27 of November of 2020

La ingeniería industrial aplicada al desarrollo sostenible

Alejandro Fiocco, ingeniero industrial por la Ulima.

Luego de estudiar Ingeniería Industrial en la Universidad de Lima, Alejandro Fiocco tuvo una experiencia laboral en una empresa minera. Ahí despertó su interés por trabajar a favor de una industria responsable y sostenible.

Su preocupación lo llevó a seguir la Maestría en Ingeniería para el Desarrollo Sostenible de la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido. Al terminar su posgrado, decidió aceptar una oferta para trabajar en ese país, en Carnstone, una consultora especializada en temas de responsabilidad corporativa y sostenibilidad social y ambiental.

¿Cómo empezó tu interés en el tema ambiental?
Cuando cursaba el último año de la carrera, comencé a trabajar en el área comercial de la compañía minera Glencore. Ahí empezó a interesarme el tema de la sostenibilidad, al ver el impacto que tenía la industria en las comunidades y en la naturaleza. Me puse a pensar cómo hacer para que una industria tan necesaria como la minera pudiera ser más responsable y sostenible a largo plazo. Fue así como llegué a la Universidad de Cambridge, en el Reino Unido, para estudiar la Maestría en Ingeniería para el Desarrollo Sostenible. Mi tesis se trató de cuantificar el impacto económico de temas de sostenibilidad en la industria minera peruana. Lo que hice, básicamente, fue identificar los motivos por los cuales la producción minera en el Perú caía en ciertos meses, e investigar cuáles de los motivos eran temas ambientales o sociales. 

¿Cómo te va ahora, trabajando en Carnstone?
Me va bastante bien. Entré en Carnstone al terminar la maestría, a mediados del 2018. Esta es una consultora especializada en temas de responsabilidad corporativa y sostenibilidad social y ambiental. Actualmente soy partner y me siento muy contento. Carnstone es una empresa pequeña y todos los que trabajamos ahí estamos muy involucrados con los objetivos del negocio, lo cual hace el trabajo muy interesante. 

¿Qué haces exactamente?
Asesoramos a grandes organizaciones y empresas a nivel mundial. Varios de nuestros clientes pertenecen a lo que se llama el FTSE 100, que abarca las cien empresas de mayor capitalización bursátil del Reino Unido. Asesoramos a varias compañías a nivel global, en Estados Unidos y Europa mayormente, sobre cómo ser más responsables en temas ambientales y sociales.

¿Qué temas has visto que han llamado tu atención en el trabajo?
El tema de desarrollo sostenible, en general, me llama mucho la atención. Es muy actual y no pierde vigencia, sigue evolucionando, abarca una serie de temas sociales y ambientales muy diversos. También tiene que ver con gobierno corporativo. He trabajado bastante con la industria farmacéutica en temas ambientales y en reducir su impacto ambiental, su huella de carbono. Esta industria necesita usar menos energía o energía más limpia. Pero este es un primer paso, nada más. Se estima que el 90 % de su impacto ambiental está en su cadena de suministro. Ese tema es bastante complejo, y a mí, como ingeniero industrial, me parece bastante interesante.

Cuando decidiste estudiar la Carrera de Ingeniería Industrial, ¿imaginaste terminar ocupándote de temas ambientales?
La verdad, no. Nunca me imaginé trabajando en esto como ingeniero industrial. Sin embargo, estos asuntos son muy relevantes para el Perú, para la industria peruana y para los peruanos. Estando en el Perú, uno no llega a tener la perspectiva de qué es posible lograr a nivel global y cuáles son las tendencias. Es un tema fascinante y de primera necesidad. Si bien yo tenía cierto interés en la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible, como cualquier joven, estando en el Perú no podía imaginar cuán importante es el tema a nivel global. Gracias a la experiencia internacional que vengo desarrollando, he logrado muchas cosas que se están haciendo, y que podrían aplicarse en Perú, con un impacto positivo enorme, en favor de todos los recursos que tenemos. Es mi objetivo, a largo plazo, llevar este conocimiento de vuelta al Perú, para el beneficio de nuestro país.

