03 of November of 2021

Sobre la estratósfera y la vida extraterrestre

Con el fin de estudiar organismos capaces de resistir condiciones atmosféricas extremas similares a Marte, el 19 de agosto, la Asociación Peruana de Astrobiología y la Universidad de Lima lanzaron un globo estratosférico con muestras biológicas como parte del Proyecto Estratósfera, el cual es dirigido por Octavio Chon, docente del Programa de Estudios Generales de la Universidad de Lima y presidente fundador de la Asociación Peruana de Astrobiología. Chon ha publicado, además, un libro que reflexiona acerca de la vida en otros planetas desde el plano científico, ético y político.

¿Cuál fue el objetivo del último lanzamiento del Proyecto Estratósfera?
Estudiar los organismos que pueden resistir las condiciones extremas para la vida que hay en la estratósfera. La sonda que enviamos midió la radiación UV, la humedad, la temperatura, la presión atmosférica y otros indicadores. Enviamos muestras de un liquen de la zona desértica de Ica. El liquen es un organismo complejo resistente a diversas condiciones ambientales. Es una asociación simbiótica entre un microbionte (hongo) y un fotobionte (que puede ser un alga o una cianobacteria).

¿De qué manera participa la Universidad de Lima en el proyecto?
El Proyecto Estratósfera nunca hubiera sido posible sin el apoyo incondicional de la Universidad de Lima, el cual comenzó en el 2015, con el diseño y la construcción de una sonda que pudiera tolerar las condiciones estratosféricas. Con la ayuda de los profesores, se realizaron diferentes diseños para poner en marcha el proyecto. Con el paso del tiempo y con las lecciones aprendidas, se logró ensamblar una versión de la sonda estratosférica, la cual se lanzó desde el desierto de Ica debido a sus condiciones geográficas y buenos vientos en determinadas estaciones del año. La sonda llegó a veintisiete mil ciento noventa y dos metros sobre el nivel del mar y llevó incorporada una cámara de trescientos sesenta grados, la primera que se lanza a la estratósfera en el Perú. Además, aprovechamos en incorporar diferentes logotipos de auspiciadores, y dedicar un espacio especial para colocar una imagen de la Cuarta Compañía de Bomberos, así como el logo de la Universidad de Lima. Próximamente, planeamos ubicar una imagen de la campaña Pongo el Hombro, para incentivar a que la gente complete las dos dosis de la vacuna.

¿Qué otras instituciones en el Perú realizan estos estudios?
Cada vez más observo iniciativas sobre lanzamientos estratosféricos que no veía hace cinco años aproximadamente, cuando empezamos con todo esto. Recibimos preguntas de todo el país, e incluso varias agrupaciones nos han solicitado algún tipo de asesoría o mentoría. Es interesante ver que nos hemos convertido en un referente nacional en este tipo de lanzamientos. A la fecha, llevamos seis lanzamientos de globos estratosféricos. En el extranjero hay muchos más ensayos, incluyendo los de las agencias espaciales, que ven la estratósfera como un laboratorio natural donde prueban si algunas formas de vida pueden resistir.

Tras realizar el estudio, ¿qué ocurre con la sonda?, ¿se puede reutilizar?
Una de las ideas principales de este proyecto es que podamos reutilizar todo nuestro material, salvo dos cosas: el helio y el globo. El helio se pierde en la atmósfera cuando el globo revienta al alcanzar determinada altitud. El resto del equipo que recuperamos y con el que operamos desde tierra puede volverse a usar, lo que representa un gran ahorro.

¿Qué se espera lograr con el concurso para los estudiantes e investigadores interesados en enviar muestras a la estratósfera o equipos electrónicos?
El concurso está pensado para que todo grupo que desee enviar algo a la estratósfera pueda tener esa oportunidad. No es tan fácil lograr una tasa considerable de éxito para lanzamientos y recuperación de sondas estratosféricas. La curva de aprendizaje puede tomar mucho tiempo y recursos, por lo que realizar este tipo de concursos es una manera de ser facilitadores. Con esto no solo esperamos motivar e incentivar el interés de las personas por la ciencia, sino también ayudar con un granito de arena a la investigación que se pueda realizar por este tipo de medios.

