10 of January of 2020

Experiencia en contabilidad y finanzas

Giorgia Crevoisier comenzó a hacer prácticas preprofesionales cuando cursaba el quinto ciclo de la carrera de Contabilidad en la Universidad de Lima. Ahora es analista financiera en la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), adonde llevó toda la experiencia que reunió en Hapag-Lloyd, PwC, Kallpa Generación y Ernst & Young.

Ella reconoce que cada uno de sus trabajos le ha otorgado un aprendizaje muy importante. Su trabajo actual le parece muy interesante por el sentido humanitario que tiene y porque aprende mucho cada día, más allá de los temas de su carrera.

¿Desde cuándo trabajas en la Organización Internacional para las Migraciones?
Empecé en el 2015. La OIM es una dependencia de Naciones Unidas, una organización intergubernamental que existe desde 1951. Me interesó trabajar ahí porque se trataba de algo nuevo para mí. En las empresas con fines de lucro el enfoque es prestar un servicio o vender un producto para generar ingresos; aquí las cosas son muy diferentes: el enfoque está en brindar ayuda humanitaria, algo muy diferente a las experiencias laborales que yo había tenido, por eso, quise venir a la OIM. Este organismo está en el Perú desde 1966 y su labor se centra en la migración ordenada y solidaria como un tema humanitario.

¿De qué te encargas?
Me ocupo de temas financieros y tributarios muy específicos, enfocados en proyectos de desarrollo nacional, como los de infraestructura (construcción de hospitales, carreteras, etcétera). Es bastante responsabilidad llevar esos presupuestos y ver que alcancen los fondos. Administramos contable y financieramente esos proyectos, lo cual me motiva porque con ellos se promueve el desarrollo socioeconómico del país. El área de Contabilidad es pequeña, pues solo dos personas nos ocupamos de los temas financieros; sin embargo, hay un grupo un poco más grande que ve las finanzas de la organización. Más adelante también me gustaría capacitarme para entrar a esa área y ver los temas financieros de proyectos migratorios.

¿Has logrado aprender del tema de migraciones?
Sí, por supuesto. Actualmente, la OIM está tratando de involucrar a todo el personal en los temas relacionados con migración. Si bien soy contadora, me gusta integrarme en todo lo relacionado con lo que se hace en el lugar donde trabajo, pues es una manera de ampliar mis horizontes. Tenemos muchas capacitaciones en las que nos presentan información muy importante al respecto, siempre acompañada de estadísticas. También nos explican con detalles cómo ha sido la ola de migración venezolana, cómo se los está recibiendo, y es muy interesante porque nos mantienen al día. Incluso nos invitan a realizar actividades de integración con diferentes comunidades. Aquí hay muchas cosas por aprender y me gusta este sentido humanitario del trabajo. Por otro lado, considero que es un privilegio trabajar en una agencia de Naciones Unidas, que realiza misiones tan importantes y donde puedo conocer a personas de diferentes culturas, ya que en nuestra oficina hay mucha rotación y llegan personas de distintos países con quienes compartimos mucha información.

¿También se ocupan de las migraciones de los peruanos al exterior?
Sí, también. Incluso hay un área que ofrece descuentos en los boletos aéreos para las familias que necesitan viajar y para estudiantes que van a estudiar becados al extranjero.

¿Te gustaría trabajar en otra entidad de Naciones Unidas, tal vez en el extranjero?
Sí, también me gustaría. Aquí hay mucho intercambio, así que quién sabe si más adelante. He podido sacar mi certificado de inglés con Naciones Unidas, lo cual es muy útil para mi carrera.

¿Dónde has trabajado antes?
Mis primeras prácticas fueron en la empresa naviera Hapag-Lloyd. Ahí aprendí muchísimo, pues me dieron la oportunidad de crecer al asignarme bastante responsabilidad. Además, el ambiente de trabajo era muy bonito, muy amigable: me recibieron muy bien, todos colaboraban entre sí y me enseñaban con paciencia. Estuve 6 meses, hasta que se me presentó una oportunidad en PwC Perú, donde también estuve medio año en el área de Precios de Transferencia. La experiencia fue muy buena porque es una firma muy importante, pero estando ahí me di cuenta de que la rama de especialización no era de mi interés; entonces, pensé que era mejor no hacer carrera en ese sentido y volví a mis estudios.

Comenzaste a practicar temprano, ¿no?
En Contabilidad de la Ulima los estudiantes empiezan a practicar desde quinto ciclo. Los profesores nos motivan bastante a salir al mundo laboral. Yo veía que mis amigos ya empezaban a practicar y no quería quedarme atrás, así que busqué una oportunidad en la Bolsa de Trabajo de la Universidad, que es muy efectiva y tiene muy buenas oportunidades. De hecho, ahí encontré mi primera práctica y mi trabajo actual.

¿Dónde trabajaste después de PwC?
Me inserté en Kallpa Generación, empresa de energía eléctrica que ha crecido bastante, donde también hice prácticas; me dedicaba a ingresar facturas al sistema, veía temas de cobros, entre otros. De pronto, se me presentó otra oportunidad en EY para trabajar en auditoría, que es la prueba de fuego, ya que es bastante demandante, pero a la vez se aprende muchísimo. Tras unos meses ahí, me propusieron apoyar a una socia en un área que recién se estaba consolidando y que trabajaba temas de consultoría contable financiera, y yo acepté. Era interesante porque íbamos a las empresas y les ayudábamos a hacer la transición de normas contables según las NIIF, que son normas internacionales de contabilidad financiera. En ese proceso aprendí mucho, pues las bases de la contabilidad son estas normas. Generalmente, en clases, uno las aprende teóricamente, pero no se ponen en práctica; ahí tuvimos la oportunidad de trabajar con ellas y volvernos expertos. Además, saber cómo era el funcionamiento contable financiero de las empresas fue una experiencia muy buena, tal vez la más importante profesionalmente hablando porque me nutrió mucho y me hizo relacionarme con personas de otras empresas, no quedarme detrás de un escritorio. Estuve ahí casi 2 años; luego volví a mirar la Bolsa de Trabajo de la Universidad de Lima y vi la oportunidad de trabajar en un organismo internacional; postulé y al poco tiempo me llamaron para una entrevista. Así llegué a la OIM.

¿Qué te pareció tu carrera?
Me encantó mi carrera. Muchas veces los círculos de estudios nos avisaban de algún taller de contabilidad que iban a organizar y yo siempre trataba de participar para adquirir algún conocimiento nuevo o reforzar algo que ya sabía. Los profesores siempre nos motivaban a asistir porque los temas eran buenos. A veces quienes dictaban eran los mismos profesores; otras veces eran alumnos que dominaban el tema. Por otro lado, recuerdo que los profesores siempre nos motivaban a investigar, a estar al día, a buscar prácticas profesionales. La Universidad de Lima nos formó para salir al mundo laboral y enfrentarnos a todo. Tenemos una formación de calidad y eso me ha ayudado a desenvolverme en todos los trabajos en los que he estado.