El confinamiento social prolongado podría perturbar las relaciones familiares, generar fricciones entre sus miembros, irritabilidad y frustraciones. Frente a esta situación, Rosana Choy, psicóloga por la Universidad de Lima y decana encargada de la Facultad de Psicología de esta Casa de Estudios, recomienda crear espacios de diálogo, practicar el respeto y la tolerancia, y formarse nuevas rutinas, entre otras cosas.