30 of October of 2020

Presente y rumbo incierto de la política peruana

¿Quién es Martín Vizcarra? ¿Qué escenarios se vislumbran para las elecciones presidenciales y congresales del 11 de abril de 2021? ¿Qué papel desempeñará WhatsApp en las campañas? ¿Cómo afectará la pandemia estos procesos impredecibles? Estas cuestiones fueron abordadas en el intermedio “¿Hacia dónde vamos, Perú? Análisis de la coyuntura política”, realizado de manera virtual el 29 de octubre por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Lima. El evento fue parte de la Cátedra UNESCO en Comunicación y Cultura de Paz.

Moderado por los periodistas y docentes Pedro Ortiz y Eduardo Lavado, el intermedio contó con las participaciones de los periodistas Martín Riepl, conductor en Latina y autor del libro Vizcarra, una historia de traición y lealtad; Marco Sifuentes, responsable del micronoticiero La Encerrona y pionero del periodismo digital en el Perú; y Milagros Salazar, directora y fundadora de Convoca.

Para referirse al presidente Martín Vizcarra, Riepl recordó una frase dicha en 2015 por el exmandatario Ollanta Humala, quien expresó que conducía una combi con 30 millones de peruanos. El ponente añadió que conocíamos poco de Vizcarra y no sabíamos si tenía brevete, y que las descripciones de su libro sobre el actual presidente no desentonan con las últimas turbulencias políticas y las reacciones de Vizcarra, a quien calificó como un político desconfiado y forjado en Moquegua que tuvo que luchar para hacerse un lugar en la política capitalina, además de indicar que no es casualidad que, cuando el presidente se sintió traicionado por su círculo cercano, se desmoronara rápidamente la “muralla moqueguana”, integrada por colaboradores que provienen de ese departamento o que trabajaron con él cuando era gobernador regional.

Asimismo, Riepl se explayó sobre los discursos pragmáticos de Vizcarra que sintonizan con lo que la gente quiere escuchar, lo que, sumado a que él no pertenece al establishment político (Vizcarra no es parte del sistema de partidos que los ciudadanos perciben con hartazgo y desconfianza) y al discutible desempeño del Congreso (la relación es confrontacional entre el Parlamento y el Ejecutivo), explica en parte la popularidad del presidente en las encuestas, a pesar de las denuncias que han mermado su figura.

El ponente también señaló que es un mito que Vizcarra carezca de ambición política –lo que no es una cualidad necesariamente negativa–, ya que cuando terminaron sus funciones como gobernador regional, él intentó postular a la presidencia, pero no pudo hacerlo al carecer de partido y apoyo logístico, para finalmente convertirse en presidente sin proponérselo, pues accedió a ese cargo desde la primera vicepresidencia, luego de la renuncia del mandatario Pedro Pablo Kuczynski.   

Sobre las próximas elecciones, Riepl vaticinó que persistirá el clima polarizado y crispado, en el que los matices se diluyen y se afianzan las posiciones opuestas y hasta extremas, a semejanza de la dinámica tensa entre el Ejecutivo y el Congreso.

Por su parte, Marco Sifuentes también resaltó la habilidad política de Vizcarra que lo ayuda a contar con el apoyo mayoritario de la gente a pesar de las denuncias en su contra, aunque agregó que, cuando deje de ser presidente, es probable que ese respaldo no le servirá más.

En cuanto a las elecciones, Sifuentes comentó que es difícil pronosticar lo que pasará si ni siquiera somos capaces de predecir lo que ocurrirá la próxima semana, más aún si estamos en plena pandemia, aunque todo apunta a que el próximo Congreso será igual de fragmentado y el nuevo presidente no tendrá una mayoría parlamentaria. Del mismo modo, subrayó que se ha perdido el respeto por las formas limeñas de hacer política –lo que seguramente se reflejará en los sufragios–, y que, más allá de Facebook, Twitter o Instagram, hay que prestarle atención al WhatsApp como herramienta de información y desinformación en las campañas electorales, aunque añadió que será sumamente complicado rastrear y medir los efectos de su uso. 

En otro momento, Sifuentes lamentó que Vizcarra no haya emprendido una reforma política profunda, tal como prometió, con lo que se perpetúa un sistema que parece ofrecer las mismas propuestas políticas.

En tanto, Milagros Salazar señaló que el discurso entusiasta de Vizcarra es, a la vez, irresponsable, sobre todo si se toma en cuenta que él se erigió como un abanderado de la lucha contra la corrupción, pero que con el paso del tiempo lo que hemos presenciado es la falta de coherencia entre sus mensajes y sus actos.

Salazar también afirmó que en el gobierno de Vizcarra se han perdido oportunidades para emprender reformas, con todo el costo humano que ello implica, especialmente si se considera que se pudo haber hecho mucho más que lo que se ha realizado.