Durante sus estudios de Administración en la Universidad de Lima, Claudia Castilla Velarde obtuvo un segundo grado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Salamanca, gracias a un convenio entre ambas instituciones. Esta experiencia permitió que Claudia descubriera su interés por trabajar en empresas globales y para conectarse con personas de distintas culturas y países.
Con el tiempo, ese deseo se convirtió en una realidad. Comenzó su trayectoria profesional con una práctica en una empresa del rubro farmacéutico, Bristol-Myers, en Lima, y luego desarrolló una sólida experiencia en cosmética en Belcorp, tanto en Lima como en Panamá. Claudia ha continuado el fortalecimiento de su carrera en Panamá, donde se desempeña como gerente junior de cadenas minoristas para una de las principales marcas en tecnología global: Samsung.
¿Qué experiencia ganaste en Belcorp, en Lima, que te abrió las puertas para desempeñarte profesionalmente en Panamá?
En Belcorp fui responsable de la gestión comercial de productos y de la supervisión de la fuerza de ventas. Durante este tiempo, desarrollé un valioso conocimiento sobre cómo motivar e incentivar a las asesoras para impulsar sus ventas y mejorar sus ingresos. Considero que la segmentación de clientes es un proceso clave para comprender mejor los diferentes grupos de compra, y así ofrecer productos personalizados que se alineen con sus intereses y necesidades. Además, fue muy importante desarrollar una buena relación con el canal de venta para entregar el mensaje correcto de los productos y así lleguen de la mejor manera al consumidor final. Mi traslado a Panamá representó un crecimiento profesional y una oportunidad para aplicar y maximizar todo lo aprendido en el Perú. Fue una experiencia de aprendizaje mutuo en la que enseñé y, al mismo tiempo, adquirí nuevos conocimientos.
¿Cómo fueron tus inicios en Belcorp?
Empecé en Belcorp como asistente, tras terminar mis estudios en la Universidad de Lima. Me desempeñé en esa posición durante un año. Luego, pasé a ser analista para la categoría de cosméticos en distintos mercados, y mi última posición fue como coordinadora de Planeamiento Comercial. En este rol, gestionaba todas las marcas e integraba estrategias para definir qué productos promover, con qué ofertas y cómo comunicar estos mensajes a la fuerza de ventas. Esta etapa fue fundamental para fortalecer mis habilidades de coordinación y trabajo en equipo, ya que trabajaba estrechamente con las directoras de ventas, quienes me compartían toda la información de campo necesaria para ajustar nuestras estrategias comerciales de forma eficaz.
¿Qué habilidades consideras que desarrollaste de manera especial?
Considero que mi habilidad de coordinación se potenció significativamente al unirme a Samsung, donde asumí un rol similar al que tenía en Belcorp, pero a escala global. Me convertí en el principal apoyo del equipo de ventas: identificaba y gestionaba las necesidades de cada mercado de forma estratégica. Esta experiencia reafirmó mi convicción sobre el valor de la fuerza de ventas: no hay mejor marketing que el de quienes tienen contacto directo con el cliente. La promotoría o fuerza de ventas es un factor determinante en la decisión de compra, ya que representa la cara humana de la marca, más allá del conocimiento del producto. La forma en que se trata al cliente refleja los valores y la identidad de la empresa. Esta es, sin duda, una de las lecciones más valiosas que he aprendido en mi trayectoria en ventas. Aprendí también a enfrentar desafíos como manejar la frustración y liderar temas complejos, habilidades que solo se desarrollan con la práctica y la exposición a situaciones de alto impacto. Para superar estos retos, considero esencial mantener una mentalidad abierta y no temer a lo desconocido. Estoy convencida de que cada desafío ofrece una oportunidad de aprendizaje y crecimiento.
¿Cómo es tu rutina de trabajo?
Mi rutina de trabajo es muy dinámica y exige una alta disponibilidad. Mantengo una conexión constante con el equipo a través de herramientas digitales como WhatsApp. Coordino incluso sábados y domingos, que es cuando se generan los picos de ventas de la semana. Junto con el equipo, utilizamos herramientas colaborativas, como Notion, para recopilar y compartir información en tiempo real, lo que nos permite estar alineados y al tanto de lo que ocurre en el mercado. La elaboración de reportes también es fundamental, ya que nos permite estar informados y reaccionar rápidamente ante cualquier cambio o necesidad. Mi enfoque principal es asegurar que todo lo planificado se ejecute correctamente. Para mí, la precisión en la ejecución es clave para el éxito, y esta es una de mis mayores responsabilidades: lograr que cada estrategia llegue al cliente de manera efectiva y refleje los objetivos de la marca.
¿Qué es lo que más te ha apasionado de tu trabajo?
