07 de Diciembre de 2018

Erik Woolcott gana premio internacional con producción universitaria

Leviatán es la opera prima de Erik Woolcott, graduado de Comunicación de la Universidad de Lima. Con este cortometraje, que nació como un proyecto audiovisual universitario, ganó el festival internacional FilmQuest en la categoría de cortometraje estudiantil. Y es que a Erik le apasiona el cine de ciencia ficción, con su surrealismo, historias de mundos paralelos, personajes misteriosos y seres mitológicos. Divide su tiempo entre leer a Howard Phillips Lovecraft y escribir guiones de futuros proyectos. Sabe lo que quiere.

El cine de género te envuelve y decides hacer Leviatán. ¿Cuáles son tus referencias y cómo nace la idea?
Hicimos Leviatán para el curso Taller de Cine en 2017, pero en realidad lo venía pensando desde que empecé a leer a Lovecraft, y quería llevar ese tipo de historias a la pantalla, pues había visto diferentes versiones, como la película The Thing, de John Carpenter, por ejemplo.

Una propuesta de ciencia ficción en la clase. ¿No les pareció arriesgada la idea?
Un poco, pero todos confiamos en que sería posible. Escribí el guion durante el verano, con miras a presentarlo en el taller; finalmente salió ganador, y en adelante conformamos el equipo y trabajamos en perfeccionar la historia. De hecho, me motivó bastante.

¿De qué trata Leviatán?
El personaje principal es Alonso, quien pierde a su padre y cuya vida cambia radicalmente cuando le entregan parte de la última investigación realizada por su progenitor. La obsesión de querer descifrar un mensaje oculto lo llevó a la locura y al posterior suicidio. Basado en la narrativa de Lovecraft, lo que trato de mostrar en el corto es la búsqueda del conocimiento prohibido, las consecuencias de tener contacto con una información sobrehumana.

Cuéntanos detalles de la producción. ¿Encontraste en la Universidad las herramientas para sacar adelante el proyecto?
La idea no fue solo hacer un corto para el curso, queríamos que Leviatán tuviera una calidad profesional, convertirlo en carta de presentación para todos. Convencidos de eso, comenzamos a grabar con los equipos que tiene la Universidad. Usamos la Sony F55 y todo el kit de lentes; sin eso, probablemente el producto hubiese sido otro.

Con el resultado a la vista, decidieron presentarlo al FilmQuest Festival…
Cumplía con los presupuestos del cine de género, la temática surrealista del corto encajaba perfectamente. Me enteré del festival hace poco, con decirte que tiene cinco años de creado, así que no perdíamos nada. Lo enviamos luego de escuchar algunas críticas.

¿Tienes en mente presentar el corto en algún concurso próximo a nivel nacional o internacional?
Le he dado una vida de dos años a esta promoción. Primero quiero enviarlo a Insólito, que es justamente un concurso de género de horror; luego a Filmocorto, del festival de cine de Lima. En el exterior, al Festival de San Sebastián de España.

¿Qué se viene para Erik Woolcott?
El premio es una motivación, me dan ganas de crear más cosas, y ya empecé a trabajar un guion de largometraje. Por el festival me han contactado para proponerme coproducciones. Sin duda, una experiencia que me abre las puertas del mundo para seguir haciendo lo que me gusta.