13 de Septiembre de 2019

Motivado por los retos financieros

Desde muy joven, Daniel Herrera tomó conciencia de que lo suyo eran las finanzas. Y no se equivocó. Hace casi 13 años que asume todo tipo de retos financieros en Belcorp, y está encantado con su trabajo y con la posibilidad que este le brinda de contribuir al desarrollo y empoderamiento de la mujer. En el 2010 lo nombraron gerente de Estrategia Financiera y, a lo largo de este tiempo, le ha tocado enfrentar varios retos que él disfruta al máximo, pues, como le inculca a su equipo de trabajo, cada reto es una oportunidad para desarrollarse. Estudió Economía en la Universidad de Lima, y su espíritu curioso lo llevó a aprovechar la infraestructura de esta Casa de Estudios y todas sus posibilidades de aprendizaje.

¿En qué puesto comenzaste en Belcorp?
Empecé como asistente de Tesorería y, a lo largo de los años, he hecho carrera en el área financiera, que es donde me gusta estar y donde me reto constantemente. En Tesorería he visto la parte más transaccional y operativa de la empresa y he participado en la evolución desde la tesorería operativa hasta la tesorería estratégica que hoy tiene Belcorp, que es admirada en Latinoamérica por ser una de las tesorerías más centralizadas y automatizadas de la región, la cual es un referente en círculos como el Union Finance Latam. Me hace sentirme particularmente orgulloso.

¿De qué se trata esta evolución de la tesorería operativa a la estratégica?
Cuando ingresé a Tesorería, esta se encontraba centralizada en el Perú. Había 4 tesoreros que trabajaban con 4 analistas de manera centralizada. Se ocupaban de todas las operaciones de Latinoamérica, en los 15 países donde Belcorp tenía y tiene presencia. Sin embargo, gran parte de la carga era transaccional, y se buscaba que esta tesorería tuviera un rol más analítico. En línea con eso, se trabajó un proceso para derivar la tarea transaccional y operativa hacia un área de banca de servicios compartidos en Colombia, en tanto que el área analítica se quedó en el Perú. Fue necesario cambiar el perfil de los colaboradores, que requerían un perfil analítico estratégico. Yo comencé desarrollándome en la parte transaccional, pero como tenía mucho ímpetu e interés por saber más, pude seguir desarrollándome dentro del área. Posteriormente, migré al área de Estrategia Financiera, que es donde trabajo actualmente.

¿Cómo es el área de Estrategia Financiera?
Aquí se ve la parte más pura y dura de las finanzas corporativas. Yo dejé de trabajar los temas de flujo proyectado, previsibilidad y cash management, y me enfoqué en el área estratégica financiera y de trading, que se ocupa de la estrategia de financiamiento del grupo a nivel consolidado, la estrategia de coberturas de riesgo, riesgos de liquidez, de fluctuación, de la tasa de interés, de monedas. Belcorp es una compañía que trabaja con muchas monedas, por eso se expone a riesgos de volatilidad política, somos el front directo con todos los bancos, a nivel de los 15 países, y ahora estamos en una nueva etapa en que desarrollamos fusiones y adquisiciones para, potencialmente, adquirir nuevas compañías.

¿Desde cuándo eres gerente de Estrategia Financiera y qué retos has asumido en este puesto?
Desde el 2010. Hemos enfrentado muchísimos retos; por ejemplo, en el 2011 la industria de la belleza y sobre todo de la venta directa crecía a doble dígito, estábamos en un ciclo expansivo del negocio de la venta directa. En ese escenario había una escasa penetración del retail, lo cual dejaba un espacio abierto para que la venta directa creciera a un ritmo acelerado. Adicionalmente, Belcorp tenía una presencia muy importante en el mercado venezolano, que era el más importante para nosotros. Pero, más adelante, como consecuencia del deterioro de la economía venezolana, decidimos salir de ese mercado. El hecho es que en el año 2011 éramos muy fuertes, teníamos planes de expansión importantes y eso dio lugar a que pudiéramos trabajar un préstamo con la Corporación Financiera Internacional (IFC), que es una rama del Banco Mundial. Conseguimos un financiamiento por 130 millones de dólares, lo cual representó un gran logro para el área y demandó un arduo trabajo y coordinación con diferentes áreas. Pude participar con expertos en el mundo de la belleza, realizamos visitas a las plantas y todo salió muy bien. Me involucré, inclusive, en la redacción del contrato, que es un documento voluminoso. Fue una experiencia única, un hito financiero muy importante, que trascendió a los medios de comunicación por la importancia de ese monto para una empresa peruana. Por otro lado, también he participado en la estrategia de cobertura de riesgos del grupo y la he gestionado directamente, sobre todo los riesgos de mitigación de tasa de interés y monedas. Esta compañía trabaja en diferentes países y está expuesta a la fluctuación del dólar, eso puede hacer que la utilidad sea mayor o menor, y parte de nuestra responsabilidad consiste en darle a la compañía la tranquilidad de minimizar el riesgo de volatilidad de la moneda.

