12 de Noviembre de 2021

La zona de confort jamás; siempre ir por más

Alan Zevallos, alumno de la Maestría en Derecho Empresarial, está próximo a culminar sus estudios. En la siguiente entrevista, comparte su satisfactoria experiencia y la influencia que la maestría tuvo en su nuevo reto profesional. Asimismo, convoca a sus colegas a seguir preparándose y nunca quedarse en su zona de confort.

¿Qué experiencias de aprendizaje has podido identificar en la Maestría en Derecho Empresarial?
Es una experiencia de aprendizaje conjunta. Esto se ve reflejado en determinadas etapas que van desde el enriquecimiento de conocimientos teóricos hasta la casuística que permite enfrentar una situación, un desafío o un problema que se pueden presentar en cada materia de la malla curricular. Asimismo, la experiencia de aprendizaje obtenida en la maestría va más allá de la que dictan los docentes, en tanto uno puede enriquecerse también con los conocimientos de los demás compañeros, quienes son debidamente seleccionados antes de ingresar a la maestría. Asimismo, la maestría ofrece experiencia internacional.

¿Qué te parece la metodología aplicada por los docentes? ¿Cómo se han dado los temas de discusión?
Definitivamente, la metodología de enseñanza es óptima, pues docentes y alumnos presentan casos prácticos para ser tratados en clases, casos concluidos y muchas veces en curso para poder compartir los diferentes puntos de vista según la especialidad que domina mejor cada uno. Esto permite aterrizar los conocimientos adquiridos, ya sean teóricos o empíricos.

¿Actualmente cómo estás aplicando en el campo laboral los conceptos aprendidos?
Desde que empecé la maestría, he notado una mejoría en la percepción de los asuntos que se tratan en el campo del derecho de la empresa y de la empresa como tal. Esta percepción ampliada representa el entendimiento que todo abogado debe tener de cara a los temas financieros, contables, comerciales, de gestión humana, etcétera, a fin de poder dar una recomendación viable desde el punto de vista legal y analizando lo que la empresa, entendida como esa persona jurídica con fines de lucro, requiere para la continuidad de sus negocios y la optimización de recursos.

¿Por qué decidiste estudiar la Maestría en Derecho Empresarial en la Universidad de Lima?
Por la excelente malla curricular que posee. En poco tiempo, advertí que calzaba con las funciones que ejerce todo abogado de empresa, y particularmente que el plan de estudios permitía aterrizar el conocimiento adquirido en la práctica, pues era perfectamente compatible con las funciones que he venido desempeñando en el sector de mining, oil & gas desde el 2012. Adicionalmente, lo que busqué en esta maestría es esa amplitud de conocimientos que permiten el entendimiento de la gestión de empresas, importante para un abogado corporativo en la actualidad.

Hace poco obtuviste un nuevo puesto, ¿podrías comentarnos un poco sobre tus funciones?
En efecto, hace unos días concluyó un proceso de selección bastante extenso y competitivo para ocupar el puesto de legal manager en Heineken Perú. Como bien se comentó en las clases de competencia de la maestría durante el año 2020, este gigante cervecero ingresó el año pasado para competir protagónica y activamente en el mercado nacional, aliado con socios estratégicos y con el objetivo de abrir mercado e incorporar una nueva gama de productos en beneficio de los consumidores. De cara a las funciones en las que me desenvolveré, estas, en líneas generales, se vinculan con las funciones de todo abogado corporativo in-house, que en síntesis apuntarán a darle mayor seguridad a nuestra actividad.

¿Cuál es el principal reto que ha surgido en este nuevo cargo? ¿Es muy diferente al rubro en el que te encontrabas?
Ocupar la primera gerencia legal de Heineken Perú es, sin lugar a dudas, el reto más importante para mi carrera profesional y mi crecimiento personal por muchas razones. El mercado cervecero del país actualmente está reducido a prácticamente un solo competidor. Por otro lado, las líneas de reporte que mantendré se encuentran en otros continentes. Esto representa un intercambio cultural muy enriquecedor. Con respecto al equipo legal en el Perú, también será un reto dirigir y planificar las estrategias legales de la manera más conveniente para la compañía y los distintos negocios que engloba. Con respecto al core de la compañía, si antes en Corporación Primax me desenvolvía en un mercado copado por distintos agentes y regulado por el sector minero y energético del país, ahora debo hacerlo en un mercado de consumo masivo con un número menor de agentes competidores y en el cual buscamos ser referentes y protagonistas, así como expandir nuestra presencia. Definitivamente, es un reto cuesta arriba, pero inigualable y muy enriquecedor para mi experiencia profesional.

¿Qué mensaje les dejarías a tus compañeros de la Maestría en Derecho Empresarial?
El mismo que he aplicado durante mi vida personal y profesional: nunca te quedes en tu zona de confort, ni mucho menos te conformes con lo que has conseguido. Es importante recordar que la suerte y el azar probablemente nunca lleguen a todos, pero si trabajamos en una preparación constante y en encontrar la oportunidad adecuada, la recompensa inevitablemente será la asunción de nuevos retos y el crecimiento profesional y personal.

¿Recomendarías a tus colegas estudiar en la Maestría en Derecho Empresarial de la Universidad de Lima?
Definitivamente la recomendaría, como lo he venido haciendo desde el inicio. Para mí no fue complicado decidir dónde estudiar la maestría, en tanto la malla curricular y el prestigio de los docentes de la Maestría en Derecho Empresarial de la Universidad de Lima interesa a cualquier abogado que se desenvuelva en el campo corporativo. El aprendizaje obtenido se refleja y está plasmado en nuestro ejercicio profesional.