28 de Septiembre de 2020

Emprendimiento verde

Negocios de plantas hay muchos. Pero el de Diego García se orienta a un público específico, que busca un regalo especial y una bonita presentación, y que valora una asesoría personalizada. Inició su emprendimiento mientras estudiaba Marketing en la Universidad de Lima. Ahora sus plantas se venden en tres tiendas y también a través de sus redes sociales.

La empresa de Diego es Ecodamas. Con ella crea nuevas colecciones en cada temporada, atiende pedidos de personas que viven en el extranjero y quieren darle un regalo a alguien que vive en el Perú. Más adelante, retomará sus planes de abrir una boutique de plantas.

¿En qué se diferencia tu negocio de otros similares?
Nos diferenciamos por ofrecer un valor agregado, como lo son el servicio personalizado, la asesoría y el buen servicio de posventa. Si un cliente tiene algún inconveniente con el producto, se lo cambiamos de inmediato, dentro del primer mes de la compra. Hemos identificado que esa posibilidad les gusta mucho a nuestros clientes. Pero, claro, nosotros evitamos ese tipo de situaciones vendiendo desde el principio productos de calidad. Otra diferencia es la presentación de nuestros productos y la innovación constante. Cada dos meses, lanzamos colecciones. Por ejemplo, ahora he lanzado una nueva colección con macetas de mármol. Anteriormente, lancé la colección cuarzo.

¿Dónde vendes las plantas?
Actualmente la marca está en Vernácula del Jockey Plaza, en Lima Bonita del Óvalo Gutiérrez y en El Cuarto de Maia, del Centro Comercial Caminos del Inca. Pero sobre todo vendemos en redes sociales.

¿De qué manera te ha afectado la pandemia?
En realidad, la pandemia no me ha afectado mucho. Mis productos son detalles que se pueden regalar. Incluso diría que en los últimos meses me ha ido un poquito mejor, independientemente de la pandemia, porque incursioné en una nueva categoría de producto, las orquídeas. Lo bueno es que han tenido mucha aceptación. Por supuesto, sí, ha habido un cambio con respecto a las ventas, porque he tenido que coordinar más cosas de manera virtual, pero eso lo veo como una oportunidad que he aprovechado. Hay personas que viven fuera del país y confían en nosotros para comprar un detalle y darle un regalo a alguien que vive aquí. Todo lo coordinamos a través de las redes sociales o de nuestro WhatsApp. Durante la pandemia, las redes sociales me han permitido crecer en el mundo virtual, ahora trabajamos con un community manager y contamos con muchas estrategias basadas en redes sociales, principalmente Instagram.

¿Cómo surgió la idea de emprender con plantas?
La historia de Ecodamas surgió mientras estudiaba en la Universidad. Éramos tres amigos, uno de Contabilidad, una de Administración y yo, que estudié Marketing. Nos conocimos en el primer ciclo de estudios, nos gustaba viajar por el país y queríamos generar nuestros ingresos fijos, así que ahí nació la idea de los tres, de emprender un negocio. Buscamos algo que no estuviera saturado y decidimos emprender con las plantas, casi como un juego. Tuvimos cierto temor, definitivamente, pero nos lanzamos. En el camino desistieron mis amigos y me quedé solo en el proyecto. Entonces invité a participar a un amigo diseñador gráfico. Con él, en el segundo año, constituimos la empresa Ecodamas Perú S. A. C. Ahora es mi socio.

¿Qué planes tienes con tu negocio?
Seguir creciendo, sin duda, y desarrollar nuevas marcas. Uno de mis objetivos es abrir una tienda física en un centro comercial, al estilo de una boutique de plantas. De hecho, ya estaba coordinando el tema, pero al llegar la pandemia el proyecto se quedó trunco. Otro objetivo es la creación de una nueva marca, que muy pronto estaremos lanzando. Es algo que me llena de emoción.

¿Has llevado algún curso de plantas?
La verdad es que a mi mamá siempre le han gustado las plantas y en mi casa siempre las ha cultivado. La situación era similar con mis dos amigos con los que iniciamos el proyecto. Por eso vimos la oportunidad de ingresar en este rubro. Más adelante, llevé cursos en la Universidad Nacional Agraria La Molina, con la finalidad de brindar una asesoría óptima a mis clientes. Muchas veces, ellos buscan algo personalizado, con determinadas características, así que hay que escuchar sus necesidades y, de acuerdo con ello, ofrecerles el producto ideal.

¿Dónde has trabajado anteriormente?
Practiqué en el Grupo El Comercio, en el área de Servicios y Fonoventas del portal Urbania. Me encargaba de supervisar las gestiones de venta de los teleoperadores y solucionar problemas del libro de reclamos. Conocí a muchas personas talentosas. También laboré en la tienda H&M y Skechers. Pero siempre tuve el deseo de ser emprendedor, así como tener trato directo con los clientes. Recuerdo que a los quince años vendía chocotejas y bombones por las calles de Jesús María.

¿Qué te pareció la Carrera de Marketing en la Universidad de Lima?
Estoy muy agradecido con la Universidad de Lima. No me equivoqué al elegir Marketing. Mi experiencia como marketero me ha permitido desenvolverme con facilidad en las áreas de administración, costos, derecho comercial, desarrollo de marcas y, sobre todo, me ha dado los conocimientos necesarios para dirigir mi propia empresa. Asimismo, fue una experiencia magnífica tener contacto con muchos profesores de alto nivel, que me motivaron a seguir con este sueño del negocio propio, que poco a poco se va haciendo realidad. También valoro mucho la exigencia de la Carrera, ya que ahora siento que todo es una sinergia de cosas que se ven reflejadas a nivel personal y profesional.