20 of March of 2020

Su misión: transformar vidas

Pamela Marrache ha encontrado la manera perfecta de desarrollarse profesionalmente y, al mismo tiempo, de realizar labor social. Ella es directora de Captación de Fondos y Marketing en Perú Champs, organización sin fines de lucro que gestiona becas de estudios para niños talentosos de escasos recursos económicos. Además, los asesora en sus proyectos de vida.

También ha trabajado en Disney Consumer Products y ha participado en el concurso Miss Perú Mundo representando a Junín, su tierra natal. Ella se mudó a la capital para estudiar Negocios Internacionales en la Universidad de Lima, donde asegura que encontró un ambiente familiar y muy buenos profesores.

Tú eras voluntaria en Perú Champs, ¿cómo empezaste a trabajar ahí?
Todo comenzó mientras trabajaba en Disney Consumer Products, una empresa que da las licencias para vender productos de la marca. Un día, nos invitaron a una charla de Perú Champs, que quería presentarnos su sistema de voluntariado. Nos pasaron un video y tengo que reconocer que me puse a llorar, porque fue muy inspirador. Ese día tomé la decisión de ingresar como voluntaria. Una vez ahí, me comentaron que había un puesto de coordinador de la relación con donantes. Se trataba de algo muy distinto al mundo comercial, donde yo tenía experiencia. Pero me sentí motivada, así que conversé con el director y fundador de Perú Champs, Alberto de Cárdenas, y él me explicó que el trabajo era muy similar a un servicio de posventa: había que mantener y fidelizar a los donantes. Acepté y estuve aproximadamente año y medio en esa posición.

¿Luego adónde pasaste?
Alberto me propuso ocuparme de los temas de fondos, coordinaba con las empresas que nos apoyaban. Después trabajé como ejecutiva comercial, buscaba donaciones en Perú y en Estados Unidos. Me fue muy bien, conseguí muchos fondos. En ese momento me fui a hacer un diplomado en Marketing, en EADA Business School, en España. Al volver, Alberto me propuso ser directora de Captación de Fondos y Marketing. Acepté y actualmente tengo a mi cargo un coordinador de relación con donantes, un ejecutivo comercial, una persona dedicada a business analytics y un equipo de marketing que se encarga del posicionamiento de la marca. Ha sido un reto muy interesante.

¿Cómo te sientes al trabajar en una organización sin fines de lucro?
Me siento muy contenta, mi trabajo es gratificante. Cuando conozco a los niños que ayudamos, me doy cuenta de que no solo me dedico a pedir donaciones, lo que hacemos en realidad es transformar vidas. Recientemente, una niña se fue a estudiar a la Universidad de Stanford, entonces se cumplieron mis sueños. Ver esos cambios nos impulsa a seguir. La mayoría de los niños a los que asistimos se encuentra en situación vulnerable, pero poco a poco vemos cómo sus vidas cambian. Ese es el motivo por el cual trabajo aquí. Encontré una manera de desenvolverme profesionalmente y, al mismo tiempo, de retribuir a la sociedad lo que he recibido.

¿Podrías explicar con detalle qué hace Perú Champs?
Es una organización sin fines de lucro que gestiona becas para niños talentosos de bajos recursos económicos. Buscamos a estos niños para ofrecerles una beca y así puedan seguir estudiando, porque muchas veces sus familias no pueden solventar sus estudios. Nuestro aliado principal es Innova Schools, que apoya con las becas. Además, tenemos un programa de liderazgo que ayuda a los niños a potenciar sus habilidades blandas, con la finalidad de que se conviertan en agentes de cambio.

¿Cuántos niños se han beneficiado del programa?
Perú Champs empezó en el año 2013 y en el 2014 se entregaron becas de estudios para 232 niños. Ahora tenemos más de 2.100 chicos y cuatro promociones de egresados.

¿Cómo fue el caso de la joven que estudia ahora en Stanford?
Se llama Leslie. Ingresó a varias universidades del extranjero, pero finalmente eligió estudiar medicina en Stanford, con 92 por ciento de beca. El 8 por ciento restante se financia a través de un patrocinador que nosotros conseguimos. Leslie vivía en Cerro Candela, Ate. Estoy segura de que nadie imaginó que algún día ella podría estudiar en el extranjero, en una universidad de tanto prestigio. Por eso digo que esta labor es tan gratificante, porque realmente logramos cambiar la vida de muchos niños, con la ayuda de empresas privadas.

