13 de Junio de 2022

Trazando el camino del ciclismo artístico en el Perú

De ciclista urbana, Gracia Sotomayor pasó a ser ciclista artística. Empezó a practicar esta disciplina a los 29 años y ya ha participado en campeonatos internacionales y enseña a niños en Europa. Ahora su meta es difundir ese deporte en el Perú. Ella estudió Comunicación en la Universidad de Lima y vive actualmente en Bélgica. Ahí ayuda a la organización Indoor Cycling Worldwide en el manejo de sus redes sociales.  

¿Podrías contar de qué se trata el ciclismo artístico?
Esta es una disciplina poco conocida en el Perú. De hecho, aquí no se practica. Tiene bastantes años en Europa y es reconocida por la Unión Ciclista Internacional (UCI). Se trata de que los atletas realicen una serie de figuras sobre la bicicleta durante cinco minutos y, en competencia, estas figuras son calificadas según su grado de dificultad.

Antes de dedicarte a esta disciplina, ¿qué hacías en el Perú?
Yo trabajé en diferentes empresas y agencias de publicidad. Me encargué de varias cuentas por muchos años y, si bien aprendí bastante, de pronto me di cuenta de que esa vida tan estructurada no era lo mío, y encontré mi refugio en la bicicleta. Yo era ciclista urbana en el Perú. Primero usaba mi bicicleta solo para ir de mi casa al trabajo y viceversa, probablemente 12 kilómetros en total. Luego comencé a hacer rutas más largas, de 20 y 60 kilómetros, y una vez fui desde el Parque Kennedy, en Miraflores, hasta el kilómetro 120 de la Panamericana Sur. Por medio de grupos ciclistas, empecé a conocer a gente de todas partes de Sudamérica, entre ellos a un chileno que me mostró una revista en cuya portada había una chica que hacía ciclismo artístico. Yo me quedé maravillada. La joven estaba suspendida en el manillar. Inmediatamente me puse a buscar información sobre ese deporte y la encontré en inglés, no había nada en castellano. Hice una búsqueda del tema en redes sociales y conocí ahí a muchas personas que practican ciclismo artístico, sobre todo en Alemania.

¿Cómo comenzaste a practicar este deporte?
Mi primer acercamiento a este deporte fue en Bélgica, en el Campeonato Mundial de Ciclismo de Sala, en el 2018. Por primera vez, ahí, vi el ciclismo artístico en vivo y me pareció increíble. Muchas personas me preguntaban quién era yo, porque no habían visto a nadie que viajara desde tan lejos para ver este deporte. La mayoría eran atletas de Alemania, Hungría, Francia, Bélgica y Austria. No había ningún latinoamericano. 

¿Tú viajaste especialmente para ver la competencia?
Sí. Después quise saber más de ese mundo. Conocí a una entrenadora que me invitó a ver sus clases, en la ciudad de Worms, Alemania. Vi los entrenamientos por una semana y luego quise subirme a una bicicleta. Así que viajé a Hungría, a un pequeño pueblo llamado Bokod, para ver al atleta y también entrenador Martin Schön, a quien había conocido en el campeonato. Me hospedé con su familia por diez días, tuve aproximadamente cinco entrenamientos y luego regresé a Alemania, donde me quedé con la familia Rohleder, que decidió darme la oportunidad de vivir con ellos mientras aprendía ciclismo artístico. 

¿Cómo así te abrieron las puertas de su casa?
Es que tengo mucha suerte. Esa familia fue clave para mí, porque me ayudó de todo corazón a cumplir un sueño.

Finalmente, ¿con quién entrenaste?
Con Stefan Born, vicepresidente de Indoor Cycling Worldwide, una organización que promueve el ciclismo artístico. Stefan, quien también es entrenador, me dijo: “Si encuentras a un grupo de niños en el Perú, que quiera aprender este deporte, te podemos ayudar dándote algunas bicicletas”. Yo me quedé con esa idea en la mente. Él me entrenó en el club que está a su cargo, VfH Worms, y me enseñó las técnicas para enseñar a niños y así poder llevar este deporte al Perú. Tuve entrenamientos cuatro veces por semana desde septiembre del 2019, y en diciembre de ese año tuve mi primera participación en una copa pequeña, local. Yo era la única adulta entre niños de 11 a 16 años. Es que este es un deporte donde se empieza a entrenar desde los 6 años, y usualmente hasta los 25 como máximo. Yo empecé a entrenar a los 29. Aun así, participé en el campeonato mundial, representando al Perú.