Recientemente publicó el libro Astrobiology: Science, Ethics, and Public Policy. ¿Cómo surge la iniciativa para este proyecto editorial que incluye a otros tres investigadores?
Junto con Ted Peters (University of Chicago), Joseph Seckbach (University of Chicago) y Richard Gordon (University of Oregon) convenimos en hacer este libro, reuniendo a los más destacados investigadores en astrobiología a nivel mundial. Este libro abarca reflexiones, implicancias científicas, éticas y políticas acerca de la búsqueda de vida en el universo y nuestro lugar en él. En sus más de cuatrocientas páginas, colaboran expertos de diferentes ramas de la ciencia. La intención se centra en ocupar todos los frentes posibles que pudieran surgir o derivarse de esta temática en relación con el aspecto social y humano en general. Gracias a la editorial Scrivener y la editorial Wiley, este material ya se encuentra disponible en las principales librerías del mundo. Además, la editorial ha otorgado acceso abierto al libro en su página web.

¿Cuáles son las principales cuestiones morales y políticas que se destacan en el libro?
El libro reúne a más de veinte investigadores de todas partes del mundo y se tocan diferentes temas relacionados con el aspecto científico, ético, político, e incluso teológico. Es un esfuerzo en conjunto que busca dar luces sobre las más diversas problemáticas que pudieran surgir en la humanidad cuando discutimos sobre la posibilidad de vida en el universo y de nuestra expansión en el mismo. Discusiones que pueden ir desde qué pasaría con la religión si se descubre vida fuera de la Tierra hasta qué pasaría con la política.

¿Cuál debería ser la actitud del ser humano en caso de encontrar vida en otro planeta?
Es difícil responder a la pregunta de cuál debería ser la actitud del ser humano en general, considerando que existen diferentes culturas, religiones y maneras de ver el mundo. Además, depende de qué forma de vida se encuentre. Es más probable que encontremos vida microbiana que vida inteligente, por ejemplo, y entonces cada forma de vida descubierta tendría diferentes implicancias y maneras en las que nosotros deberíamos actuar. A pesar de que no hay un acuerdo internacional sobre cómo deberíamos reaccionar ante cualquiera de estos escenarios, sí existen investigaciones que sugieren que, por lo menos, nuestra actitud debería contener mucha prudencia.

¿Cómo sería un proceso de colonización de otro planeta? ¿Qué tan cerca o lejos estamos de ello?
La terraformación es el proceso por el cual se podría hacer que un planeta tenga las condiciones adecuadas para la vida tal como la conocemos. Esto, en realidad, puede tomar miles de años. Según Chris McKay, investigador de la NASA, terraformar Marte por completo podría tomar unos cien mil años. Si queremos estar vivos para tener colonias en Marte, lo más lógico sería comenzar con pequeños domos, y aun así esto nos llevaría algún tiempo. Sin embargo, en la Tierra se están llevando a cabo simulaciones en análogos marcianos para evaluar cómo sería vivir en estos domos fuera de este mundo.

¿Cuál es el interés de los jóvenes por temas de la cosmobiología y cómo se les podría motivar a tomar más atención?
El principal interés podría provenir de temas como “¿Estamos solos en el universo?”. Aunque intuitivamente la gente podría decir que es obvio que no, científicamente no tenemos evidencias al respecto, y demandaría mucha ciencia y esperanza encontrarla algún día. Mientras tanto, la tecnología y la reflexión derivadas de esta investigación y búsqueda pueden ser de provecho para la propia vida en la Tierra, ya que dejarla de lado desvirtuaría el espíritu de encontrarla en otro entorno planetario.