31 de Julio de 2020

En la partida de un emprendimiento legal

Tres abogados decidieron unirse y fundar un estudio donde pudieran aplicar no solo su experiencia, sino sobre todo su estilo de trabajo. Ellos son José Luis Velarde, Giancarlo Mazzocchi y Rafael Díaz. Giancarlo es graduado de la Universidad de Lima y para él lo más importante es guiar a sus clientes en el camino de la prevención. Así evitan muchos problemas legales.

¿Cómo te ha ido en el estudio en estos meses que lleva funcionando?
Muy bien. Facto, Litigios & Compliance es una boutique legal que atiende procesos judiciales, penales, laborales y civiles. También ve temas de compliance y cumplimiento normativo. La idea nació de José Luis Velarde y Rafael Díaz, dos abogados con experiencia de trabajo en estudios grandes que deciden abrir un estudio boutique. Ellos vieron la posibilidad de incorporar la parte laboral y civil, entonces me llamaron para sumarme al proyecto. Hemos formado una sinergia interesante. Mis socios venían de trabajar en estudios de abogados y yo en empresas.

¿Cuál es tu especialidad?
Yo veo todo lo empresarial. Siempre he trabajado para empresas, hasta el año 2017, en que me independicé. El tema empresarial, en realidad, abarca muchas cosas, temas laborales, civiles, tributarios, de protección de datos personales, capacitación en seguridad y salud, etcétera. Si bien es cierto que atendemos el tema judicial, la parte más importante de nuestra labor es la prevención y la capacitación continua.

¿Los clientes le dan importancia a la prevención?
Hoy en día, sí. Como las normas se han endurecido mucho, se aplican multas y hay responsabilidades penales por no tener ciertos sistemas implementados.

¿Qué temas previenen?
Seguridad y salud, por ejemplo. La prevención de accidentes de trabajo ha cobrado mucha fuerza, hay más fiscalizaciones y, si no está todo implementado, los representantes de la empresa responden a la justicia. Otro tema importante es el sistema de protección de datos personales. Cualquier tipo de información que maneja una entidad sobre una persona tiene que estar protegida, tanto desde la recepción de la información como el tratamiento y su depuración. Por otro lado, ahora es muy importante la implementación de los comités de prevención del hostigamiento sexual, que siempre ha existido, pero ahora existen sanciones drásticas y las empresas están obligadas a crear comités de protección.

¿Cómo funcionan estos comités?
Las empresas con más de veinte trabajadores están obligadas a formar un comité, el cual se elige con representantes de los trabajadores y con funciones determinadas, que incluyen la recepción de la denuncia, el proceso interno de investigación y la resolución final. Las empresas con menos de veinte trabajadores no tienen que formar este comité, pero sí requieren una persona encargada del protocolo de protección.

¿Dónde trabajabas antes?
Si nos remontamos a mis inicios, yo empecé a practicar en quinto ciclo. Pasé por algunos estudios de abogados y después estuve en gerencias legales de empresas, estuve en Ciano Trading, una compañía dedicada al catering y a la solución del abastecimiento en campamentos en zonas lejanas, así como mantenimiento en zonas remotas, limpieza de instalaciones, etcétera. A partir del 2017 me dediqué a la consultoría y ahora estoy en Facto, Litigios & Compliance.

¿Qué valores guían al estudio?
El tema ético es lo más importante, tanto con nuestros clientes como con los trabajadores y con nosotros mismos.

¿Qué expectativas tienes del estudio?
Ahora la idea es crecer, pero manteniéndonos en nuestro rubro, que es laboral, civil, penal y compliance. No nos interesa trabajar en un abanico demasiado amplio de temas. Personalmente, me aboco al tema de prevención, con la intención de que el cliente no llegue a tener contingencias. Es necesario buscar la forma de que esté cubierto, de que cumpla con todas las normas. Para ello es fundamental estar actualizado.

¿Qué recuerdas de tu época universitaria?
Tengo lindos recuerdos de esa época. Estudié con muchos profesores muy renombrados, había un gran compañerismo, siempre estudiábamos en grupo. Recuerdo que la mayoría de nosotros comenzó a practicar en quinto ciclo, lo cual era muy bueno, porque vas conociendo las distintas áreas del derecho y viendo en cuál te interesa especializarte.