01 de Abril de 2024

‘Content marketing’ desde el enfoque de un ingeniero

Como socio y director de Estrategia en la agencia de marketing de contenido Make, César Duarte se ha encargado de la internacionalización de esta empresa, a la que ha logrado expandir a Estados Unidos, México y Ecuador.

Su formación como ingeniero industrial por la Universidad de Lima le facilita el ordenamiento de los procesos, así como el logro de una mayor productividad y eficiencia.

¿En qué año te hiciste socio de Make y qué haces actualmente en la agencia?
Estoy en Make desde noviembre del 2018. Fui invitado por un amigo a formar parte de la empresa, en la que actualmente somos cinco socios. Cuando me uní, la agencia se llamaba Modo Beta y estaba enfocada en el desarrollo de productos digitales, como aplicaciones y páginas web. Con el tiempo, la unidad de Marketing Digital y Contenido creció debido a la demanda de las empresas. La oportunidad de cambiar de rumbo se presentó cuando comenzaron a preguntarnos si también creábamos contenido. Gracias a esto, la unidad de negocio creció significativamente y, como empresa, decidimos de manera estratégica cambiar nuestra dirección y convertirnos en una agencia de contenido, a la que le pusimos el nombre de Make. Aunque aún desarrollamos páginas web y aplicaciones, no es nuestro enfoque principal.

Me encargo de que la agencia crezca, me aseguro de que sea rentable y me ocupo de los planes de expansión, que incluyen abrir sedes en otros países. Hace tres años, comenzamos a operar en Estados Unidos, donde tenemos un cliente importante. El año pasado, por invitación de PromPerú, fuimos a Ecuador y México para participar en ruedas de negocios. Vimos que esos mercados tenían bastante potencial y decidimos abrir empresas en ambos países. Ahora, ya tenemos un cliente en México y, en Ecuador, estamos en proceso de conseguir nuevos clientes.

¿Cómo se ha dado la expansión internacional?
Hace tres años viajamos a Estados Unidos, después a México y Ecuador. En cada uno de estos países expusimos lo que hacemos frente a potenciales clientes. Este año queremos ingresar a Miami, ya que vemos muchas oportunidades en ese mercado. La idea es expandirnos a más países y explorar nuevas oportunidades de negocio y tendencias en marketing digital, marketing de contenido y desarrollo de productos.

¿Cómo aprovechan la tecnología en el trabajo diario, especialmente la inteligencia artificial?
Nuestro rubro está muy marcado por la inteligencia artificial y por eso la aprovechamos al máximo. En nuestro equipo, contamos con diseñadores y redactores. Los redactores publicitarios arman su artículo y la inteligencia artificial les ayuda con algunas correcciones. Es una herramienta que nos potencia. Todo el equipo está capacitado en ChatGPT, para el caso de los redactores, y en Meet Journey, en el caso de los diseñadores, además de las plataformas de inteligencia artificial que vienen con Adobe. Es esencial tener al equipo capacitado en estas herramientas, que propician una mayor creatividad y generan eficiencia en la producción de contenidos, además de acelerar los tiempos.

Es poco común que ingenieros estén al mando de una agencia de marketing de contenidos. ¿Cómo te sientes al respecto?
Somos diferentes a otras agencias, porque introducimos la ingeniería en la producción de contenido. Los ingenieros siempre buscamos ser más productivos a menor costo y, para eso, nos apoyamos mucho en la tecnología. En esa línea, hemos creado nuestra propia plataforma, un software interno que nos facilita acelerar la producción.

¿Qué factores les han ayudado a crecer?
Por un lado, estar atentos a nuevas oportunidades en el mercado y buscar constantemente maneras de ser más eficientes. Por otro lado, darnos a conocer y colaborar con otras empresas. Durante un largo periodo trabajamos solos, pero con el tiempo nos hemos enfocado en establecer relaciones sólidas con otras compañías y organizaciones. Formar parte de la Cámara de Comercio Americana y la Sociedad Peruana de Marketing nos ha dado la posibilidad de conocer a otras empresas del sector y establecer alianzas con ellas, lo que es clave para nuestro crecimiento. Por ejemplo, nosotros nos especializamos en content marketing, mientras que otra agencia se centra en marketing automation o e-commerce. Al unir esfuerzos, creamos sinergias que nos ayudan a crecer. Ha sido un aprendizaje fabuloso, además de una gran satisfacción.

