19 de Enero de 2024

Egresados Ulima destacaron en concurso de Arquitectura

María Cristina Figueroa, Diego Corimaita y Claudia Almonte comparten una historia de retos, trabajos grupales, descubrimientos y triunfos. Ellos egresaron de la Carrera de Arquitectura de la Universidad de Lima en diciembre del 2023 y recientemente ocuparon el tercer lugar en el Concurso de Anteproyectos Arquitectónicos “Sede institucional de la CMAC Huancayo S.A”, como parte del equipo de Metha Arquitectos y del estudio colombiano Be.Maarch.

Ellos presentaron el proyecto “Paisajes verticales”, que propuso diseñar un edificio nuevo al lado de una casona ubicada en la zona monumental de Huancayo. Su trabajo integró ambos espacios por medio de un anfiteatro central.

¿Cómo así se unieron para crear el proyecto de la sede institucional de Caja Huancayo?
Claudia: Nuestros profesores de Arquitectura Jaime Sarmiento, jefe del Taller Vertical IV, y Favio Chumpitaz, jefe del Taller Básico F, ambos de la oficina Metha Arquitectos, con quienes yo trabajaba, me comentaron que estaban interesados en participar en este concurso y me propusieron invitar a mis compañeros a colaborar. Entonces pensé inmediatamente en Diego y María Cristina, y nos unimos para trabajar juntos. El proyecto se ha llevado a cabo en colaboración con Metha Arquitectos y la oficina de arquitectura colombiana Be.Maarch.

¿Cómo fue el proceso de llevar a cabo este proyecto?
María Cristina: Lo primero que hicimos fue planear cómo se debería distribuir cada uno de los pisos, según las necesidades que había. Un concepto importante fue la revalorización de la persona y su integración en el edificio que sería la nueva sede de Caja Huancayo. Nos organizamos de acuerdo con los planteamientos principales que debíamos cumplir y, con base en eso, avanzábamos.

Diego: Yo viajé a Huancayo para conocer las dinámicas sociales y espaciales. Fue una gran experiencia, porque me enteré de las necesidades que había.

¿Cuáles fueron los detalles del proyecto que presentaron?
Claudia: Había ciertos requerimientos que se indicaban en las bases. Por ejemplo, en cuanto a la casona, no podíamos volver a construirla, había que trabajar sobre lo que existía. Fue un reto grande, sobre todo porque estaba deteriorada y debíamos decidir cómo hacer el nuevo edificio en la parte posterior, que debía integrarse morfológicamente y compartir un mismo lenguaje con la casona. Por un lado, estaba la parte cultural, y, por otro, la modernidad. Desde el principio, nos distribuimos las tareas y tuvimos mucho cuidado de no afectar la fachada. Ha sido un trabajo en conjunto.

María Cristina: Fue un poco complejo, porque eran muchos espacios y teníamos que cumplir con las necesidades de los trabajadores, ponernos en su lugar para saber qué espacios debían estar vinculados.

¿Cuál era el deterioro de la casona?
Diego: Tenía problemas estructurales y había mucha humedad. 

¿El proyecto incluyó algún tipo de restauración de la casona?
María Cristina: Sí, se propuso una mejora a la casona, pero la intervención no sería invasiva.

¿De qué manera buscaron una conexión entre las oficinas nuevas y la casona?
Claudia: Definimos que las oficinas de atención al público se ubiquen en la casona, porque no queríamos que se forme un flujo de personas que ingresara desde la casa hasta el edificio. Esto complicaría mucho el recorrido en la primera y la segunda planta. En los primeros pisos del nuevo edificio, instalamos la zona cultural, que también tiene algunas áreas de oficinas. En el segundo piso, quedó la parte administrativa, la financiera, entre otras. En las bases, se establecía un escalonado para los últimos tres pisos, pero nosotros decidimos ponerlo también para los primeros, de manera que haya un umbral al ingresar desde la casona.

¿Qué han aprendido después de participar en este proyecto?
María Cristina: Lo que más valoro es la experiencia de haber trabajado con una oficina extranjera y una local, ya que tenían diferentes estilos de trabajo, que se integraron en el proyecto. Finalmente, ver los resultados fue muy satisfactorio para nosotros, por todo el esfuerzo que realizamos.

Diego: Ha sido muy bueno aprender de ambas oficinas. Eso nos nutrió de otras formas de trabajar y de otras alternativas, nos abrió la mente.

