26 de Octubre de 2022

“La consultoría laboral tiene un margen amplio de actuación”

Como consultora en derecho laboral y materias afines, María Katia García procura ejercer un derecho preventivo, que evite llegar a un litigio. Ella estudió su carrera en la Universidad de Lima, donde también llevó la Maestría en Derecho Empresarial. Además, se graduó con la calificación summa cum laude en el doctorado que siguió en la Universidad de Salamanca. Años atrás, ha sido gerente de la División de Asesoría Tributaria y Legal en Deloitte, y miembro del comité editorial y asesora de la revista Asesoría Laboral.

¿Por qué tomaste la decisión de desempeñarte como abogada independiente?
Estaba terminando mi segunda maestría y me preocupaba que, por las demandas de mi trabajo, no pudiera hacer mi tesis y titularme, así que decidí tomarme un año sabático para avanzar ese y otros temas que tenía pendientes. Durante ese año fueron surgiendo diversos trabajos que me permitían continuar en paralelo las actividades que había proyectado realizar, así que los fui desarrollando. Al final, cuando cumplí mis objetivos académicos, ya no vi necesidad de reintegrarme a una firma, a pesar de las ofertas que recibí, que igualmente agradezco, pues eran muy atractivas y desafiantes.

¿Qué temas trabajas en consultoría actualmente?
Derecho laboral y materias vinculadas. Eventualmente, otros temas de derecho empresarial (civil, societario, etcétera), pues la Maestría en Derecho Empresarial que cursé en la Universidad de Lima me permitió adquirir un conocimiento bastante amplio de la materia y temas empresariales, que reforzaron los conocimientos que había conseguido durante los estudios de pregrado. En líneas generales, procuro ejercer un derecho preventivo, que evite llegar a un litigio. Me parece que el deber de todos los abogados es aplicar correctamente la legislación, actuar con ética y procurar evitar conflictos innecesarios que impliquen una pérdida de tiempo y dinero, no solo a nuestros clientes, sino al sistema judicial.

¿Cómo ha afectado la digitalización el trabajo que realizas día a día?
La tecnología es un gran aliado para el desarrollo de las actividades profesionales, y la digitalización es un proceso que ayuda a desarrollar el trabajo legal, adecuándose a los estándares requeridos por las empresas. Ahora es posible manejar una mayor cantidad de información, desde su envío hasta su procesamiento y archivo, de una forma más eficiente y más segura. El uso de la tecnología ha ayudado a obtener mayor eficiencia y a manejar de mejor manera el tiempo. Desde marzo del 2020, la tecnología ha mostrado que puede ser un gran apoyo para el desarrollo de diversas actividades, y el uso de herramientas –como las plataformas de videoconferencias– ha permitido confirmar que la no presencialidad no tiene por qué afectar las relaciones comerciales y de servicios.

Hay mucha competencia en este rubro, ¿verdad?
Existen diversos estudios boutique y estudios con un área laboral, así como abogados independientes especializados en la materia. Eso es positivo, porque contribuye a un manejo técnico del tema. No siempre es posible evitar los conflictos, pero resulta mejor afrontarlos cuando se tiene a una contraparte asesorada profesional y éticamente. Eso puede permitir –si las circunstancias lo hacen posible– aplicar incluso formas voluntarias de solución de conflictos.

¿Cuáles son los mayores requerimientos de tus clientes?
La consultoría laboral tiene un margen amplio de actuación, incluso desde antes del inicio de la relación laboral, con la proyección de la oferta y el contrato de trabajo a ser propuestos, considerando las características del trabajador y su nacionalidad –que pueden determinar que también existan temas migratorios y tributarios por evaluar–, hasta el desenvolvimiento de la relación laboral y, en determinado momento, su conclusión. Además, la descentralización productiva y el uso de nuevas tecnologías ha determinado que las empresas requieran eventualmente servicios de intermediación laboral o de tercerización, o la realización de actividades a distancia. El campo de trabajo es muy amplio y variado, pudiendo tener características específicas de acuerdo con el sector económico en el que desarrollan sus actividades las empresas. En todo caso, lo que sí es general, es el interés de las empresas por cumplir adecuadamente sus obligaciones laborales, actuando dentro de los parámetros que les concede la ley, para evitar problemas posteriores, tanto con los trabajadores como con las autoridades. Contar con una consultoría legal oportuna y adecuada les permite concentrarse en desarrollar su negocio, que es lo que les importa más.