¿Trabajan en remoto?
Ahora sí. Antes de la pandemia, estábamos en un coworking, pero ahora trabajamos desde nuestras casas y nos reunimos cada cierto tiempo para reforzar la camaradería, no para cuestiones de trabajo. Hemos invertido en plataformas que permiten el trabajo remoto, lo que facilita la comunicación entre los miembros del equipo. Esto nos ha dado la posibilidad de trabajar de manera más eficiente y mantener una colaboración efectiva.

¿Cuántas personas conforman el equipo de trabajo?
Nuestro equipo se compone de casi setenta personas. Todos trabajamos 100 % de forma remota. No contamos con una oficina física, lo que supone muchas ventajas. La más destacable es que nuestro equipo puede ser descentralizado. Algunos miembros de nuestro staff trabajan desde Cusco, Piura, Arequipa, Colombia, Argentina y España. Esta flexibilidad se adapta al estilo de vida de los jóvenes, quienes usan muy bien la tecnología y la inteligencia artificial.

¿Cómo describirías tu experiencia en Make hasta este momento?
Mi experiencia en Make ha sido muy gratificante. Entré cuando éramos una agencia de desarrollo de productos digitales, pero hemos crecido enormemente, especialmente en la unidad de Marketing Digital y Contenido. En estos cinco años, hemos alcanzado un desarrollo significativo que demuestra el éxito de la agencia.

Un dato sobre los socios de Make es que trabajamos juntos en Belcorp desde hace más de veinte años. Inicié mis prácticas en esa empresa, tuve la oportunidad de pasar por varias áreas e incluso estuve en Proyectos Digitales en el año 2003, cuando aún no se hablaba mucho del tema digital. Después, me moví al área de Marketing y Planeamiento Comercial.

Además de Belcorp, ¿en qué otros lugares has trabajado?
En el 2010, acepté una oportunidad en National Cleaning, una empresa de limpieza, donde pasé de ser analista a gerente adjunto. Mi objetivo era profesionalizar y lograr el crecimiento de la empresa. Después, estuve en una consultora por menos de un año y regresé a Belcorp, por cuatro años más, esta vez como jefe de Talento Comercial y Planeamiento Comercial para Puerto Rico y Brasil. Mi última etapa en Belcorp fue en Planeamiento Corporativo, hasta el año 2017. Tras esta experiencia, me uní al estudio Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados, como gerente comercial. Ahí, me enfoqué en hacer rentables las cuentas de los clientes, medir su rentabilidad y aplicar estrategias de cross selling. Estuve ahí hasta que surgió la oportunidad de ser socio en Make.

¿Qué te interesó de esa propuesta?
Se trataba de tener algo propio y de hacerlo crecer, eso me llamaba la atención. Al principio, gestionaba proyectos, pero, con el tiempo, me encargué de la dirección y supervisión de la unidad de negocio de Marketing de Contenido. Aún me involucro directamente en la toma de decisiones y en la estructuración de ideas. Mi experiencia como ingeniero industrial ha sido esencial en esta transición y en mi rol actual. En estos cinco años, hemos pasado de ser una agencia pequeña con veinte personas a convertirnos en una agencia más grande con presencia en varios países.

También eres profesor en la Universidad de Lima. 
Sí, enseño el Taller de Creatividad e Innovación en Ingeniería Industrial. Es un curso que tiene como propósito despertar la vena emprendedora de los estudiantes. En mis clases, les enseño a desarrollar competencias emprendedoras.

¿Cómo fue para ti la época universitaria en la Ulima?
Fue una de las mejores épocas de mi vida. En la Ulima, conocí a mis mejores amigos, con quienes aún mantengo contacto. Todo lo que he logrado hasta ahora no habría sido posible sin la preparación que recibí en la Universidad. La Carrera de Ingeniería Industrial me proporcionó herramientas sólidas, tanto en la parte técnica como en la forma de pensar. Aprendí a estructurar mi pensamiento, tomar decisiones y planificar, lo que me da la posibilidad de convertir todas las acciones en procesos para gestionarlos, medirlos y mejorarlos. La manera en la que estructuro mis ideas y decisiones se lo debo a mi formación en la Universidad de Lima.