Claudia: Me gustó mucho coordinar con una oficina extranjera. Es la segunda vez que trabajo con este estudio, ya conocía su proceso de trabajo y he aprendido de ellos. Además, este fue mi primer proyecto como egresada de la Universidad, por eso fue muy interesante para mí entender y aplicar en el proceso creativo y de diseño todo lo que he aprendido en mis años de estudios, especialmente en un proyecto de esta magnitud. He sentido una gran satisfacción.

¿Cuál es la experiencia laboral de cada uno de ustedes?
Diego: Actualmente, trabajo como asistente de diseño y de supervisión en Della Arquitectos. Antes, ya había formado parte de un proyecto con Rama Estudio, una oficina de arquitectura ecuatoriana. La propuesta que presentamos ganó el concurso de anteproyectos organizado por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi), de Ecuador. El objetivo era transformar edificios públicos en viviendas de interés social. Esa experiencia y la de Caja Huancayo fueron muy enriquecedoras, porque me ayudaron a ver cómo trabajan los profesionales de mucha experiencia.

María Cristina: Trabajo como practicante profesional en Vértice Arquitectos, desde hace seis meses. Además, estudio un diplomado en diseño de interiores. Por mi parte, nunca había trabajado en un proyecto así, pero fue muy emocionante. Los tres egresamos de la Universidad de Lima hace pocos meses, así que fue algo muy importante para nuestra carrera profesional.

Claudia: Actualmente, soy arquitecta junior en una constructora llamada Proyecta Vertical. Llevo dos meses ahí. Comencé a trabajar muy temprano en Metha, cuando estaba en cuarto ciclo. Me inicié como pasante, luego fui practicante profesional y terminé como asistente de arquitectura. Con Metha y Be.Maarch, he participado en concursos, como el de la remodelación de la Plaza de Armas de Juliaca, con el cual obtuvimos el primer puesto.

¿Por qué eligieron estudiar la Carrera de Arquitectura y qué les gustaría hacer en el futuro?
Claudia: Siempre he estado muy involucrada con el diseño, en diferentes expresiones, no solo en la arquitectura. Me gusta el diseño de interiores y el diseño retail corporativo. Aplico todas las herramientas que aprendí en la Carrera de Arquitectura para desempeñarme profesionalmente. Más adelante, me gustaría tener una oficina, tal vez con María Cristina y Diego, si es posible. Tengo planeado estudiar un diplomado en diseño corporativo y retail, y titularme junto con María Cristina, que es mi pareja de tesis.

María Cristina: Elegí la carrera porque siempre he tenido una inclinación por el diseño, desde muy niña. Con los años, este interés se reforzó y tuve la convicción de que Arquitectura era la carrera en la que quería desempeñarme profesionalmente. Más adelante, me gustaría formar mi propio estudio.

Diego: Al principio, tuve ciertas dudas sobre qué estudiar. Siempre me interesaron las matemáticas y, luego, noté que me gustaba mucho el diseño y fijarme en los detalles, así que en esta carrera encontré un balance. Próximamente, espero titularme y hacer una maestría.

¿Qué les pareció su carrera de Arquitectura en la Universidad de Lima?
María Cristina: Creo que siempre ha tenido un grado de exigencia muy alto, lo que nos ha ayudado mucho, porque nos ha desarrollado aún más el sentido de responsabilidad. Hemos adquirido herramientas digitales y teóricas que nos han permitido desempeñarnos como profesionales. Estoy completamente satisfecha por todo lo que he aprendido y estoy muy agradecida con los profesores, que han sido una parte fundamental en mi formación profesional.

Diego: Comparto la opinión de María Cristina. Además de todo lo académico, la Ulima nos ha tratado de una manera personalizada. He tenido una experiencia muy grata no solo por los profesores, sino también por todas las personas con las que nos hemos relacionado y con nuestros compañeros. Todos han aportado de manera significativa para lograr lo que ahora estamos consiguiendo.

Claudia: Estoy muy satisfecha. Desde que ingresé a los primeros talleres, me di cuenta del grado de exigencia, y eso me gustó mucho. Valoro los retos que nos ponían los profesores, porque nos llevaron a superarnos cada vez más. Siempre recibimos su apoyo. Me gusta mucho la metodología de enseñanza. Diego, María Cristina, otros amigos nuestros y yo tenemos cualidades que nos permiten destacar de diferentes maneras, y hemos aprendido de todos.