26 de Mayo de 2023

De la logística a las finanzas en el mercado exterior

A Tatiana Copello siempre le interesó el mundo de los negocios, conocer mercados y trabajar con personas de diferentes culturas. Por eso no pudo escoger mejor su carrera profesional: Negocios Internacionales en la Universidad de Lima. Actualmente, tiene el cargo de Finance & Control en Nestlé Panamá y vive en este país desde hace tres años.

¿Cuál fue el camino que te llevó a Panamá, llegaste a trabajar directamente a la empresa donde estás ahora?
No, no fue así. Yo he llegado recientemente a Nestlé. El camino es el siguiente: empecé mis prácticas preprofesionales en Lima, en Samsung SDS, que es parte del holding Samsung Group, pero es un agente de carga. Nació de la necesidad del grupo Samsung de tener su propio operador logístico. Por otro lado, yo siempre había tenido claro que quería trabajar o hacer una maestría en el extranjero, esa era una meta que me había trazado. Un día le comenté a mi jefe ese plan y me contestó que podía ser posible a través de la empresa y se dio la oportunidad, afortunadamente, a finales del 2019. Hice mi traslado a Samsung Panamá y desde ese año vivo en este país. 

¿Cómo fue esa primera etapa para ti, de estar en otro país sola y a puertas de la pandemia?
Exacto, tres meses después de que me mudé vino la pandemia. Esto fue muy duro para la industria, porque los commodities tecnológicos no eran una carga prioritaria, así que nos enfrentamos a muchos desafíos. A finales del 2020 el mercado empezó a subir a niveles estratosféricos que en mis cinco años de trabajo nunca había visto. Todo fue mejorando. Recuerdo que extrañaba la familia, todo era nuevo y tenía que acostumbrarme a un ritmo de vida totalmente diferente, pero ese es el precio de perseguir los sueños y seguir creciendo profesionalmente. Ahora Panamá es mi casa. Llevo tres años y medio aquí. Es un país lleno de oportunidades y me gusta el estilo de vida porque hay mucha seguridad. Como estaba en el rubro logístico, Panamá era uno de los destinos que tenía que, por lo menos, contemplar para alcanzar mis metas profesionales. 

Un lugar preciso para desempeñarse en tu carrera de Negocios Internacionales.
Por supuesto, para un profesional de Negocios Internacionales es excelente trabajar aquí. Antes de venir a trabajar, yo ya conocía Panamá, había visitado el Canal y estaba fascinada. Es emocionante ver los barcos, los containers, la infraestructura, y entender cómo funciona. El canal es una maravilla de la ingeniería moderna. Yo decidí estudiar Negocios internacionales, porque —profesionalmente— me daría exposición a diferentes mercados y porque me interesaba mucho saber cómo operan y cómo influye la cultura en la forma de hacer negocios. 

¿Cómo fue tu pase a Nestlé Panamá?
A fines del año pasado, decidí que quería cambiar de industria. Quería estar en un área financiera, salir de la industria en la que había estado desde mis prácticas profesionales, y abordar el consumo masivo, que es donde estoy ahora. Como indiqué antes, al empezar la carrera trabajé en logística, pero al venir a Panamá tuve un rol más híbrido: me ocupaba de la facturación, de temas de costos logísticos, y trabajaba muy de la mano con finanzas. Me parecía que esta área era muy interesante para desarrollarme profesionalmente. Empecé a tener un rol híbrido que no abarcaba solo la parte operativa, sino también de costos, de gestión de calendarios de pago a proveedores, etc. Era un nexo con el área comercial y también entre las áreas operativas, debido a mi background de finanzas. Mi posición era muy transversal. Llegó un momento en que iba a cumplir casi siete años en la compañía y decidí buscar otros retos. Ahí se presentó la oportunidad en Nestlé. 

Ahora estás enfocada en finanzas. 
Mi posición es netamente financiera, sí. Hago el análisis financiero para las unidades de negocio de la compañía. Aquí está el hub regional. Vemos los seis países dentro de la región en los que Nestlé tiene una subsidiaria. 

