17 de Noviembre de 2011

Apasionados por las letras

Como ya es tradición, la primavera comenzó con la premiación de los ganadores de los Juegos Florales de Narrativa y Poesía y la presentación de ‘Un Vicio Absurdo’, la revista de literatura de la Universidad de Lima

Había una vez una universidad en la que los jóvenes, además de dedicar su tiempo y energía a sus obligaciones académicas y en muchos casos también laborales, practicaban un vicio favorable que les abría la mente y desarrollaba su sensibilidad. Aquel lugar es la Universidad de Lima; aquel vicio es el vicio de escribir, tanto cuentos que extravíen al lector en una arquitectura de ficciones, como poemas que inauguren por medio del lenguaje una puerta hacia mundos interiores y particulares. Estos alumnos, además, saben que cada año tienen la oportunidad de ser reconocidos por esa pasión que es la literatura, gracias a los Juegos Florales de Narrativa y Poesía. Este certamen, abierto a todos los miembros de la comunidad universitaria (alumnos, ex alumnos, personal administrativo y docentes), recibió este año más de cien trabajos. La premiación fue el 23 de septiembre, pero antes se presentó Un Vicio Absurdo, la revista de literatura de la Universidad de Lima, que cada año dedica sus páginas a un escritor. En este, el séptimo número, el elegido no podía ser otro más que nuestro nobel, Mario Vargas Llosa.

Nuestros narradores

El jurado de cuentos de los Juegos Florales 2011 estuvo conformado por José Güich y Selenco Vega, bajo la coordinación de Jorge Eslava, director del Taller de Narrativa. Ellos decidieron, luego de una detenida evaluación de los 68 trabajos presentados, otorgar el primer puesto a Julio Alberto Rincón Effio, con su cuento El cuadro; y el segundo y tercer lugar a Rodolfo Alejandro de la Riva Cachay, con el relato La vida del ángel, y a Luis Eduardo Gómez Dizama, con Sobre-edificaciones, respectivamente. Además, debido a la calidad de los trabajos, el jurado destacó a 6 autores con menciones honrosas: Betty Soto Fernández, por La puta intelectual; Olney Enzo Goin del Río, por El olor de la inocencia; Carlos Albert Medina Monrroy, por Diles, cadáver, que no es verdad; Renzo Mario Villagoya Arias, por Dado por muerto; Alberto Schroth Prilika, por Invidente; y Mercedes Castro Ayerbe, por Bisoño sexista.

Nuestros poetas

Por su parte, el jurado de poesía, conformado por Alejandro Susti, Wilfredo Lévano y Carlos López Degregori, después de revisar minuciosamente los trabajos presentados, acordó conceder el primer puesto al poemario Vacaciones de invierno, de Ana Carolina Quiñónez Salpietro, por la originalidad de las imágenes y su consistencia estilística y concisión. El segundo puesto fue para el poemario Amour à la carte, de Carlos Albert Medina Monrroy, por su carácter lúdico y su exploración irónica del lenguaje. El tercer puesto fue para Insomnio, de Claudia Andrea Falconi Arroyo, por su propuesta íntima y confesional. Asimismo, se otorgaron menciones honrosas a los siguientes poemarios: Único disparo, de Chiara Marina Culotti Sprinckmöller; Monster Truck, de Fiorella Alejandra Giribaldi Torrico; y Cámara oscura, de María Gracia del Rosario Morales Maldonado.