De lo que has podido ver, ¿qué cosas tienen repercusión en el Perú, sobre todo en cuanto a certificaciones ambientales que se aplican al comercio internacional?
Por ejemplo, uno de los proyectos en los que he estado involucrado últimamente es para una empresa en el sector de retail de textiles. Tiene relación con un caso que hubo hace unos meses en el Perú, respecto a la lana de alpaca. A inicios del mes de junio se difundió la noticia de que en un criadero de alpacas de Puno se habían realizado maltratos animales. Por el hecho de que actualmente las empresas están muy atentas a lo que los consumidores demandan en asuntos ambientales y sociales, varias compañías a nivel global anunciaron que iban a dejar de consumir alpaca peruana. En ese contexto, la empresa con la que trabajamos se interesó por investigar más a fondo qué había pasado realmente. Ha sido muy importante ver el caso en profundidad, porque muchos peruanos se benefician con esta actividad y toda decisión implica unos efectos inesperados. Este es un ejemplo pequeño, pero el Perú tiene tanto por ofrecer, si logramos apreciar y valorar realmente los recursos que tenemos.

En el Perú faltan regulaciones en favor de la conservación de nuestros recursos. ¿Qué ves en Europa que podríamos aplicar acá?
Hay bastante por desarrollar en el Perú. En Europa, y sobre todo en el Reino Unido, hay muchos avances en regulación medioambiental y existen expectativas con respecto a las empresas. Un ejemplo que se acaba de anunciar en noviembre es con relación a la iniciativa del Financial Stability Board, TCFD (Task Force on Climate-related Financial Disclosures), según la cual las empresas deben empezar a pronosticar escenarios futuros y estimar el impacto financiero de riesgos y oportunidades ambientales en las operaciones de la empresa.

¿Podrías ofrecer un ejemplo al respecto?
Por ejemplo, hay riesgos físicos por temas de cambio climático para una empresa de agricultura: si en la zona donde sembraban tomates el clima cambió y, por lo tanto, la producción se redujo en un 40 %, esto representa un impacto económico importante, y es por lo tanto un riesgo bastante tangible. Lo que se anunció la semana pasada es que el Gobierno va a solicitar que todas las empresas empiecen a reportar esto, alineándose a esta iniciativa a partir del 2025. Las empresas que están listadas en la bolsa, que son las más grandes, lo harán a partir del próximo año. Otro ejemplo de regulaciones en favor de la conservación de nuestros recursos tiene que ver con medidas sobre deforestación. Así como anteriormente a las empresas acá ya les solicitaban que reporten cada año, periódicamente, sobre la existencia de esclavitud moderna en su cadena de suministros y qué acciones toman para prevenirla en los países de donde provienen sus recursos, ahora el Gobierno está solicitando lo mismo para el tema de la deforestación. Es así que las empresas inglesas que listan en la bolsa van a tener que reportar los riesgos de deforestación que hay en su cadena de suministros, entre otros, y qué acciones están tomando para combatir el problema. Esta medida que se toma en el Reino Unido afectará directamente a las empresas peruanas que les proveen. Por ejemplo, una empresa que produce muebles en el Reino Unido y que importa su madera desde el Perú.

Por último, tu Carrera de Ingeniería Industrial cumple 50 años. ¿Cómo te sientes por ello?
Me siento contento por eso y puedo comentar que los cinco años que estuve en la Universidad de Lima me parecieron una excelente experiencia académica. La variedad de cursos que llevamos en Ingeniería Industrial es bastante provechosa para el ejercicio de la profesión. Vemos de todo, desde temas sociales, como problemática nacional, a temas mucho más técnicos, como simulación de sistemas, tecnología industrial, máquinas e instrumentos. Esos temas me apasionan y como experiencia académica ha sido fascinante. He aprendido bastante, y a pesar de que hoy no pueda aplicar todo en mi trabajo, he aplicado una diversidad de temas a lo largo de mi carrera, desde que trabajaba en la industria minera y me ocupaba de la exportación de minerales, hasta ahora, que veo temas relacionados con la cadena de suministros. Mis estudios en la Ulima me han servido bastante. Las oportunidades que me ha brindado la Universidad han sido numerosas. Aparte de eso, tuve oportunidad de participar en un intercambio estudiantil, en el cual viajé a Corea del Sur y estuve en Seúl en el 2013. Fue una experiencia increíble. Llevé cursos de robótica y nanotecnología, cosas que me parecían futuristas en ese momento. Y la experiencia de vivir fuera y de tener una interacción con una cultura tan diferente como la coreana fue muy provechoso. Esa fue una gran oportunidad que me dio la Ulima.