Lo que más me ha apasionado de mi trabajo es la cercanía con las personas y el contacto directo con el mercado. Para mí, es muy enriquecedor recopilar las percepciones del punto de venta y canalizarlas hacia los equipos correspondientes para mejorar aspectos operativos y buscar formas diferentes de promover la venta al público. Esta cercanía con el mercado me da una perspectiva clara sobre las necesidades del cliente, lo cual es invaluable para adaptar nuestras estrategias y responder de manera efectiva. Disfruto mucho el reto de resolver situaciones de manera ágil y colaborar en equipo para alcanzar los objetivos de venta. Saber que puedo contribuir directamente al éxito de cada operación y a la satisfacción del cliente es lo que más me motiva y me impulsa a dar lo mejor de mí en cada proyecto.
En tu experiencia en Samsung Centroamérica, ¿cuáles han sido los mayores aprendizajes que has ganado?
La importancia de la coordinación y la adaptación en un entorno global. Trabajamos estrechamente con equipos de diferentes partes del mundo, especialmente con la sede en Corea, y la colaboración se lleva a cabo prácticamente en tiempo real. Esto me ha enseñado a ser ágil y precisa, ya que cada decisión y ajuste tiene un impacto inmediato en varios mercados. Además, he visto de primera mano la potencia de la marca y el valor del trabajo de las agencias para mantener a Samsung reconocible y única en el mercado. Las regulaciones y el cumplimiento normativo son muy rigurosos, lo que me ha permitido entender cómo una empresa global protege su branding y sigue procedimientos para garantizar que todo esté alineado con los estándares de calidad y reputación de la firma.
Este entorno acelerado y diverso ha sido muy enriquecedor, ya que me ha permitido colaborar con personas de diferentes culturas, todas enfocadas en objetivos comunes. He aprendido también la importancia de tener siempre un plan de respaldo y de estar preparado para cualquier eventualidad, adaptándome rápidamente a lo que el mercado requiera. Sin duda, esta experiencia ha ampliado mi visión profesional y ha fortalecido mis habilidades para gestionar operaciones y estrategias en un contexto global.
En cuanto a la relación con otras personas y el trabajo en equipo, ¿qué consejo darías a los jóvenes que todavía cursan sus estudios?
Mi consejo sería que vean la empatía como una herramienta de valor, ya que es clave para comprender no solo las estrategias de negocio, sino también para conectar y trabajar de manera efectiva con otras personas. Ser empáticos les permitirá entender mejor las perspectivas de los demás y adaptar su enfoque en función de cada situación. También es fundamental ser claros y estratégicos en sus interacciones, enfocarse en cómo abordar a cada persona para construir relaciones de confianza y respeto.
La comunicación abierta y el respeto mutuo son igualmente esenciales en el trabajo en equipo. Al expresar sus ideas de manera honesta y respetuosa, y al escuchar activamente las opiniones de los demás, podrán contribuir a un ambiente de trabajo positivo y colaborativo. La capacidad de trabajar bien en equipo es una de las habilidades más valoradas en el entorno laboral, y comienza a desarrollarse desde la universidad.
¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?
Tengo una lista bastante larga de pasatiempos, pero algo especial para mí es tejer. Durante la pandemia, compartía mis creaciones en Instagram, y poco a poco la gente comenzó a hacerme pedidos. Lo que se inició como un pasatiempo, se transformó en un negocio, y llegué a recibir encargos a nivel nacional. Desarrollé distintas líneas de productos, trabajé con marcas en piezas personalizadas, y siempre conté con el apoyo de mi madre, quien me enseñó a tejer. Mi página en Instagram es @crochetale.peru. Aunque tuve que pausar el proyecto cuando me mudé a Panamá, me encantaría retomarlo en el futuro y crear un equipo de tejedoras capacitadas para mantener la calidad en cada pieza.
Para terminar, ¿cómo viviste tu época universitaria en la Ulima?
Mi época universitaria en la Universidad de Lima fue muy enriquecedora y formativa. Valoro especialmente las experiencias de internacionalización que aproveché durante esos años. Una de las más significativas fue mi participación en AIESEC, en la cual tuve la oportunidad de trabajar en el área de Marketing, donde se promueve programas de intercambio que buscaban inspirar a los jóvenes a expandir sus horizontes, conocer nuevas culturas y aprender idiomas. Además, facilitábamos la llegada de personas extranjeras para que colaboraran en algunas ONG a través de programas temporales, ayudábamos en la selección de candidatos y fomentábamos su participación. Gracias a la Universidad de Lima, también obtuve el grado en Administración y Dirección de Empresas por la Universidad de Salamanca, de España, donde estudié un año. Fue una experiencia transformadora que me permitió conocer personas de diversos países y comprender distintas perspectivas. Al regresar al Perú, supe que quería trabajar en una corporación multinacional, con personas de diferentes culturas y aplicar ese conocimiento global que tanto me inspiraba. Sin duda, la Universidad de Lima me brindó las herramientas y oportunidades que me formaron para lograrlo.