03 de Septiembre de 2018

“No hay nada más enriquecedor que iniciar un negocio que tenga gran parte de tu esencia”

¿Cómo cumplimos nuestros sueños? Arantxa La Rosa, egresada de nuestra Facultad de Comunicación, tiene la respuesta para esas personas que quieren ingresar a competir en el mercado pero tienen dificultades para emprender. Once Once es un blog para emprendedores (y soñadores) que ofrece consultoría en branding y, a través de talleres y asesorías personalizadas, se encarga de que estos empresarios puedan darle una esencia única a su marca y sacarla adelante.

Arantxa piensa que una situación difícil se convierte en una oportunidad, y una fantasía, en una realidad. El éxito se logra mediante una mente positiva y Arantxa sabe que ser optimista no es ignorar todo lo malo que pasa, sino decidir que vas a sonreír a pesar de todo. Hoy conversamos con ella sobre su proyecto.

¿Cómo te inclinaste por la publicidad y el marketing?
Quería ser actriz cuando salí del colegio, por ello me metí a estudiar Comunicación para complementar mis conocimientos con lo que pasa en el detrás de cámaras. Quería ser comunicadora audiovisual, pero cuando realicé el primer curso práctico de este rubro me di cuenta de que este no era el camino para mí. Por suerte había empezado a trabajar desde segundo ciclo y terminé trabajando en una agencia de publicidad en donde descubrí que este campo estaba hecho para mí. A raíz de esto creé Once Once, mi propia consultoría de branding para emprendedores.

¿Cómo surgió tu interés por el branding?
Me interesé en el tema de branding en el emprendimiento desde que empecé a trabajar en agencias. Veo la consultoría de branding como una especie de gestión de proyectos en la que se orienta a las personas a crear una empresa que se diferencie a través del valor de la marca personal. Trabajo con la frase “Marcas con alma”, en donde hago que los emprendedores puedan crear su propio proyecto con un propósito que los apasione.

¿Cómo defines a un emprendedor?
Ser un emprendedor va más allá de tener una empresa que funcione; se trata de estar a gusto con el negocio que has creado y nutrirlo día a día para que destaque entre la competencia. Es un trabajo complicado, pues tienes que estar pendiente de distintas variables, pero debe ser algo que te guste. El emprendedor es la persona que realiza un proyecto con base en una propuesta que lo entusiasme. El emprendedor es aquel que crea su vida soñada.

Si no hay un buen branding de por medio, ¿el emprendimiento no queda realizado en su totalidad?
No, no queda realizado. El branding es la base de todo. Una lección que aprendí como alumna de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima es que todo comunica. No sirven de nada miles de estrategias de marketing si no sabes a dónde apuntarlas. Es importante descubrir quién eres; para un emprendedor, no hay nada más enriquecedor que iniciar un negocio que tenga gran parte de su esencia.

¿Podrías compartir una experiencia que te haya marcado en tus inicios en el mundo del emprendimiento?
Una de mis primeras clientes fue Cynthia Calderón, maquilladora y creadora de contenidos. La conocí cuando un día me pidió ayuda con su marca para distinguirse entre las miles de maquilladoras. Ya con el tiempo, Cynthia se volvió una de mis mejores amigas y me di cuenta de que una consultoría personalizada puede generar grandes resultados y bonitas amistades. Con Cynthia descubrí que a veces no solo cumples el rol de una consultora de branding, sino también el de una socia temporal que va a apoyarte en la solución de tus problemas.

¿Cómo ayudaste a Cynthia Calderón?
Fue más que todo un proceso bastante metódico. Primero, hicimos una estrategia digital para sacar su marca en redes sociales. Segundo, me encargué de ordenar la distribución de su contenido para que siguiera un patrón al que los consumidores pudieran responder. Por último, estuve presente en varios talleres de maquillaje que dictó en donde me encargaba de gestionar la organización de estos eventos.

También ofreces talleres, ¿cierto? ¿Cómo es la dinámica?
Es una mezcla entre una parte operativa y una parte emocional. Sin embargo, priorizo lo emocional porque de nada sirve saber toda la teoría si no estás seguro de lo que quieres emprender. Busco que las personas se pregunten por qué quieren hacer lo que quieren hacer en vez de hacer un estudio de mercado. El fin del taller es encontrar el propósito de la realización de la marca para que esto logre su esencia y así volverlo rentable.

¿Asesoras a empresas o a personas?
Ambas. He asesorado empresas y los gerentes me han convencido para trabajar con ellos, pero estas son excepciones. Mi corazón está con aquellos emprendedores que recién empiezan, pues desde un inicio he sentido este deseo por ayudarlos a subir la escalera del éxito.