19 de Febrero de 2021

Una carrera internacional en recursos humanos

Claus Hanspach empezó a trabajar en PepsiCo en el 2007, mientras cursaba el último año de la Carrera de Administración en la Universidad de Lima. Entró como practicante al área de Recursos Humanos, en un rol para la Región de Latinoamérica. Al terminar sus estudios, fue contratado en la posición de HR business partner para la Región Andina. Entonces tenía veinticuatro años y le tocaba viajar a Colombia, Venezuela, Ecuador y de regreso al Perú todas las semanas. Desde entonces, ha pasado por distintos cargos y hoy es vicepresidente de Total Rewards de Latinoamérica en la misma compañía. Ha conocido muchos países y ha trabajado con personas de diferentes culturas.

¿Recuerdas cuáles fueron tus primeros retos laborales cuando comenzaste tu carrera profesional?
En esa época, el reto era posicionarme y demostrar que podía tener una carrera exitosa en una compañía tan grande como PepsiCo, que a nivel mundial opera en doscientos países. Yo era la persona responsable de recursos humanos para cuatro países. No dudé en poner en práctica todo lo que había aprendido en la Universidad. Estuve en esa posición aproximadamente dos años y medio y fue muy interesante, porque conocí diferentes culturas y llevé una agenda bastante compleja, con distintas realidades. Ese fue mi primer reto como profesional. Creo que el tema de adaptabilidad, conocer el negocio y definir una agenda de recursos humanos fue lo primero que debí afrontar. Lo bueno de PepsiCo es que te permite ser curioso e intentar cosas, aprender, proponer y seguir creando.

¿Cómo fuiste ascendiendo en la empresa?
En el 2010 me ofrecieron un puesto como gerente en México, para liderar la agenda de compensaciones y beneficios para Latinoamérica. Fue así que, a fines del 2010, con veintiséis años, me mudé a México. Ahí encontré un mercado gigante. El negocio de PepsiCo México Alimentos es el más grande que tenemos fuera de Estados Unidos. Después de cuatro años en ese país, logré una promoción como director en nuestra oficina corporativa en Nueva York para manejar una agenda global. Aprovechando que estaba en esa ciudad y como parte de mi propio plan de desarrollo, me dieron la oportunidad de operar los dos negocios más grandes que tenemos en Estados Unidos y Canadá. Allí estuve unos meses y fue una especie de prueba de fuego para el siguiente reto: un rol global como responsable del diseño de compensaciones para ventas y operaciones. Me tocó tener un equipo virtual en distintas partes del mundo y viajar a nuestros negocios en India, Turquía, España, Reino Unido, etcétera. Una experiencia genial que me preparó para asumir el rol actual como VP de Latinoamérica, basado nuevamente en México.

¿Cómo te ha ido en el 2020, cómo ha afectado la pandemia tu trabajo?
Como toda empresa, nos hemos ido adaptando a la virtualidad en algunas áreas. El 2020 nos ha empujado a ser mejores en lo que hacemos, teniendo como prioridad número uno el trabajar en la seguridad de nuestros empleados. Por ejemplo, hemos tenido que analizar en tiempo real qué tipo de beneficios son más valiosos en esta nueva realidad y cuáles no lo son tanto para nuestros empleados y para el talento externo. Hemos ofrecido la opción de la telemedicina, lo cual está en el radar de muchas empresas, y trabajamos con mucha flexibilidad. Hoy, estar muy conectados con nuestros empleados y con el mercado se ha vuelto aún más importante.

¿Nos puedes comentar algún proyecto que hayas desarrollado y que haya sido muy importante para ti?
Me siento muy orgulloso de haber contribuido a la digitalización en la agenda de compensaciones. Hace unos años me tocó vender un proyecto a nivel mundial en donde automatizamos nuestro proceso de pago variable, mientras usábamos tecnología para brindar visibilidad al empleado. Hicimos un piloto en India, otro en Turquía y hoy en Argentina y México, y esto se seguirá implementando a nivel mundial.