Siempre hay que considerar muchos factores para tomar decisiones financieras; es un trabajo de análisis y una responsabilidad muy grande, ¿verdad?
Así es, siempre estamos monitoreando el mercado, somos el área antena del grupo, vemos todos los riesgos financieros que puedan afectarnos y, en función de eso, sugerimos lineamientos que son evaluados por la alta dirección y por la presidencia.

¿Cuáles son las características personales y profesionales que te permiten desarrollarte bien en tu trabajo?
Para que un financiero tenga éxito, lo primero que requiere es un alto sentido de curiosidad e insatisfacción permanente. Esa curiosidad, ese deseo de saber más es lo que nos guía a indagar nuevas soluciones a problemas que no siempre tienen un precedente de solución. Asimismo, se necesita una alta capacidad de análisis, el deseo de que las cosas salgan bien, el ímpetu para empujar el equipo y el liderazgo para que se logren los objetivos en el menor tiempo posible. Mi equipo es pequeño, somos cinco personas responsables de todo lo que he comentado, y es muy importante que el equipo entero tenga un estado de insatisfacción constante, que se rete, que se sienta motivado a dar resultados extraordinarios y contento de trabajar hacia el mismo objetivo.

¿Cómo les va con las tiendas que han abierto en algunos centros comerciales?
Actualmente Belcorp trabaja en una estrategia omnicanal. Antes el negocio estaba enfocado en la venta directa; hoy, el 99 % del negocio todavía es de venta directa, puerta a puerta, pero el objetivo es que Belcorp integre 3 canales de ventas: la directa, la venta minorista y el comercio electrónico. Belcorp ya tiene una presencia en tiendas, sobre todo en Perú y Colombia.

¿Cómo les va en el comercio electrónico?
Hemos tenido una campaña muy exitosa en los cyber days, pero todavía somos pequeños en ese rubro. La penetración del mercado digital en el Perú es de menos del 1 % de todo el negocio de belleza. En Brasil es 3,4 %; en Estados Unidos, 10 %; y en China, 20 %. Como país, nos falta evolucionar mucho en este campo.

Hace un momento hablaste de la importancia de la motivación en tu equipo de trabajo. ¿Cómo los motivas?
Parto de sus aspiraciones y sus expectativas en el terreno laboral. Los jóvenes quieren sentirse útiles, saber que aprenden, que participan en proyectos y ganan visibilidad, buscan un clima laboral donde la relación con sus jefes sea directa y sin barreras. Y ese es, precisamente, el escenario de trabajo que encuentran en Belcorp. Esta es una empresa Great Place to Work y muchos jóvenes vienen en busca de la cultura Belcorp, saben que acá encontrarán un excelente clima laboral y un lugar donde desarrollarse profesionalmente. Acá nos toca hacer esas expectativas realidad. En mi área, por ejemplo, hay un jefe, dos analistas y un practicante. Mi objetivo es que el jefe esté en la capacidad de asumir mi rol en caso de que yo me vaya. Al jefe le pido que tenga siempre a una persona, al menos, que pueda cumplir su rol en caso se retire, y el practicante tiene que estar preparado para ser analista. De otro lado, la comunicación es muy fluida y todos participan en proyectos retadores y motivadores, interactúan con diferentes áreas de la corporación, porque los proyectos son cruzados. Cada vez que se nos presenta un problema, los animo a enfrentarlo como una oportunidad de encontrar una solución. Eso hace que el equipo esté muy motivado y feliz ante la posibilidad de aprender.

¿Qué sientes por esta empresa?
Para mí, es una enorme satisfacción trabajar en esta compañía, que apoya el desarrollo de la mujer, permite que mi trabajo trascienda y me enfrenta a nuevos retos siempre.

¿Has viajado a otras sedes?
Sí, hace poco estuve en una ronda de bancos en Colombia y han recibido con satisfacción las noticias que les hemos dado respecto de nuestros resultados del año pasado. Belcorp resulta muy interesante para los bancos, porque diversifica muy bien su riesgo, al tener una presencia en 15 países de la región, por eso los bancos nos premian con menores tasas y menores costos.

Por último, si recuerdas tus épocas universitarias, ¿qué te gustaba más de la Universidad de Lima?
Yo valoro mucho el hecho de que la Universidad de Lima tenga todas las herramientas que necesita un estudiante para explotarse íntegramente. En la Ulima uno tiene múltiples opciones, actividades académicas, artísticas, el laboratorio bursátil, que era muy bueno cuando yo estudiaba y sé que ahora es mucho mejor. Yo aprovechaba mucho la Biblioteca, porque tiene mucha bibliografía actualizada y porque soy aficionado a los libros de historia. También iba a las videotecas de la Carrera de Comunicación y disfrutaba el visionado de películas que no están en el circuito comercial. En la Ulima hay una gran cantidad de información para desarrollar el conocimiento y cultivarse. Valoro mucho haber estudiado con profesores de primer nivel, con quienes pude compartir y explotar mi curiosidad. También considero muy importante que la Universidad esté siempre a la vanguardia en temas de infraestructura y tecnología, ofreciéndoles a los alumnos todo lo necesario para desarrollarse y sentirse cómodos.