28 de Febrero de 2022

Un aprendizaje constante

Jose Olcese siempre quiso que su trabajo tuviera un impacto positivo en las personas, que le permitiera propiciar el desarrollo de comunidades de escasos recursos económicos. Hoy tiene una asignación en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), donde se dedica a temas de gestión del riesgo de desastres. Él estudió Comunicación en la Universidad de Lima.

¿Qué te llevó a especializarte en audiovisuales?
Ingresé a la Facultad de Comunicación con la intención de cursar la especialidad de Comunicación para el Desarrollo. No obstante, después de llevar algunos cursos de audiovisual y tener la oportunidad de trabajar en la Ulima como camarógrafo de eventos, decidí cambiar y optar por la especialidad de Gestión y Realización Audiovisual, pero me propuse trabajar, en la medida de lo posible, en la intersección del mundo audiovisual y el del desarrollo.

Finalmente lo lograste en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). ¿Qué haces exactamente ahí?
El nombre de mi cargo es un poco largo: voluntario ONU nacional especialista en comunicación audiovisual para el área de Gestión del Riesgo de Desastres del PNUD. Uno de los objetivos del Programa de Voluntarios de las Naciones Unidas es promover que los jóvenes también realicen voluntariado en agencias, fondos y programas del Sistema de Naciones Unidas. Es un puente que te permite conocer el sistema, involucrarte con los enfoques que tienen y desarrollarte como profesional. Yo soy voluntario ONU, cumpliendo mi asignación en el PNUD, que tiene el mandato de trabajar para el desarrollo enfocado en las personas bajo el lema “No dejar a nadie atrás”. En el área de Gestión del Riesgo de Desastres, a través de nuestros proyectos, buscamos principalmente el fortalecimiento del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres en el Perú y el fomento de resiliencia en poblaciones en situación de vulnerabilidad. Para este fin, estamos muy articulados con instituciones del Estado como el Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (Cenepred), el Viceministerio de Gobernanza Territorial de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) y otras agencias del sistema de Naciones Unidas como OIM, WFP, UNFPA, OCHA; y organizaciones como la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación (Cosude), el Bureau de Asistencia Humanitaria de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (BHA/Usaid), el Departamento de Asistencia Humanitaria de la Comisión Europea (ECHO), el Deutsche Post DHL, entre otros. Me encargo de coordinar los temas de comunicación entre los socios con los que desarrollamos los proyectos, así como ciertas actividades. También desarrollo estrategias de comunicación y productos concretos para el área en coordinación con el equipo core de comunicación de PNUD.

Con la llegada de la pandemia, ¿cambió mucho la dinámica de trabajo para ti?
Sí, la pandemia generó un cambio fuerte en la dinámica de la asignación. Antes, al llegar a la oficina teníamos un momento para conversar, preguntar cómo estábamos y luego coordinábamos qué iniciativas podíamos desarrollar en el marco de los proyectos. Teníamos muchas salidas de campo. Era muy bonito. Viajábamos mucho a Piura, región que el proyecto tenía como prioritaria y donde llevábamos a cabo un trabajo de recuperación de medios de vida para la población afectada por el fenómeno de El Niño del 2017. Trabajábamos con una asociación de productores de plátanos y con una agrupación de tejedoras de paja toquilla. Fue muy agradable tomarles fotos, grabarlos; pero sobre todo compartir con ellos, conocerlos, saber quiénes son.

¿Percibes una remuneración como voluntario?
El Programa de Voluntarios ONU ofrece cinco categorías para ser voluntario en las diferentes agencias, fondos y programas del Sistema de Naciones Unidas. Si bien nosotros no percibimos un sueldo, contamos con muchos otros beneficios que nos permiten desarrollarnos profesionalmente a través del voluntariado y llegar a considerarlo como una buena opción. Contamos con estipendio mensual, cobertura médica, oportunidades de aprendizaje, entre otros.

¿Cómo pueden llegar a ser voluntarios los jóvenes?
Registrando su perfil profesional en la Plataforma Unificada de Voluntariado (UVP). Una vez creado el perfil, se puede aplicar a oportunidades a nivel nacional e internacional, teniendo siempre en cuenta que su experiencia y sus conocimientos respondan a los requerimientos del puesto. Tras generar el perfil en la plataforma y postular, si ingresan a la lista corta, pasarán por una evaluación. En mi caso, me tocó hacer una prueba: me compartieron material audiovisual y edité un video en cuatro horas más o menos. El último filtro por el que pasé fue una entrevista. Es un proceso similar al de la postulación a un empleo. También sugiero seguir las redes de Voluntarios ONU en Instagram, Facebook, LinkedIn, donde se publican convocatorias para jóvenes de todas las carreras. En mi caso, postulé a una convocatoria de comunicación audiovisual.

¿Cómo describirías la experiencia del voluntariado?
La definiría como un constante aprendizaje. Es muy enriquecedor compartir con personas comprometidas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que no solo son nuestros marcos para la ejecución de proyectos, sino que son prácticamente nuestras guías para trabajar por un cambio a nivel nacional que contribuya a un gran cambio global, así como a la generación de una nueva convivencia que considere la erradicación de la pobreza, la equidad de género, el impulso de sociedades sostenibles, etcétera. Es gratificante recibir estas energías de otros voluntarios, pero también la experiencia de los funcionarios que laboran dentro de las agencias.

