29 de Marzo de 2019

Una estrella en el ‘poomsae’

Todavía no aprendía las tablas de multiplicar, pero ya daba sus primeras patadas en taekwondo. Marcela Castillo Tokumori, ingeniera industrial por la Universidad de Lima, es una de nuestras mejores representantes en este deporte, y prueba de ello son los laureles deportivos que ha recibido en el grado de gran oficial.

Comenzó a practicar deporte a la edad de 5 años y ha llegado a ser la segunda mejor en el mundo en la modalidad poomsae, simulación de una pelea en la que se califica la perfección de los movimientos.

Explícanos, por favor, qué es el poomsae.
Es la modalidad de taekwondo que yo practico. No llega a ser una danza, pero es una combinación de técnicas de patadas y puños que simulan un combate contra un adversario. Se busca la perfección en cada movimiento. De chica aprendí todas las modalidades, pero desde los 8 o 9 años me dedico a esta modalidad, pues creo que va con mi personalidad.

¿Cómo es tu personalidad?
Me considero una persona muy detallista: quiero corregir hasta el mínimo punto, entrenar y buscar siempre mejorar. Me esfuerzo por realizar el movimiento más rápido, más fuerte, más preciso.

¿Qué diferencias importantes encuentras entre el taekwondo y otras artes marciales?
En el taekwondo, que es de origen coreano, se usan más técnicas de piernas que de brazos, sobre todo en la modalidad de pelea y en la de formas o poomsae. Además, el taekwondo demanda mucha flexibilidad, pone mucho énfasis en alcanzar la elasticidad en las patadas.

¿Qué valores has aprendido de esta disciplina?
Uno de los más destacables es la perseverancia. Como en todo deporte, el camino no es fácil, a veces sientes que ya no puedes, que te estancas o simplemente pierdes; pero es la perseverancia la que te hace seguir adelante. Por otra parte, el taekwondo me ha ayudado mucho a mejorar la concentración; lo noté sobre todo cuando estaba en el colegio. También ha contribuido a que me organice mejor para seguir los estudios y el deporte al mismo tiempo. También he aprendido a priorizar, porque ha habido momentos en los que le he dado más importancia a la vida escolar y otros, a mi carrera deportiva, a fin de tener un equilibrio.

¿Alguien de tu familia practica este deporte?
Mi hermano mayor. Él fue una de las razones por las que entré al taekwondo, pero él se retiró cuando ingresó a la universidad. Yo ya estaba muy enrumbada en este deporte, así que seguí. Pero sigo conversando mucho sobre taekwondo con mi hermano, y siempre le pido su punto de vista, le muestro mis videos y le pregunto cómo puedo mejorar alguna cosa.

¿Te parece que ahora más personas practican taekwondo que cuando tú empezaste?
Sí, definitivamente. Al inicio, éramos 7 personas en la selección y teníamos que cubrir todas las categorías. A partir del 2014 se comenzó a ver un aumento en los deportistas. Últimamente, hemos llegado a ser más de 30 en la selección. Eso está bien, porque somos deportistas de diferentes modalidades y categorías. Al ver que cada vez más personas practican taekwondo, me doy cuenta de que va a haber un buen futuro en este deporte. Incluso hay muchos niños en la selección.

¿Alguna vez has tenido una lesión importante?
Me he lesionado varias veces y he tenido que hacer una pausa en la práctica otras tantas. Tuve una lesión en el 2008 que me limitaba bastante el tema de las patadas, pues no podía estirar bien; pero después de 6 años me recuperé y en el 2014 ya estaba mucho mejor. En el 2016, sin embargo, comencé con otra lesión en las caderas y esta se mantiene hasta hoy. Es un poco complicado porque es una lesión a nivel de hueso, así que comparto mis días entre el entrenamiento y la terapia, y así lo voy controlando.

Ahora seguramente tienes los Juegos Panamericanos en la mira.
Así es, y en mi modalidad es muy interesante porque es la primera vez que el poomsae ingresa a los Juegos Panamericanos, así que se trata de un reto bastante grande. Además, me siento muy emocionada de que esta competencia se realice en el Perú, porque es la oportunidad de que nuestras familias y amigos nos puedan ver, algo único y muy especial. Por otro lado, me gusta mucho la idea de que las personas vean qué es el poomsae, que es poco conocido por no ser una modalidad olímpica. Ya que en estos juegos se integra el poomsae, cabe pensar que estamos avanzando y algún día será una disciplina olímpica.

¿Recuerdas alguna anécdota a lo largo de tu carrera deportiva que quieras compartir?
Tengo un recuerdo muy bonito del 2007, cuando participé en mi primer mundial. Tenía 14 años y viajaba con mi hermano a competir en Corea del Sur. Fue muy emocionante porque también mis padres viajaron, y no es común que toda la familia acompañe a los deportistas en una competencia. Fue lindo, una experiencia nueva. Es un recuerdo que me ha marcado. Además, fue el primer y el último mundial en el que participé con mi hermano, pues, desde que entró a la universidad a estudiar Medicina, quiso darles prioridad a sus estudios y dejó el deporte. Él ya lo había planeado así. Ahora practica, pero solo como un pasatiempo.

¿Cuáles son tus logros deportivos más importantes?
El más importante es el subcampeonato mundial del 2016 en la categoría sénior femenina. A partir de ahí, el Instituto Peruano del Deporte me reconoció con los laureles deportivos en el grado de gran oficial. Luego, en los Juegos Panamericanos del 2013 y del 2017, obtuve también medalla de oro en la categoría sénior.

¿Qué te pareció tu carrera de Ingeniería Industrial en la Universidad de Lima?
Me gustó mucho y me pareció bueno el enfoque que le da la Universidad de Lima a esta carrera, que es más empresarial. Me gustaron los cursos y me encantó la calidad de la enseñanza. Yo terminé de estudiar en el 2015, practiqué en administración y finanzas por un año, aproximadamente, y después trabajé como consultora de procesos hasta el año pasado. Este año he hecho una pausa en el trabajo para dedicarme 100 % a prepararme para los Juegos Panamericanos.