Los accesorios tecnológicos han cambiado el estilo de vida de las personas. Aunque en la presencialidad existen distracciones para los asistentes, con la virtualidad, apagar las cámaras se ha convertido en una forma de invisibilizar a las personas. En su último artículo en La Mula, Christopher Rojas, filósofo y docente del Programa de Estudios Generales de la Universidad de Lima, se refiere a lo que significa, ahora, que la presencialidad vaya más allá de encender las cámaras en reuniones o clases virtuales.