¿Qué diferencias o ventajas encuentras entre esta modalidad de trabajo y las anteriores, como independiente?
La mayor ventaja de ejercer actividades como abogada independiente es justamente esa, la independencia, la libertad para trabajar a mi ritmo y en mi propio ambiente. Claro que toda libertad implica también una gran responsabilidad, como la administración del tiempo y la generación de relaciones con personas y empresas para el desarrollo de mi actividad profesional.

¿Qué retos enfrentaste como gerente de la División de Asesoría Tributaria y Legal en Deloitte?
Los retos fueron diversos y se vincularon no solo con la prestación de servicios a los clientes, sino también con el desarrollo del área y la consolidación de un equipo de trabajo que permitiera lograr los objetivos planteados. Además, trabajar en una firma auditora implica necesariamente adaptarse a un grupo profesional más diverso que el de un estudio de abogados, incluso dentro del área, interactuar con abogados y contadores especializados en temas tributarios. En mi caso, que me había especializado en derecho laboral y estaba a cargo de esa materia dentro del área, eso implicaba un intercambio de ideas y perspectivas interesantes que, considero, enriquecía a todo el grupo. 

¿Qué satisfacciones te aportó trabajar en Deloitte?
Formar parte del equipo de una de las Big4, además de permitirme realizar trabajos macro, que excedían del ámbito local, posibilitó que conociera políticas y prácticas globales, tanto de la firma como de los clientes, y empresas multinacionales que realizaban actividades en el Perú en diversos sectores económicos. Además, debido al trabajo coordinado con otras áreas, pude conocer otras facetas de los servicios profesionales que se prestan a las empresas y trabajar con equipos multidisciplinarios.

¿Cómo fue tu experiencia como miembro del comité editorial y asesora laboral de la revista Asesoría Laboral?
Fue una experiencia muy bonita, pues la desarrollé apenas concluí mis estudios de pregrado. Tuve un jefe excelente y formamos un equipo de trabajo muy competente e integrado. La experiencia de escribir y desarrollar distintos proyectos editoriales en materia laboral y de seguridad social me ayudó a incrementar mis conocimientos sobre la materia. Además, la asesoría laboral me permitió conocer gran cantidad de problemas laborales y la mejor manera de resolverlos.  

¿Por qué es importante la asesoría laboral?
Toda empresa debe ser consciente de la importancia de mantener una relación adecuada con sus trabajadores. El hecho de que la relación de trabajo le otorgue al empleador una serie de facultades no implica que este las pueda ejercer irrestrictamente y sin límites. No solo porque debe cumplir la legislación y respetar los derechos laborales de los trabajadores, sino también porque debe respetar los derechos que ellos tienen en su calidad de personas y que no pierden durante la prestación de servicios a favor de su empleador. Además, es necesario conocer los criterios judiciales que se vienen dictando en los últimos años, tanto a nivel del Tribunal Constitucional como del Poder Judicial, antes de adoptar acciones o conductas que podrían generar una situación contingente para la empresa.

¿Cómo fue tu anterior experiencia en LGS Consultores?
Fue muy buena, pues era una firma boutique, con clientes importantes a los que se les podía dar una atención más personalizada. Fue una etapa que me ayudó a crecer profesionalmente y a ampliar mis conocimientos en derecho laboral y otras materias. Tuve la suerte de que se armara un muy buen equipo de trabajo, logrando una relación profesional y personal excelente. Un ambiente armonioso es ideal para poder desarrollar un trabajo en el que siempre se está contra el tiempo, con un sinnúmero de tareas por cumplir.  