¿Cuántos años llevas ya en PepsiCo?
Empecé de practicante y sigo haciendo carrera aquí, después de catorce años. Yo soy muy curioso y me gustan los retos, y esta es una compañía con muchas oportunidades, donde si uno entrega resultados y toma el control de su carrera pueden abrirse oportunidades increíbles de aprendizaje y crecimiento. Por eso he podido moverme del negocio de bebidas al de alimentos, del Perú a México, de ahí a Nueva York y hoy me encuentro en el puesto al que soñé llegar cuando empezaba mi carrera. Me siento muy contento de trabajar acá y de que la compañía explote la creatividad de las personas al máximo. Creo que PepsiCo es la empresa perfecta para mí, porque tenemos varios modelos de negocio y países donde explotar nuestro potencial.

¿Qué cualidades personales te han ayudado a lo largo de tu carrera?
Creo que haber estudiado Administración me ayuda mucho a desempeñarme en Recursos Humanos. Recuerdo que en la Universidad estudiábamos finanzas, operaciones, marketing, y sosteníamos discusiones con líderes de negocios. Eso me ayudó mucho. Algo que bromeo con mis amigos de la Ulima hoy es que durante los estudios yo no me veía trabajando en Recursos Humanos, pero he podido hacer carrera en esta función que me terminó enamorando. Eso nos enseña que uno puede encontrar sorpresas interesantes durante la carrera profesional.

¿Qué te gustaría hacer en el futuro?
Desde el plano profesional, me encantaría vivir otras realidades que no me han tocado al cien por ciento, por ejemplo, trabajar en Europa o Asia. También me gustaría dejar un legado a las siguientes generaciones, y en eso trabajo constantemente con mi equipo, para que todos tengan las mismas oportunidades que me dieron a mí a temprana edad. Me gustaría que más personas tengan la oportunidad y la capacidad de cambiar de país y desarrollarse al máximo.

¿Qué deporte practicas con regularidad?
El deporte ha sido muy importante para mí toda la vida. Hace dos años empecé a practicar bicicleta de montaña, aprovechando que México tiene lugares increíbles para ello. Pero el deporte con el que más me relacioné años atrás fue el atletismo: competí tanto en el colegio como en la Universidad. Llegué a ser campeón nacional, conseguí un récord nacional y tuve el gusto de competir por la Ulima. Es el deporte en el que más tiempo y dedicación he invertido.

¿Qué prueba de atletismo realizabas?
Hacía cuatrocientos metros con vallas y decatlón. Esas épocas las recuerdo con mucho cariño. Me ayudaron a formarme con disciplina y perseverancia. Hoy practico deporte con mis hijos, sé que les ayudará mucho en la vida.

¿Qué recuerdos tienes de la época en que entrenabas y representabas a la Universidad de Lima?
En esa época entrenaba de lunes a sábado. Recuerdo que los veranos íbamos a entrenar a la playa, de siete a nueve de la mañana. Era bastante sacrificio, pero eso me permitió muchas satisfacciones. Además, toda mi familia entrenaba. Mi papá estaba en la categoría máster y mis hermanas también entrenaban. Fueron como siete años entrenando bastante fuerte, incluso en familia, lo cual disfrutábamos mucho.

¿Qué valoras de tus años de estudiante en la Universidad de Lima?
Haber estudiado Administración en la Universidad de Lima me ha dado muchas herramientas para tener discusiones de negocios muy interesantes, desde una perspectiva de recursos humanos. Puedo conectarme muy bien con mis pares que cumplen otras funciones y eso ayuda mucho. Desde muy temprano, la Universidad nos tenía muy atentos a los hechos que ocurrían en el mercado, lo cual es crucial en mi carrera. Lo otro es el tema de las presentaciones. Nos las tomábamos muy en serio y siempre queríamos ser el mejor grupo exponiendo. Esas fueron las cosas que más disfruté en mi época de la Universidad. Hoy, saber plasmar nuestras ideas durante una presentación de negocio es clave. Digamos que tuve un buen entrenamiento con todo lo que los profesores nos pedían, y lo agradezco mucho.