¿Qué labores cumples exactamente?
Actualmente estoy en el equipo de Decisions Support. Brindamos soporte y análisis financieros a las unidades de negocios. Veo temas de presupuesto, me encargo de monitorear el avance que las unidades de negocio han pronosticado para este año, y los presupuestos que van a invertir en medios digitales, en campañas BTL y ATL. Ahora mismo estoy enfocada en el presupuesto para la inversión en medios ATL, BTL y digital. Trabajo muy de la mano con el equipo de Nutrition y el de Comunicaciones. Con este último veo las negociaciones con las casas televisoras, no solamente en Panamá sino también en toda la región, a través de las agencias. Yo les doy soporte en el análisis y en la parte operativa, para que todos los gastos en los que incurren sean registrados y alojados correctamente para que a fin de mes todo esté bien clasificado. En el equipo en el que estoy somos aproximadamente veinte personas que nos dividimos las diferentes tareas. Es un área de análisis. Brindamos insights y análisis a las unidades de negocio para que puedan tomar decisiones.

¿Podrías comentar algún proyecto especial que has trabajado a lo largo de tu carrera?
Anteriormente, en Samsung SDS, se quería abrir un nuevo warehouse en Panamá que funcionara como hub para Sudamérica, con el fin de reducir los tiempos de entrega, ya que antes todo se pedía a las fábricas de Asia o a otros países más cercanos, según la disponibilidad de los repuestos. Se buscaba reducir los tiempos de entrega hacia las diferentes sucursales de Latinoamérica y a los talleres de distribución. Ese fue uno de los proyectos más grandes que tuvo la empresa y que me interesó mucho. Representó un reto muy grande, porque en el área de servicio técnico se necesitaba una interfaz para verificar las cuentas y para que, al final, se vieran reflejadas correctamente en todos nuestros estados. Fue un trabajo arduo mapear actividades y levantar información tanto con el equipo operativo como con el equipo del proveedor de warehouse. Yo me ocupé de estos temas de sistemas, de coordinar también con el headquarter, que era Corea, y con Brasil, que era la regional de la empresa. No teníamos antecedentes porque era la primera vez que se levantaba la operación en la región, así que fueron meses de conciliar y de ver cómo hacíamos para ajustar, para enviar la información a los clientes, etc. Fue el proyecto más grande que vi en Samsung.

Tanto en Samsung SDS como en Nestlé, tu trabajo ha demandado que conozcas el negocio en general. Eso es importante para tu carrera.
Es correcto. He hecho una especie de auditoría interna y he necesitado conocer el quehacer de la otra persona, saber qué necesita para, desde mi posición, proveer el servicio, y que eso se traduzca en resultados y beneficios. He ocupado posiciones transversales.

Finalmente, ¿qué te pareció tu carrera de Negocios Internacionales en la Universidad de Lima?
Yo viví con mucho cariño la etapa universitaria. La Ulima es muy completa y ofrece mil y un oportunidades. A mí me encantaba quedarme todo el día en la Universidad, cuando era posible. Me gradué en el 2016 y en ese entonces su infraestructura me parecía espectacular. Ahora veo en redes sociales todo lo que tiene y lo que ha promovido y me parece aún más espectacular, si cabe la expresión. En mi época teníamos muchas herramientas, la biblioteca era muy buena, había espacios para participar en talleres artísticos, teníamos acceso a organizaciones como AIESEC y mucho más. La Universidad de Lima siempre se perfecciona. Hace muy buenos foros y webinars. Sobre la carrera en sí, todos los profesores son muy capacitados, lo que es muy bueno. Nos hablaban de sus experiencias en sus trabajos y estas conectaban con la parte teórica. Realizábamos visitas al puerto y a algunas fábricas para ver sus procesos de producción. Todo eso era parte de nuestra formación y nos ayudaba a ver por qué rumbo buscar nuestras prácticas. Asimismo, a través de la Universidad tuve la oportunidad de ganar la Beca Alianza del Pacífico y me fui a estudiar un semestre al Tecnológico de Monterrey. Ahí tuve contacto con personas de diferentes países, conocí otras culturas y desarrollé la habilidad de adaptarme. Fue una gran experiencia. Además, por medio de la Universidad, participé en CADE Universitario en el 2015. Siento que la Ulima impulsa a sus alumnos a ser más, a no quedarse en un salón de clases, a no quedarse con la teoría, y constantemente les da oportunidades para vivir experiencias nuevas.