En estos tres años que llevas ahí, ¿cuál es el proyecto que más satisfacciones te ha dado?
Uno de los proyectos en el que más me ha gustado participar es el de Piura, que comenté anteriormente. Pero otro proyecto que también es genial es el de Aeropuertos Preparados, llamado también GARD, por sus siglas en inglés (Get Airports Ready for Disaster). Se enmarca en una alianza global entre el PNUD y el Deutsche Post DHL, y que en Perú se trabaja articuladamente con Indeci y BHA/Usaid. Es un proyecto muy grande. A través de visitas, se realizan estudios para evaluar las capacidades de los aeropuertos para responder frente a situaciones de emergencia o desastre, y así reconocer los aciertos, pero también proponer mejoras a fin de optimizar la respuesta. Se ha trabajado en algunos aeropuertos del Perú anteriormente, como el Jorge Chávez, la base aérea Las Palmas, los aeropuertos de Pisco, Chiclayo y, en el 2021, hemos podido realizar viajes de campo con todos los protocolos de bioseguridad requeridos durante la pandemia─ a Cusco, Arequipa, Pucallpa y Puerto Maldonado. Ahora, debido a la tercera ola, hemos tenido que detener un poco las actividades, pero ya está reprogramada la reactivación. Es genial porque no solo se trata de ir al aeropuerto y trabajar el protocolo, sino que también está la intención de impulsar la articulación entre las instituciones de cada aeropuerto, pero principalmente entre aeropuertos. Así, en caso de un desastre o una emergencia en Arequipa, por ejemplo, lo ideal sería que el aeropuerto de Cusco o alguno otro cercano pudiera trabajar coordinadamente para aliviar la carga de recursos que se movilizarían, como bienes y personal de ayuda humanitaria, con la finalidad de evitar cuellos de botella o duplicidad de esfuerzos.

Aparte de esto, ¿podrías comentarnos acerca de tu actividad laboral fuera del PNUD?
Además de mis prácticas preprofesionales en una ONG, trabajé en la Ulima como camarógrafo de eventos y, en el último ciclo, fui asistente de cátedra en tres cursos: Narrativa Audiovisual, Expresión Escrita y Análisis del Discurso. Cuando terminé la Universidad, postulé a un trabajo como jefe de práctica en un instituto audiovisual, donde estuve medio año, y posteriormente aposté por laborar como independiente. Tuve la oportunidad de realizar productos audiovisuales con algunos colegios y, un poco antes de ingresar a PNUD, estuve como profesor extracurricular de fotografía creativa y de cortometrajes a través de celulares (celumetrajes) para niñas y niños. En paralelo, he tenido la oportunidad de participar en diversos voluntariados desde que estaba en el colegio, lo que me ha permitido conocer y aprender mucho a lo largo de las experiencias y los años. Aparte de mi asignación actual como voluntario ONU en PNUD, otra que recuerdo con mucho cariño fue ser parte del equipo de Un Techo Para Mi País (hoy Techo).

¿Qué hacías en la ONG?
Entré como practicante, en calidad de asistente del programa EmprendeAhora, una iniciativa que buscaba capacitar a jóvenes en temas de emprendimiento fuera de Lima. Organizábamos talleres, había un proceso de selección, se becaba a unos 100 jóvenes, aproximadamente, y se les traía a Lima en tres oportunidades para recibir capacitaciones. La finalidad era que cuenten con los recursos necesarios para emprender en sus propias regiones.

¿Tienes algún pasatiempo?
Me gusta mucho montar bicicleta y a veces hago animaciones. Aprendí a hacerlas de forma muy amateur, pero posteriormente vi la oportunidad de llevar un par de cursos a través de un bono de estudios de la ONU. Le propuse a mi supervisor y él consideró que sería conveniente desarrollar esa habilidad, pues implicaba adquirir una herramienta para los productos audiovisuales que llevamos a cabo.

¿Qué te pareció estudiar en la Universidad de Lima?
La época universitaria fue uno de los mejores momentos de mi vida y allí hice mis mejores amigos. La Universidad de Lima te brinda muchas oportunidades, como el CEDOC, donde se puede ver películas; el CECOM, donde te prestan equipos para realizar producciones; la bolsa de trabajo Ulima Laboral, que te permite buscar prácticas y trabajos... Recuerdo que con un grupo de amigos participamos en algunas ediciones del concurso Corto de Boleto, y nos fue bien. La primera vez ganamos una mención honrosa, la segunda vez quedamos en segundo puesto, lo cual nos abrió la puerta para participar en un concurso de Sony, el cual ganamos. Con otros cortos también hemos tenido algunos reconocimientos, a través de DAFO, Cortos de Vista, etcétera. Fuimos un gran equipo para hacer cortometrajes. Tengo gratos recuerdos de mi época universitaria.