10 de Enero de 2018

Gran idea: jugos de fruta en máquinas expendedoras

La idea de pedirle a una máquina expendedora un jugo natural de frutas suena interesante. Más aún si el pedido se puede hacer desde una aplicación en el celular, con la posibilidad de solicitar una determinada combinación de frutas.

Esa es, precisamente, la idea que vienen desarrollando Luis Calderón y Sebastián Jacobs, estudiantes de Ingeniería Industrial de la Universidad de Lima. Ellos conforman uno de los cinco equipos ganadores del concurso Project Next-Gen Pitch Competition, organizado por esta Casa de Estudios.

Pero esto no se quedará solo en una buena idea. Con gran entusiasmo, los jóvenes se preparan para hacer un prototipo de la máquina. Más adelante, además, quieren instalarla en diferentes países.

¿Cómo funcionará su máquina expendedora?

Luis: El formato es al paso, para llevar, y la idea es usar fruta natural, sin colorantes ni preservantes.

Sebastián: La fruta será liofilizada, que es una forma de deshidratarla para que no pierda sus propiedades físicas ni organolépticas. 

¿Cuánto tiempo dura la fruta liofilizada?

Luis: La fruta liofilizada no se echa a perder tan pronto como la fruta natural. Tan es así que podremos llevar máquinas a otros países y lograr, por ejemplo, que en Hong Kong una persona pueda pedir su smoothie de aguaymanto. Ese es nuestro objetivo: que el negocio llegue a otros países. 

¿Simplemente escoges las frutas que quieres en el smoothie y ya?

Sebastián: Tienes dos opciones, puedes ir directamente a la máquina y elegir alguno de los smoothies de sabores preestablecidos, o puedes descargar la aplicación en tu celular y, desde ahí, hacer las combinaciones de frutas que quieras para preparar tu bebida a tu gusto. Por medio de un código QR, la aplicación se comunica con la máquina expendedora para que realice la preparación. Luego solo te acercas a la máquina y recoges la bebida.

Luis: Ahora las personas se sienten cómodas usando su celular, por eso nos pareció buena idea que funcione de esa manera. Esta será una aplicación amigable que, al final, indicará el valor nutricional del preparado.

¿Cómo se les ocurrió este proyecto?

Luis: Yo tenía la idea un poco desarrollada. Un día fui a la casa de Sebastián y le comenté del concurso Project Next-Gen Pitch Competition, así que nos juntamos para trabajar y mejorar este proyecto, llamado Smooth Box. 

Sebastián: Nos concentramos en la idea porque realmente queríamos que esto funcionase, así que planteamos bien el proyecto y la exposición para el jurado.

¿Cómo les fue ante al jurado?

Luis: Muy bien. Hicimos un pitch, que es una presentación corta, muy directa y concisa. 

Sebastián: La idea era convencer al jurado en poco tiempo, con argumentos concretos. Un pitch normal debería durar un minuto, pero el concurso exigía que presentáramos la idea en cinco minutos como máximo, así que lo hicimos en tres o cuatro. Ahora, algo sí teníamos claro: si no ganábamos el concurso, de todas formas íbamos a seguir adelante con el proyecto.

¿Y por qué han decidido trabajar el tema de los smoothies? ¿Tienen alguna experiencia en eso?

Luis: No. La idea me vino porque me puse a pensar en que, cuando viajamos a cualquier ciudad grande, lo normal es seguir una dieta alta en grasas. Básicamente, se come en los restaurantes de comida rápida, así que se me ocurrió que sería bueno tener una marca que funcione en todo el mundo y en la que la gente confíe, para consumir un producto saludable sin necesidad de gastar mucho. En Nueva York, por ejemplo, una ensalada te puede costar entre 25 y 30 dólares. 

Sebastián: Y el smoothie es una bebida muy saludable. Además, es espesa y contundente, y te proporciona calorías.

¿Van a incluir otros ingredientes aparte de la fruta?

Luis: Sí, queremos incluir toppings como chía o quinua. 

Sebastián: Todo lo que eleve el valor nutricional.

¿Reciben algún apoyo para este proyecto?

Sebastián: La Universidad de Lima nos apoya con su Laboratorio SAP Next-Gen y con asesorías de los profesores. Además, un laboratorio nos ha ofrecido apoyo para hacer el prototipo de la máquina y ver si es viable. Estamos decididos a desarrollar el proyecto y a hacerlo realidad. 

Luis: Después queremos presentarlo a concursos internacionales, donde esperamos conseguir financiamiento. Mientras, en el SAP Next-Gen Ulima tendremos el feedback de otras personas para realizar mejoras.

Después de haber ganado el concurso, ¿qué es lo que se viene?

Luis: Hemos fijado fechas para desarrollar el proyecto. Usaremos el SAP Next-Gen Lab de la Ulima para continuar. 

Sebastián: Así recibiremos feedback de personas que no necesariamente están en el país. Ese es el aporte del laboratorio: la conexión que puede hacer con otros laboratorios del mundo. 

¿Por qué escogieron la Carrera de Ingeniería Industrial?

Sebastián: Yo quería una carrera muy completa, que me diera la versatilidad necesaria para trabajar en diferentes ámbitos. Además, siempre me gustaron los cursos de números, por eso elegí Ingeniería Industrial. Me siento feliz con mi carrera, me gustan los cursos. Estoy seguro de que mi carrera me ayudará profesionalmente, en mi vida personal y en mis deseos de emprendimiento. 

Luis: Esta es una carrera amplia, eso me gusta mucho. Yo no quiero trabajar contratado por una empresa grande el resto de mi vida. No elegí la Carrera de Ingeniería Industrial para ser gerente: quiero emprender, y este es el primer paso para hacer lo que me gusta.