15 de Diciembre de 2016

Corto de alumnos Ulima gana concurso en México

Todavía no terminan la universidad, pero ya han ganado un primer premio importante para su carrera. Sebastián Plasencia, Úrsula Coello, Gonzalo Valdez, Jair Gonzales y Valeria Talavera, estudiantes de quinto ciclo de la Carrera de Comunicación de la Universidad de Lima, ganaron en la categoría Nivel Universitario del concurso mexicano Haz Corto con la Corrupción, con su video Superhéroe. Este certamen es convocado por la organización mexicana Líderes Ciudadanos Promoviendo la Cultura de la Legalidad y se lleva a cabo con el fin de promover valores cívicos y combatir la corrupción. El video ganador aborda el tema de la violencia familiar.

¿Qué los motivó a producir un corto de un minuto?

Sebastián: Lo preparamos para entrar al concurso de Canon, Tu Historia en 60”. Superafanosos, pero no clasificamos, y eso nos hizo sentir mal. El corto no solo estaba bien hecho, sino que trata un tema importante, violencia familiar, así que lo enviamos a diversas instituciones, pero nadie nos respondió. Se trata de un chico cuyo papá es abusivo y maltrata a la mamá.

¿Lo llegaron a ver otras personas? ¿Qué comentarios les hicieron?

Úrsula: Sí, lo vieron varios amigos y lo mostramos en clase, a todos les gustó. Dijeron que era muy fuerte.

Gonzalo: Incluso lo subimos a Facebook. A nuestros amigos les encantó. Eso nos subió la moral, aunque no logramos nuestro objetivo en el concurso.

Sebastián: Después me enteré del concurso Haz Corto con la Corrupción, le pregunté al grupo si estaban de acuerdo en participar y me dijeron que sí, así que lo mandé. No creí que clasificaríamos, porque las bases indicaban que la grabación tenía que estar en full HD y nuestro video estaba solo en HD. De todas formas, lo inscribimos.

¿Cómo les fue?

Sebastián: Un día revisé en Facebook y vi que publicaron las historias finalistas, había como 200 fotos y en ninguna salía el nombre de nuestro video (Superhéroe). Perdí toda esperanza. Una semana y media después, me llamaron de México. La sangre se me salió del cuerpo, me dijeron que éramos finalistas. Resulta que lo que habían publicado en Facebook era la lista de finalistas de historias, no de cortometrajes.

Gonzalo: ¡Era un subibaja de emociones! Primero la desilusión, después la alegría de ganar un concurso internacional con más de 500 competidores. Fue espectacular. Vimos la transmisión en vivo del concurso mexicano por Facebook.

Úrsula: Cuando perdimos lo de Canon y nos dijeron que entramos al concurso mexicano, yo no tenía idea de qué era eso. Sebastián nos contó emocionado, pero yo no le di importancia. Cuando pasaron la transmisión en vivo, yo estaba estudiando con Valeria, en su casa. De pronto vi la ceremonia de gala, en un auditorio con muchísima gente, ahí dije: ¡guau, esto era!”. Lo asimilé y me emocioné.

Gonzalo: Yo también había tirado la toalla para cuando el corto se fue a competir a México. No pensé que le iban a dar importancia a nuestro trabajo. Estando en mi casa, ni quería ver la transmisión en vivo. Mi mamá me animó y cuando llegó mi papá justo anunciaron que el mejor cineminuto era para un país latinoamericano. Luego dijeron que era para el Perú y, finalmente, la Universidad de Lima. Todos gritamos de emoción.

¿Cuál es la historia del corto?

Gonzalo: Yo propuse la historia. De niño, yo hacía que todo mi cuarto tuviera hilos, porque quería ser Spiderman. Cuando se presentó lo de Canon, Sebastián pensó que habría que hacer algo realista combinado con algo impactante, así que decidimos tomar mi experiencia y combinarla con la temática fuera de violencia familiar. Trabajamos en la historia de un niño que quiere ayudar a cambiar la situación de violencia en su casa y también quiere ayudar a otras personas. Le di la idea a Sebas, que es el director, él hizo el guion y los planos de las tomas. Yo también lo apoyé en eso.

