17 de Octubre de 2022

“He aprendido a ser conciliadora”

Marisol Cuadros es una de las abogadas Ulima que han sido listadas en el ranking de The Legal 500. Se desempeña como jefa legal en Fibras Industriales, donde procura generar una cultura de prevención de riesgos. Asimismo, busca conciliar antes que pasar por un proceso judicial, que puede ser muy desgastante.

¿Cómo recibiste la noticia de haber sido listada en el ranking The Legal 500?
Muy contenta y en compañía de mi equipo y de las personas más allegadas a mí. Creo que The Legal 500 - GC Powerlist Peru 2022 es, en la actualidad, el ranking de mayor reputación para abogados in house. Este ranking, que a su vez tiene visibilidad en el exterior, evalúa la trayectoria profesional, el currículum y los logros obtenidos.

¿Desde cuándo trabajas en Fibras Industriales y cuáles son tus labores ahí?
Trabajo en Fibras Industriales desde hace casi diez años y me ocupo de todos los temas legales dentro del grupo empresarial, cualquiera que sea la rama: procesal, civil, administrativa, societaria, penal, acuícola o de construcción. Adicionalmente, me encargo de la parte laboral. En mi vida profesional en la empresa, en un principio, resolvía problemas; pero mi oportunidad de mejora como profesional se dio cuando me aboqué a prevenir las dificultades y no esperaba a que estas se produzcan, buscando elaborar estrategias que permitan la reducción de nuestras contingencias legales. Es imposible decir que una empresa no va a tener inconvenientes, pues todas las organizaciones y las personas los tenemos. Sin embargo, yo trato no solo de resolver las complicaciones, sino también de evitarlas o, en su defecto, de aminorarlas al máximo posible. 

¿Cómo lo logras?
En Fibras Industriales me han ayudado muchos colaboradores a tener una visión global e integral. Ello me permite revisar diversos aspectos, como seguridad y salud en el trabajo, recursos humanos, la normativa ambiental y, en general, el total de las aristas que pueda tener la compañía. Por otro lado, si hay un problema, las áreas de la empresa interconsultan y generamos un trabajo multidisciplinario y en equipo. Yo atiendo las solicitudes de áreas usuarias y de gerencias. Mi cargo no es el de gerente, soy jefa legal, pero soy el último control legal que tiene la compañía (a excepción de la rama laboral, donde emito recomendación). Por tanto, debo lograr sustentaciones coherentes y efectivas para la mejor resolución de los problemas y, a su vez, generar una cultura de prevención de riesgo. Mi cargo me ha demandado mucho esfuerzo, pero también me ha otorgado muchas satisfacciones.

¿Dónde has trabajado anteriormente?
He trabajado en estudios de abogados, lo cual ha representado una experiencia enriquecedora para mí porque tuve la oportunidad de ocuparme de varias ramas. Por otro lado, en un estudio se manejan diferentes horarios de trabajo. A la fecha, mi horario es de 8 de la mañana a 5 y 45 de la tarde. Muy pocas veces he tenido que hacer sobretiempo, aunque, de ser necesario, lo llevo a cabo, por supuesto. 

¿Qué retos profesionales has enfrentado a lo largo de tu carrera? 
Entré a Fibras Industriales como abogada societaria. Mis colegas me decían que el abogado debía enfocarse en una especialidad. Así, en mis primeros años de ejercicio me especialicé en derecho societario. Después empecé a capacitarme en tributario y laboral. Veo también todo lo relacionado con derecho administrativo (Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, y Sunafil). Mi mayor reto profesional ha sido no ser una abogada enfocada en una sola materia. No soy especialista en todas ellas, pero tengo una opinión sólida y fuerte, cuando menos, en seis ramas diferentes del derecho. Eso quiere decir que, en mi opinión, mi desafío ha sido abarcar esas ramas de manera adecuada. He aprendido a ser multidisciplinaria. También he aprendido a ser conciliadora, porque a veces nos centramos en ganar una pelea o una disputa, pero el tiempo que se pierde no se recupera y el resultado no es siempre predecible. Entonces, como consejera legal, debo ser honesta y plantearme: “¿Realmente vale la pena entrar a un conflicto?”. 

¿Podrías mencionar alguno de tus logros profesionales?
Hace ya algunos años tuve un caso —en realidad, derivó en un conjunto de casos— en el que la opinión dirimente era que no había forma de ganar y lo único que nos quedaba era conciliar y proceder a allanarnos a la demanda. Mi criterio era diferente. Aunque se trataba de enfrentar a compañías grandes y muy sólidas, mi opinión fue, primero, que debíamos ir a juicio, porque los montos implicados eran muy grandes y allanarse significaba una disminución considerable del patrimonio. Lo segundo se relacionaba con el argumento, del cual, cuando fue sometido a interconsulta con dos estudios de abogados importantes, la opinión profesional fue que no teníamos oportunidad de ganar. Sin embargo, mi razonamiento era que, si bien el hecho en cuestión no estaba especificado en la norma, una persona razonable debería entenderlo y declararlo fundado en favor nuestro, en base a una excepción. Hablamos de cómo cerrar un proceso en base a una excepción, y después de haber llegado a la última instancia nos dieron la razón. Luego de ganar esa vez, ganamos muchas veces más con el mismo criterio. Hoy sé que, cada vez que me enfrente al mismo conflicto, la solución será la misma. Solo que muy pocos creen que esa solución sea viable y que se aplique.

Por otro lado, ¿qué haces en tus tiempos libres?
Escribo narrativa, cuento corto. También practico deporte, unas dos horas por día, desde hace más de dos años. 

¿Has pensado en publicar tus cuentos?
Quisiera publicar un libro sobre mi vida. Las personas que me conocen me animan a escribir una biografía. Mi vida ha tenido muchas variantes, he ido desde las lágrimas hasta las risas y, en suma, pienso que he llevado una vida hermosa, divertida, y siempre estaré agradecida por ello. Con ese libro me gustaría que las personas aprendieran tres cosas que, en mi opinión, son fundamentales: 1) no darse por vencidas, 29 ser empáticas y 3) nunca dejar de aprender. Dicen que hay imposibles, pero yo he aprendido que los límites muchas veces los ponemos nosotros mismos a través del miedo al fracaso, y este miedo nos impide ir a la acción. A estas alturas de mi vida, cuando veo un problema al frente, no pierdo la calma ni busco culpables: busco soluciones. Y no me rindo. Si en algún momento no encuentro soluciones, asumo que debo cambiar el enfoque. 

¿Qué deporte practicas?
Me gusta hacer pesas. Soy muy metódica en mi entrenamiento. El deporte, sea cual sea el que practiques, genera una sensación de bienestar y tranquilidad frente a los problemas que no encuentro en otras actividades y que me permite mantener la calma y la fe en que encontraré la forma de que las cosas salgan como debe ser.

Por último, ¿cómo fue tu experiencia de estudiante en la Universidad de Lima?
Recuerdo con mucho cariño mi alma mater y a mis profesores y compañeros. Tengo el agrado de compartir un grupo de WhatsApp con mi promoción. De mis profesores recuerdo sus clases y sus enseñanzas. La Universidad de Lima, junto con mi experiencia laboral y mis mentores fuera de ella, han hecho de mí la profesional que soy.