22 de Diciembre de 2017

El mundo de la consultoría

La adrenalina de la consultoría, el trabajo en equipo y enfrentarse permanentemente a nuevos desafíos es lo que mantiene a Roberto Cores tan a gusto como partner international tax services y socio de la consultora Ernst & Young (EY).

Abogado por la Universidad de Lima, Roberto lleva casi 20 años en EY. Comenzó como sénior, luego fue gerente sénior y, finalmente, socio. También enseña en la Maestría en Tributación y Política Fiscal (MTPF) de la Escuela de Posgrado de la Ulima.

A continuación, veamos cómo es la vida profesional de un abogado en el mundo tributario.

¿Cómo es tu trabajo?
Me dedico a la asesoría. Si una empresa extranjera quiere invertir en el Perú, necesito definir la forma más eficiente que tiene de hacerlo. Trabajo en la asesoría tributaria, en hacer lo más eficientes posibles las estructuras de inversión. Eso implica que viaje de vez en cuando.

¿Cómo es un día de trabajo en tu vida?
Me levanto temprano, reviso mi correo, que me informa sobre las nuevas normas. Me informo sobre temas de actualidad y luego comienzo mis actividades. Puedo tener una reunión con mi equipo o con clientes. Hay días en que voy de reunión en reunión, incluso fuera de la oficina. En una semana, yo diría que paso el 85% de tiempo en reuniones fuera de oficina.

Impuestos no es el tema más demandado por los abogados, ¿verdad?
Cierto, no lo es. Todos creen que el tema tributario es numérico y que es muy difícil para los abogados, pero no es verdad. El tema tributario para un abogado es esencialmente jurídico. Un abogado en el mundo tributario tiene que interpretar las normas, analizar si conviene aplicar o no a determinada transacción y ver si se puede descontar un impuesto o no. A veces es difícil explicar esto a los jóvenes, ellos creen que un abogado tributario debe hacer cálculos. No es así, tenemos que hacer planes, interactuar con personas, trabajar en equipo para sacar adelante un proyecto.

¿Qué tan importante es el trabajo en equipo en la consultoría?
Es muy importante. A diferencia de una compañía dedicada a las ventas o una industrial, en la consultoría los activos son las personas y necesito estar en condiciones de manejar el grupo humano, de interactuar con la gente, entender sus necesidades y crear oportunidades para los más jóvenes, así como otras personas las generaron para mí antes. Ese es un compromiso ineludible. La gente necesita oportunidades para crecer y volverse socia.

Te gusta trabajar con personas…
Claro. Me gusta trabajar con personas, interactuar de forma permanente, planear, ayudar a la gente a lograr sus objetivos y trabajar con un grupo humano, tanto con los clientes como con mi equipo; me gusta la relación permanente con personas nuevas y afrontar juntos nuevas situaciones y retos, y estar a la expectativa del surgimiento de nuevos desafíos.

Los plazos de entrega de los trabajos a los clientes deben de ser estresantes en ocasiones...
Sin duda. El cliente siempre espera que sus temas sean resueltos de manera eficiente y puntual.

¿Qué es lo más retador?
Varias cosas. En consultoría siempre hay que estar a la expectativa y tratar de resolver situaciones complicadas en poco tiempo. De pronto un cliente te puede llamar para decirte que quiere invertir en el Perú, necesita hacerlo ya y quiere una respuesta para el día siguiente. Son los retos del trabajo, hay que estar abierto a las cosas inesperadas.

¿Te ves trabajando en algo que no sea consultoría?
Se me hace difícil pensar en cambiar de trabajo, porque acá manejo una variedad de temas, mi labor jamás es monótona, hay una adrenalina permanente en el hecho de resolver problemas, de ayudar a los demás en un determinado tiempo y con determinadas condiciones. Aquí hay una oportunidad enorme de aprender, mejorar y crecer. Nunca habrá un día en que no tenga nada que hacer. Pero, además, hay un compromiso con el trabajo, porque representamos una firma y esa firma ha sido contratada para satisfacer a un cliente, para darle una solución. Si no lo haces bien, vas a afectar la marca a la cual representas.

¿Necesitas estar siempre informado sobre la coyuntura política y económica?
Siempre. Tengo que estar actualizado permanentemente y estar al tanto de las nuevas leyes. Las leyes tributarias cambian año a año, actualizarme al respecto es una prioridad. Además, no solo debo conocer las normas peruanas sino también las internacionales, porque puedo requerir ese conocimiento con algunos clientes.

¿Siempre has trabajado en EY?
No. Hice mis primeras prácticas en el Estudio Olaechea. Comencé en 1995, estaba en noveno ciclo, cuando una profesora me invitó a trabajar en el estudio, en el tema de impuestos.

También enseñas en una maestría de la Universidad.
Sí, enseño en la Maestría en Tributación y Política Fiscal de la Universidad de Lima. Antes enseñaba también en la Carrera de Derecho, pero ya no, por falta de tiempo. Ejercer la docencia es una responsabilidad muy grande, hay que tener tiempo para preparar las clases y corregir prácticas y exámenes.

¿Practicas algún deporte o tienes algún pasatiempo?
Me gusta el tenis, pero me rompí la pierna y tuvieron que operarme, así que no practico más. Me gusta pasar tiempo con mi familia, viajar y pasar fines de semana con los míos.

Si no hubieras estudiado Derecho, ¿qué habrías estudiado?
De vez en cuando me pregunto qué estaría haciendo si no hubiese estudiado Derecho en la Universidad de Lima… Pienso que tal vez no habría tenido las mismas oportunidades que tuve y no me desempeñaría en la posición que hoy ocupo. Me siento totalmente agradecido con la Universidad donde hice grandes amigos y que me ha ayudado a generar grandes oportunidades.