¿Qué hacías cuando eras voluntaria?
Este no es un voluntario en que vas de vez en cuando a jugar con niños. Aquí, lo normal es comprometerse a asistir todos los sábados, durante cuatro meses, y asumir el rol de mentor o facilitador. A mí me tocó ayudar a un chico de cuarto de secundaria a trazar su plan de vida. Perú Champs me daba las herramientas necesarias para cada sesión y yo sentía una responsabilidad grande, porque no le podía fallar ni un día. Los champs esperan el momento de reunirse con nosotros para contar qué les pasa y pensar en su futuro. Mi champ se graduó el año pasado, es muy inteligente, me ha enseñado muchísimo. Tenía sus metas claras y sabía a donde apuntar. Él estudiará becado, y está decidiendo entre Ingeniería Robótica e Ingeniería de Sistemas.

Cambiando de tema, ¿tú representaste a Junín en un concurso de Miss Perú Mundo?
Sí, eso fue en el 2017. Este es un certamen de belleza con propósito, que busca empoderar a las mujeres a través de proyectos sociales, y fue una experiencia muy bonita. Yo traté de que el proyecto social de Perú Champs fuera más conocido mediante este concurso. Me preparé un año. No gané, pero quedé en el top cinco y me pareció una buena experiencia.

¿Cómo te fue trabajando en Disney?
Muy bien. Yo no sabía que Disney tenía una filial en el Perú, pero vi una convocatoria para trabajar ahí y me presenté. El primer día que fui a las oficinas me parecieron de ensueño, muy al estilo de Disney. El ambiente de trabajo era muy bonito, éramos aproximadamente quince personas. Coordinaba varios temas con gente de Argentina y Miami. Fue interesante.

¿Trabajaste en otro lugar anteriormente?
También he hecho consultorías para Inlea, una empresa de recursos humanos con sede en Barcelona. Ellos tienen un programa de cursos virtuales en Cisco, Networking Academy, y lo que yo hacía era investigación de mercado: analizaba dónde podría ingresar esa plataforma. Estuve año y medio con ellos, viajé mucho, fue una experiencia bonita. Mi jefe era el fundador de Inlea. Vive en Barcelona, pero tenía reuniones en Miami, adonde yo iba también para revisar los proyectos. Terminado el proyecto con Cisco, me pidió apoyar en una impulsadora de proyectos en Silicon Valley. Ayudaba a armar los planes de marketing de los proyectos elegidos para invertir. También recuerdo que trabajé un mes en la Universidad de Lima, apoyando al profesor Alfredo Estrada en una investigación para hacer un manual para agroexportadores. Fue muy bonito.

¿Realizas alguna actividad en tus tiempos libres?
Siempre he sido muy deportista. Antes jugaba básquet, incluso jugué por la selección de la Universidad. Ahora corro, voy al gimnasio y atiendo a mis dos mascotas. Vivo sola en Lima, mi familia es de Huancayo, mis padres viven ahí. Para mí fue complicado vivir sola en Lima, desde que comencé la Universidad. Me parecía que la ciudad era muy grande, tenía que movilizarme y atender todas mis cosas yo misma. Además, vengo de una familia muy unida, así que ese fue un cambio radical para mí. ¡Ni siquiera estaba acostumbrada a almorzar sola!

¿Cómo te fue en la Universidad de Lima?
Desde que conocí la Ulima, me encantó. La Carrera de Negocios Internacionales era lo que yo buscaba. También me gustaba su infraestructura, siempre me pareció muy moderna. Recuerdo que cuando estaba dando el examen de admisión me puse muy nerviosa y me retiré de la prueba. E ingresé a otra universidad, muy buena, pero yo quería la Ulima, así que me inscribí en la Pre Lima y todo me fue bien. Desde que comencé a estudiar aquí me gustó todo, tuve mucho apoyo de mis profesores y compañeros. Como estaba sola en Lima, la Universidad se convirtió en mi espacio familiar, esta era mi casa. Tuve profesores muy buenos y todo lo que he aprendido en las clases lo he aplicado en el trabajo. Incluso cuando estudié un diplomado, muchos de los temas yo ya los había aprendido en la Universidad, y terminé en el primer puesto.