23 de Agosto de 2017

Investigadora de la Ulima presenta proyecto para el tratamiento de aguas procedentes de la minería

Prometer “agua para todos” en un país en el que limpiar los desechos mineros de ríos y lagos es tan costoso como incompleto podría parecer una tarea imposible. Pero el proyecto “Adsorbentes avanzados con base en magnetita y goma de tara para la remoción de arsénico en aguas procedentes de la industria minera”, presentado por la doctora Silvia Ponce, docente de Ingeniería Industrial y coordinadora general del proyecto, el 18 de agosto, en la Universidad de Lima, podría ser la solución.

Y es que la clave para resolver los principales problemas que se presentan durante la remoción del arsénico en el agua utilizada en procesos de la minería se encuentra en nuestro país, específicamente en la tara, una leguminosa endémica de la que somos principales exportadores. Dijo la doctora Ponce: 

“En el Perú, las mineras tienen diversos procesos para eliminar el arsénico del agua, el problema es que son muy costosos: los insumos que se usan son importados y se genera gasto de tiempo en el proceso. Este proyecto es una alternativa para este problema. Lo que hemos hecho es preparar un material basado en la goma de tara, un aditivo alimentario, y le hemos agregado nanopartículas de magnetita para poder remover el arsénico”.

La investigación conjunta de un equipo de la Universidad de Lima, la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI) y la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) —la cual ha contado con el financiamiento de Innóvate Perú, del Ministerio de la Producción— ha diseñado este bionanocompósito (20 % de magnetita y 80 % de goma de tara, que es el porcentaje ideal para su mejor funcionamiento) que remueve el arsénico del agua mediante su adsorción, de forma económica, eficaz, biodegradable y con productos peruanos.

El arsénico es uno de los minerales más perjudiciales para los seres vivos y el ambiente, y gracias a este método puede ser removido en 30 minutos con su sola exposición y agitación continua y a través de medios magnéticos. Al ser este bionanocompósito biodegradable y amigable con el medio ambiente, el agua tratada puede usarse posteriormente.

Para la presentación de este proyecto ganador del concurso convocado por Innóvate Perú, estuvieron presentes también los coinvestigadores del proyecto: Juan Rodríguez, de la UNI; Carolina Belver y Jorge Bedia, ambos de la UAM; además de Javier Quino, docente de la Carrera de Ingeniería Industrial; y la doctora María Teresa Quiroz, directora del IDIC de la Universidad de Lima.