¿Podrías comentar qué proyecto has desarrollado a lo largo de tu carrera que haya representado un reto importante para ti o que te haya aportado mayores aprendizajes?
Cada trabajo y cada proyecto implican retos, y uno está interesado en ejecutarlos de la forma más profesional y dedicada, para lograr el éxito. Quizá uno de los trabajos que recuerdo más, por la responsabilidad que implicaba, fue mi participación en due diligences (investigación de consultores externos) importantes, pues la revisión de la información y las opiniones a las que se llegaba luego de concluir el trabajo eran decisivas para la adopción de decisiones importantes a nivel de negocios. Ese trabajo podía tener dificultades adicionales en función de las características del target y la documentación que estuviera dispuesta a suministrar. 

¿Qué recuerdos tienes de tu época de estudiante en la Universidad de Lima y qué valoras de esos tiempos?
Ingresé a la Universidad de Lima a través de su centro de estudios preuniversitarios, la Pre Lima, que había organizado un curso para escolares que estaban terminando la secundaria, con clases que se dictaban en la propia Universidad, en el Edificio D (hoy, D1), el que más frecuentaría después. Recuerdo que el grupo de estudiantes con el que comencé mis estudios de Derecho era muy estudioso, entusiasta y, ciertamente, competitivo. Luego de Estudios Generales, un buen grupo tomó las mismas clases, aun cruzando horarios entre las diversas secciones. De esa época valoro mucho el ambiente de la Universidad, la organización y los profesores. Fue una época muy importante, en la que pude aprender mucho. Si bien era un momento complicado para el país, pues fueron años en que el terrorismo nos atacaba con fuerza y eran comunes los apagones y otras dificultades, la Universidad seguía funcionando normalmente, lo cual nos dio estabilidad, no solo en los estudios, sino a nivel personal, pues cuando muchas cosas fallan, el que otras se mantengan estables es muy importante.

Más adelante, ¿cómo fue tu experiencia en la Maestría de Derecho Empresarial en la Ulima?
Si bien estudié la Maestría hace un tiempo, recuerdo mucho el ambiente académico y el intercambio de ideas con mis compañeros y profesores. El interactuar con un grupo heterogéneo, con abogados que estaban desarrollando su actividad profesional en distintas áreas del derecho, permitía ampliar los conocimientos y la perspectiva de los temas que se planteaban en los cursos. Fue una etapa con muchos retos, pues llevé todos los cursos que se abrían cada ciclo y terminé los estudios de maestría en dos años. Eso implicaba no solo asistir a las clases, sino estudiar las materias y preparar los trabajos que se dejaban en cada curso, mientras en paralelo continuaba trabajando. 

Por otro lado, recientemente te graduaste como doctora con el grado summa cum laude en la Universidad de Salamanca. ¿Podrías comentar cuál fue el grado de dificultad y cómo te organizaste para estudiar y trabajar al mismo tiempo?
Los estudios de doctorado implican sobre todo la realización de una tesis doctoral, de una materia que resulte de tu interés y que permita analizar un tema a profundidad. Esto, obviamente, requiere tiempo y concentración. Además, los viajes a España durante el doctorado implicaban que tuviera que organizarme de la mejor manera, a fin de que esas actividades no afectaran mi trabajo. Definir un método me costó un poco, pero encontré que, en mi caso, funcionaba destinar un tiempo específicamente a investigar y redactar cada punto de mi tesis, dedicarme a cada tema las horas o días que se requiriesen, una especie de investigación vertical y no horizontal, que me permitiera una mayor reflexión y análisis de cada tema en particular. Esto, luego de haber hecho un acopio de fuentes bibliográficas importante y de haberlas leído previamente. Muchas personas prefieren ser multitasking y realizar varias actividades en paralelo, pero a mi parecer, para el desarrollo de una investigación académica, resulta mejor concentrarse solo en ese tema y destinarle periodos de tiempo que, en la medida de lo posible, no se interrumpan con otras actividades. Las técnicas de investigación ciertamente son personales, y deben ajustarse a las circunstancias del investigador, lo importante es tratar de avanzar y no perder el entusiasmo. Pese a las dificultades que se puedan presentar, hay que perseverar.