¿A todos les gustó la idea?

Gonzalo: A mí me encanta, porque es mi experiencia, mi casa. Cada vez que veo el corto, me veo a mí de niño, obviamente sin golpes de por medio. Trato de verlo después de un tiempo y me veo otra vez, poniendo los hilos en mi cuarto, alucinando que ayudo a las personas. Y ahora ayudo, de hecho, pero de otra manera.

Valeria: Es muy bueno que este mensaje se transmita a otras personas. Mucha gente nos ha dicho que le ha gustado y le ha impactado.

¿Cómo?

Gonzalo: Pertenezco a YMCA Perú, asociación que realiza labor social en diversos lugares, como asilos. Con este corto pretendemos concientizar a cualquier persona que lo vea y a quienes hayan sufrido violencia familiar.

Sebastián: Fue una gran idea de Gonzalo. Tal vez nos faltó poner un número de ayuda para que tenga más repercusión. Nuestra intención es que la gente despierte, que se dé cuenta de que esto ocurre.

Jair: La violencia se muestra en el corto de manera sugerida. Sebas quería que se mostrara un gran moretón y la boca rota en la cara del niño, pero no la golpiza en sí. Yo sabía un poco de maquillaje, así que un día antes de grabar me junté con unos amigos del colegio y practiqué en el maquillaje. El moretón tenía que verse a través de la máscara. Fue un poco difícil trabajar con el primo de Gonzalo, por ser niño, pero la verdad es que colaboró bastante y se logró un buen resultado.

¿Cómo hicieron con la producción?

Sebastián: Queríamos que participe un actor, que es amigo de Úrsula y que antes ha actuado en otros proyectos de la Universidad. Pero al final, actuó el primo de Gonzalo. Fue un trabajo tremendo armar el escenario y poner todos los hilos.

Jair: Yo me encargué de la dirección de arte. Tuvimos que retirar algunos adornos para que encajaran los hilos. El cuarto de Gonzalo se convirtió en el de un niño.

Gonzalo: Yo guardo cosas de mi infancia, eso ayudó bastante.

Valeria: Yo hice la dirección de cámara.

Úrsula: Yo edité, junto a Sebas. Tenemos más o menos la misma visión, nos entendemos bien. Hemos hecho que los ángulos estén de tal forma que se vea estéticamente bonito, que se vea profesional y que impacte. Toda la carga del corto tenía que ir en la escena final. El espectador se queda perplejo con lo que ve.

Valeria: Fue divertido trabajar con el equipo. Todo lo hicimos en un día de grabación y el actor nos ayudó mucho, no se distraía. Tengo que reconocer que el director es un poco exigente, pero a mí me gusta trabajar así.

¿Tuvieron dificultades al momento de grabar?

Valeria: Sebas me hacía repetir algunas tomas como 50 veces… y el niño se aburría.

Jair: Fue un poco difícil grabar con los hilos, para mover la cámara, por ejemplo.

Úrsula: Para mí era difícil pasar el boom entre todos los hilos, sentía que no podía más. El corto duraba un minuto, pero nos demoramos cuatro horas y media en la grabación.

¿Recibieron apoyo de alguna persona?

Úrsula: Gladys Chávez, profesora de Técnicas Audiovisuales, siempre nos apoya. Ella es nuestra mentora, siempre le pasamos los cortos y nos da su punto de vista. También Julio Wissar nos ayuda mucho, es profesor de Posproducción Audiovisual.

¿Qué proyectos tienen ahora en mente?

Sebastián: Tenemos dos proyectos y queremos consolidarnos como una especie de agencia publicitaria. Por otro lado, estamos haciendo un video para YMCA Perú. Y queremos hacer un video sobre la bulimia, es un tema que estaba planeando desde el año pasado; no es tan tocado y se calla muchas veces. Será un video de unos 20 minutos con una buena historia y un trasfondo profundo.