23 de Noviembre de 2022

Comunicación estratégica para las empresas

En diciembre del 2021, Lucero Arteaga comenzó a trabajar como consultora sénior para el Perú en Axon, empresa de marketing y comunicaciones. Y en septiembre de este año, con cinco meses de embarazo, la ascendieron a gerente de cuentas para el Perú, Ecuador y México. Además, Lucero tiene un emprendimiento de accesorios para el cabello que ella misma elabora, gracias a que, de pequeña, su abuela le enseñó a coser. Su marca se llama Zaza Handsewn. Ella estudió Comunicación en la Universidad de Lima.

¿A qué te dedicas como gerente de cuentas para el Perú, Ecuador y México en Axon?
Entre mis obligaciones está revisar el trabajo que se hace dentro de la consultora en Perú, Ecuador y México. Eso quiere decir que superviso a los clientes de estos tres mercados. Me encargo de todo lo relacionado con la estrategia cuando llega un cliente nuevo o frente a un cliente potencial. Tengo un equipo local en cada país, con el que trabajo muy de la mano. Para mí, es muy importante que cada una de las personas de mi equipo desarrolle características de liderazgo. 

¿En qué consiste exactamente la consultoría en comunicación que brindan?
Yo trabajo en una consultora de comunicación 360, pero me enfoco en relaciones públicas. Atendemos temas de imagen reputacional, crisis reputacional, apoyamos a las empresas a nivel local y regional a crear estrategias de comunicación que les permitan tener visibilidad en sus mercados y ser líderes dentro de sus sectores. En concreto, armamos estrategias en prensa, con influencers, hacemos alianzas con algunas asociaciones y stakeholders, que son muy importantes para las empresas y las marcas, tanto nacionales como multinacionales. 

¿Trabajas con empresas de qué rubros?
De consumo masivo, retail, tecnología, seguros, etcétera. También con startups, que son una tendencia en los últimos años. 

¿Cuál es la importancia del manejo de la reputación en las empresas?
Es muy importante, sobre todo en épocas como la que hemos atravesado, por la crisis de la pandemia de la Covid-19. Vimos la necesidad de que las marcas se sensibilizaran más con los consumidores, con los usuarios y con la sociedad en general. Cualquier comentario que lanza un CEO o cualquier persona que trabaja en una empresa recae sobre la marca. Por eso es importante que nosotros trabajemos desde adentro, para poder comunicar hacia afuera la visión, la misión y los valores de la empresa. Lo que hacemos es generar un contenido que aporte a todos estos valores que construimos como marca, para que la conozcan, comercialmente hablando, para que también sepan que la marca, incluso en las malas situaciones o ante las desilusiones, está ahí, con uno. La reputación no es un trabajo de un día para otro ni de un mes ni de un año para otro. Lo que requerimos es un trabajo mínimo de seis meses para poder evidenciar algo hacia el primer año. 

¿Cómo se maneja una crisis de reputación?
Hay dos tipos de crisis para las empresas. Hoy en día surgen las crisis online, que son las más recurrentes. Además está la crisis tradicional, que se difunde en los medios de comunicación, en la televisión, la radio, los periódicos. Desde la agencia, siempre tratamos de acompañar a nuestros clientes desde el minuto cero. Hacemos reportes cada hora, dependiendo de la gravedad, pero previamente hacemos un mapeo de riesgos, y eso nos permite tener una idea de qué cosas podrían suceder que provoquen una crisis para así poder armar un plan de contingencia. De esta manera, la crisis no profundiza tanto. 

Actualmente estás embarazada. ¿Tuviste un ascenso en esta etapa de tu vida?
Así es. Me ascendieron al puesto de gerente de cuentas para Perú, Ecuador y México cuando tenía cinco meses de embarazo. La empresa apostó por mí y por mis habilidades. Eso me hizo sentir muy especial. 

¿Podrías comentar qué hacías en tus trabajos anteriores?
Yo comencé en el rubro de minería e hidrocarburos, en relaciones comunitarias, en Buenaventura y Coga, que es Compañía Operadora de Gas del Amazonas. Luego estuve en la consultora Llorente y Cuenca. Hice mis prácticas ahí y luego pasé por distintas agencias de comunicación, hasta que finalmente llegué a Axon. 

¿Has tenido oportunidad de viajar por motivos de estudio o de trabajo?
Sí, mientras estudiaba en la Ulima hice un intercambio estudiantil y viajé a la Universidad de Salamanca. Ese fue uno de mis objetivos al ingresar a la Universidad de Lima. Me fue muy bien, aprendí muchísimo. Pude tener esa experiencia un ciclo antes de terminar mis estudios, salí con puntajes muy buenos allá. Más adelante, apenas terminé la Universidad, hice una maestría en la Universidad Isabel I de España. Fue una maestría a distancia, en Comunicación Empresarial y Corporativa.

¿Qué acostumbras hacer en tus tiempos libres?
Tengo un emprendimiento que tiene su origen en la época en que vivía con mi abuela. Ella era costurera y me enseñó a hacer la ropa de mis Barbies y mis propios accesorios. En la pandemia, para usar el tiempo libre que tenía en algo productivo, empecé a coser accesorios para el cabello con una máquina de coser semiprofesional que me regalaron mis padres. Y comencé a rentabilizar, creé mi emprendimiento. Justamente lo estoy relanzando con una nueva imagen. He trabajado con influencers, he vendido mis accesorios en el Jockey Plaza y en El Baúl de Antonia. Yo misma los hago, a partir de materia prima que ya no tiene vida en el mundo textil, pues son telas muy pequeñas que no alcanzan para hacer un polo ni un jean, pero sí una vincha, por ejemplo. Utilizo eso para que no se desperdicie y no genere mayor contaminación ambiental. Mi marca se llama Zaza Handsewn. 

¿Qué quisieras lograr con tu emprendimiento?
Ahora estoy buscando algún albergue de personas que hayan pasado una mala experiencia y necesiten trabajar, que sepan coser, para trabajar con ellas, pagándoles un precio justo por su mano de obra. Eso es lo que tengo en mente para el próximo año. Quisiera que estas personas se empoderen y desarrollen nuevas habilidades. 

¿Qué te pareció tu carrera en la Universidad de Lima?
Yo soy fan de mi Universidad. Al volver del intercambio, tuve la suerte de encontrarme con la nueva malla curricular y tener no solo la opción de estudiar lo que me habían ofrecido al inicio, sino también de tener este nuevo plus y aprender un poquito más, gracias a la nueva malla. Me siento orgullosa de haber estudiado en la mejor Facultad de Comunicación que existe en el Perú. Los profesores son muy didácticos y tienen una gran capacidad de análisis. Cuando dábamos algunos exámenes, recuerdo que teníamos todos los materiales, pero ellos nos pedían procesar esa información y analizarla. La calificación iba más por el desarrollo de tus ideas. Otra cosa que destaco es el networking que te da la Ulima, tenemos un perfil muy bueno, que permite que seamos atractivos para el mercado laboral.