Durante tu aprendizaje se presentó la pandemia de la COVID-19, ¿cómo afectó eso tu entrenamiento?
La pandemia me bajó la motivación. En ese momento me puse a pensar qué hacía yo, empezando un deporte nuevo, siendo una adulta. Fue un momento duro. En el 2020 no hubo campeonato mundial, pero luego levanté los ánimos y, en julio del 2021, decidí comunicarme con la Federación Peruana de Ciclismo para contarle que estaba participando en campeonatos de ciclismo artístico, que quería representar al Perú y deseaba contar con su apoyo. Después de algunos mails y un poco de insistencia y paciencia, conseguí el aval de la Federación Peruana de Ciclismo y pude representar al Perú en el Campeonato de Ciclismo de Salas, en Stuttgart, Alemania. Perú se convierte, así, en el primer país latinoamericano en tener representación en un Mundial de Ciclismo de Sala en la historia del ciclismo artístico.

¿Cómo es ese campeonato?
Tiene dos grandes disciplinas: el ciclismo artístico y el ciclobol, que es como jugar fútbol con una bicicleta. Fue una experiencia muy conmovedora para mí, porque soy la primera mujer latinoamericana en participar en un campeonato mundial de ciclismo artístico. Mi misión es no ser la única. Quiero que muchas más personas conozcan el ciclismo artístico, un deporte que combina balance, fuerza, flexibilidad y concentración. Yo no soy capaz de realizar tantas figuras como quienes llevan diez años entrenando. De hecho, soy la competidora con menor puntaje, pero soy la que más ha ganado, en el sentido de todo lo que he recorrido en dos años. He logrado participar en campeonatos mundiales y trabajo muy de cerca con Indoor Cycling Worldwide. 

¿Qué haces con ellos?
He traducido al inglés el reglamento, las metodologías de entrenamiento, los ajustes y la parte técnica que se necesita saber sobre este deporte. Estoy en proceso de hacer la traducción al castellano. 

¿Qué tiene este deporte que es tan motivador para ti?
Siento que este deporte es una herramienta de empoderamiento, por eso mi meta ahora es promoverlo. Creo que estoy entendiendo mucho sobre mí a través de su práctica. Estoy aprendiendo que la edad no importa para alcanzar un objetivo, que siempre puedo intentar, que debo tener mucha paciencia, porque hay figuras que tardan diez o cinco años en aprenderse, así que estoy entrenando mi paciencia, mi perseverancia y mi determinación. Y ya he logrado algunas cosas: entreno a una niña en Alemania y este año el campeonato mundial será en Bélgica y yo competiré en la categoría Élite Mujeres, que es la misma en la que participé el año pasado, en Stuttgart, Alemania. Este año el campeonato será en Gent, Bélgica, y para el próximo año quisiera llevar atletas al campeonato que será en Glasgow, Escocia. En Alemania, en el club donde soy atleta, también soy entrenadora. La meta principal de Indoor Cycling Worldwide es brindar apoyo para difundir este deporte, por eso me están dando las herramientas para enseñar a otros lo que estoy aprendiendo. 

¿En algún momento vendrías al Perú para dar clases, hacer demostraciones o fundar un club?
Precisamente, esta semana se están llevando a cabo entrenamientos modelo para que las personas puedan saber cómo se entrena, cuáles son las características de este deporte, para que conozcan la técnica. Una vez que yo me vaya, haré seguimiento de los entrenamientos a través de videollamadas para que las personas que se comprometan a entrenar puedan continuar desarrollándose en este deporte. También llevaré a cabo visitas regulares para enseñar cosas un poco más técnicas. Los interesados en este deporte pueden obtener más información en Ciclismoartistico.com y en mi cuenta de Instagram.

¿Cómo fue para ti estudiar Comunicación en la Universidad de Lima?
La Universidad de Lima es mi alma mater. Me formó para tomar decisiones, para identificar las conexiones necesarias que debo establecer para lograr una meta y me abrió muchas oportunidades, porque les da a los estudiantes el poder de hacer una investigación, de armar un proyecto, de crear algo. La Universidad me dio las herramientas, me dio un soporte y luego utilicé todas esas herramientas con Indoor Cycling Worldwide, pues los ayudé con el manejo de redes sociales y lideré la creación de su página web, con las comunicaciones y con todo lo relacionado con estrategia digital. Yo me especialicé en Publicidad y Marketing. Probablemente, si no hubiera tenido ese conocimiento, no hubiera podido tener el acercamiento que tengo hoy con Indoor Cycling Worldwide.