 155 jugadores profesionales solo en Dota 2. Es interesante que muchos de ellos reciben una cantidad importante de dinero. Por ejemplo, el número uno del Perú ha ganado 676 000 dólares en premios en los últimos tres años. El segundo en la lista, 642 000 dólares, y luego vienen otros con 500 000 y 300 000 dólares. Todas estas cantidades solo provienen de los premios, sin contar sus sueldos y patrocinios.
¿Quién cubre los sueldos?
Los equipos. Como participan en torneos con premios de uno o dos millones de dólares, los equipos reciben una parte de esos premios y se encargan de distribuir las ganancias entre los jugadores.
Funciona tal como el fútbol.
Así es, igual que el fútbol. Por ejemplo, el jugador peruano Scofield forma parte del equipo Heroic, que cuenta con jugadores sudamericanos, tiene varios patrocinadores y participa en diferentes torneos. Es como pertenecer al Real Madrid o a cualquier otro equipo grande. En el Perú, hay una gran afición y talento para este juego. Eso hace que muchos quieran entrar en este mundo.
¿Cómo ingresaste tú a este mundo?
Fue por dos factores. Por un lado, jugaba Dota 2 hacía unos quince años, cuando estaba en el colegio, así que tenía cierta noción del movimiento en torno a este juego y del potencial de crecimiento que tenía. Por otro lado, muchos de mis clientes en Circuit querían entrar al gaming, pero no sabían cómo hacerlo. Entonces, junto con mi equipo, que también tiene experiencia en esto, vimos una oportunidad. Todos en el equipo somos profesionales, tenemos estudios de maestría y experiencia laboral, y queríamos romper el mito de que el jugador de videojuegos es una persona sedentaria que solo come comida chatarra.
Esa es una idea estereotipada del jugador de videojuegos.
Por supuesto. Algunos se dedican a esto de forma profesional, mientras que para otros solo es entretenimiento, como el fútbol para los que lo ven o juegan sin necesariamente ser futbolistas. Así que, en ese contexto y con mis habilidades profesionales, decidimos crear una empresa que haga del gaming un campo más serio. La mayoría de las marcas grandes nos contratan porque somos profesionales, tenemos un estudio y un equipo responsable. No hay mucho de eso en el mercado.
Volviendo a Circuit, ¿cuál ha sido su historia desde que la creaste hasta la actualidad?
En Circuit trabajan alrededor de sesenta personas. La empresa cuenta con su propio equipo de gestión y un gerente de Proyectos en contacto con los clientes. Es una agencia de publicidad moderna. Nos enfocamos en trabajar con diferentes marcas en plataformas nuevas como TikTok, Instagram y otras. Ese sigue siendo el enfoque de Circuit hasta ahora.
¿Cómo comenzó?
Yo trabajaba para quien hoy es mi socio, Gonzalo Velasco, en una franquicia de publicidad. De pronto, varios clientes me empezaron a preguntar si tenía algún diseñador que haga publicaciones para Facebook, me proponían manejar redes sociales o diseñar una página web. Me di cuenta de que había una oportunidad en ese campo y le propuse a mi jefe ser socios para lanzar un nuevo negocio. Él aceptó y así empezó Circuit, hace unos doce años.
¿Qué recuerdas de los inicios?
Al principio fue muy divertido, porque realmente no teníamos nada. Trabajábamos en la sala de mi socio, sin contactos, experiencia ni clientes. Ambos empezamos a emprender desde muy jóvenes: yo tenía unos diecinueve o veinte años, y mi socio, veintidós o veintitrés. Al comienzo, nos ingeniábamos para conseguir clientes. Nos reuníamos y llamábamos a marcas de una lista de publicidad. Hablábamos con los clientes uno por uno. Así empezamos a conseguir algunos proyectos y, desde entonces, hemos crecido. En el grupo ya somos cerca de cien personas, a quienes podemos brindar empleo.
¿Cuál ha sido el logro más significativo para ti en Circuit y en ESB?
En ambas empresas, el mayor logro ha sido verlas crecer y tener un buen ambiente de trabajo.
¿Cuál es tu mayor fortaleza en el trabajo y cómo ha evolucionado a lo largo de los años?
Tengo muchos años de experiencia como líder de un equipo comercial en el ámbito B2B. Siempre hemos vendido a empresas y eso no es tan fácil, especialmente al inicio. Cuando tenía unos veinte años, mis clientes tenían cuarenta o más, y no siempre era sencillo que confiaran en mí. Era un reto que me asignaran presupuestos de más de trescientos o cuatrocientos mil dólares para un proyecto, al ser tan joven y tener tan poca experiencia. Con el tiempo, me he ganado esa confianza y me siento muy contento de mantener buenas relaciones a largo plazo con mis clientes. Por ejemplo, en la agencia, llevo siete años trabajando con LG y otros seis con Asus. La mayoría de mis clientes siguen con nosotros, porque hemos construido una relación sólida y de valor mutuo.
¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo?
Lo que más me gusta es liderar el equipo. Me encanta crear un buen ambiente, un lugar donde la gente se sienta bien. Me gusta el contacto cercano con el equipo, hablar con cada uno de ellos, guiarlos y ver que se desarrollen plenamente.
¿Qué consejos les darías a los estudiantes universitarios que quieren emprender, basado en tus experiencias?
Les daría tres consejos principales. Primero, muchas veces sentimos que necesitamos alcanzar cierto logro en nuestra carrera antes de emprender, ya sea terminar la universidad o la maestría, o acumular experiencia en varias empresas. No obstante, creo que uno de los factores que ha sido ventajoso para mí y mi socio es que empezamos jóvenes. Yo tengo 31 años y siento que, gracias a haber comenzado antes, estamos bien encaminados. Así que mi primer consejo es no tener miedo de emprender a cualquier edad; la Universidad te da buenas herramientas para hacerlo. En segundo lugar, el valor de los contactos es enorme. Hasta hoy, el 60 o 70 % de mis clientes provienen de contactos, y la mayoría de ellos los hice en la Ulima. El tercer punto es que a veces los emprendedores piensan que, porque tienen una formación específica, deben enfocarse solo en esa área. Sin embargo, la Universidad de Lima ofrece muchas herramientas para que te puedas desarrollar en diversas facetas. Es fundamental tener una mirada abierta sobre qué más se puede aprender y qué otros beneficios ofrece la Universidad, como los intercambios académicos, que realmente te permiten construir tu trayectoria profesional.