Universidad de Lima

El Cannes Lions International Festival of Creativity es el premio más importante que se entrega en publicidad a nivel mundial. En su última edición, la egresada de la Carrera de Comunicación, Adriana Miranda, obtuvo el Premio León de Bronce por un creativo proyecto de publicidad que le tocó liderar en la agencia Arco Publicidad, de Puerto Rico.

En la siguiente entrevista, Adriana comenta sobre esa campaña y sobre su vida en ese país centroamericano. Expresa, asimismo, que en la Universidad de Lima encontró excelentes maestros que le enseñaron sobre comunicación y la guiaron como persona.

¿Qué implicó para ti ganar el Premio León de Bronce?
Este bello proyecto implicó mucho esfuerzo de nuestra parte, tanto en ejecución como en planificación. Teníamos un plazo muy corto y logramos todo lo que nos propusimos. Me siento sumamente satisfecha por el resultado, es la primera vez que gano un León y me da mucha alegría haber formado parte de este proyecto.

¿En qué consistió el trabajo?
La misión era promocionar el estreno de un documental hecho en Puerto Rico, llamado Nuyorican Básquet, que estrenamos en el 2017. El documental cuenta la historia de la selección nacional de baloncesto de 1979 y de los Juegos Panamericanos que se realizaron en San Juan ese mismo año, los cuales se difundieron en aquella época a través del diario El Mundo, el más querido en Puerto Rico. Quisimos hacer algo especial para la fecha del estreno. En el 2017, El Mundo tenía ya 30 años fuera de circulación y nosotros decidimos traerlo al presente, imprimirlo por un día y repartirlo gratuitamente a las personas, para trasladarlas ilusoriamente a esa época de gloria del baloncesto en el país.

¿Cómo lo hicieron posible?
Reprodujimos exactamente su formato, con las noticias del 7 de julio de 1979, y en la portada promocionamos el documental que se estrenaría al día siguiente. También convencimos a grandes clientes, como KFC, Pizza Hut y Colgate, de publicar anuncios con el look y sus logos del 79. En la mañana del 7 de julio, distribuimos El Mundo en todos los semáforos alrededor de la isla, y todos se sorprendían gratamente.

Por coincidencia, el 2017 fue un año muy duro para Puerto Rico, debido al paso de dos huracanes muy potentes.
Exactamente. El 2017 fue un año terrible para Puerto Rico, debido a los huracanes Irma y María. Destruyeron la isla que conocíamos. Fue duro para las personas, para el comercio, los negocios en general y, por supuesto, también para la publicidad. Cuando pensábamos que tendríamos tiempo y tranquilidad para hacer el case study de la idea para competir, nos vimos sumamente afectados en la agencia, en todos los niveles. Aun así, con muchísimo esfuerzo y un gran trabajo de equipo, logramos terminarlo satisfactoriamente y enviarlo a los festivales locales e internacionales.

¿Cómo es el trabajo en equipo que se desarrolla en la agencia?
En Arco tenemos un grupo muy bueno, muy talentoso y un excelente ambiente de trabajo, así que la colaboración entre todos se da de forma natural, no es impuesta. Hay dos grupos con ciertas cuentas asignadas, pero eso no impide que un grupo cubra al otro o que cuando haya una licitación todos colaboremos para presentar un trabajo de excelencia.

Y fue lo que hicieron en este proyecto…
En el caso de El Mundo eso fue notorio. Absolutamente todos los creativos intervinieron en la ejecución. Logramos el permiso para usar el nombre del periódico en el último momento y tuvimos muy poco tiempo para terminar de diseñar, escribir e imprimir. Nos dividimos el trabajo: unos escribían, otros creaban anuncios, otros hacían diferentes páginas; el área de Cuentas intentaba vender los anuncios a nuestros clientes, Tráfico buscaba la forma de imprimir, Medios se encargaba de la distribución, etcétera. El día de la distribución, los veinte creativos estaban desde las seis de la mañana repartidos por Puerto Rico, sacando fotos y grabando videos para después hacer el case study. Esto habla mucho del compañerismo y de las ganas de hacer las cosas bien.

¿Han ganado otros premios por ese trabajo?
A nivel local, en el Festival Cúspide, logramos 4 oros y 2 bronces. Pero la culminación del esfuerzo vino con el León de Bronce en Cannes, el primero en la historia de Arco Publicidad. El año más difícil de los 19 años de la agencia fue también el más productivo en cuanto a premios, y eso nos llena de orgullo.

¿Cuál es tu función en la agencia y qué trabajos realizas normalmente?
Soy group leader, que en la práctica es ser directora creativa asociada o directora de grupo. Realizo campañas para Banco Santander Puerto Rico, Acura, KFC, Taco Bell, Pizza Hut, Warner Bros., Unilever, Don Q, iHop y otras compañías.

¿Cómo así llegaste a Puerto Rico y a Arco Publicidad?
Yo había venido de vacaciones a Puerto Rico un par de veces y surgió una invitación para trabajar en la agencia De la Cruz/Ogilvy como directora creativa asociada. Como en el 2002 la economía peruana estaba un poco paralizada, decidí mudarme. Creo que uno siempre debe vivir con miras a metas y retos, y este fue un reto más para mí, por eso decidí quedarme a pesar de extrañar Lima hasta el día de hoy. Soy de Brasil, pero considero el Perú como mi segunda patria. Llegué a los 16 años por un trabajo de mi padre, y me quedé a terminar mi carrera.

¿Cómo se encuentra el negocio publicitario a casi un año del paso de los huracanes?
Puerto Rico aún se está levantando de la destrucción causada por el huracán María y pienso que esto todavía afecta la industria. Todos tuvimos que aprender a pensar de otra forma y a encontrar nuevas maneras de realizar cosas que dábamos por sentadas. Ahora hay que tomar en cuenta este nuevo Puerto Rico al momento de hacer una campaña publicitaria.

Pero te va bien…
Muy bien. A De la Cruz entré en el 2002, como asociada, y en el 2006 asumí el puesto de directora creativa y logré llevar a la agencia a su mejor año creativo hasta el presente, gracias a un talentoso equipo de gente comprometida con la excelencia. Del 2008 al 2010 trabajé por cuenta propia, como freelance; y desde el 2010 soy parte de Arco Publicidad. Estamos logrando cosas muy significativas, liderados por Jonathan Díaz, quien es un excelente director creativo, muy talentoso y con hambre de hacer grandes cosas.

¿Qué trabajos habías realizado anteriormente en Lima?
En Lima, desde que me gradué, practiqué y trabajé en diferentes agencias. Antes de llegar a Puerto Rico estuve trabajando en BBDO Perú por seis años, con un grupo excelente de profesionales, con quienes mantengo amistad hasta el día de hoy. Ahí hicimos campañas para Pepsi, Frito Lay, Bayer, Wella, Banco Sudamericano, Repsol, Universidad San Ignacio de Loyola, RPP, entre otros. Ganamos algunos premios también, de la APAP, Toulouse Lautrec y otros a nivel nacional. Fue una época muy buena y productiva.

¿Por qué escogiste especializarte en publicidad?
Cuando tenía 12 o 13 años quería estudiar Arquitectura, porque me gustaba mucho la idea de imaginar algo y que luego se materializara. Pero al ver que implicaba tanto cálculo y tanta matemática, y reconociendo que no tengo un talento especial para los números [risas], me di cuenta de que quizás no podría llegar a ser una excelente arquitecta. Investigué sobre publicidad y me gustó mucho.

¿Qué recuerdos guardas de la Universidad de Lima?
Tengo un cariño muy grande por la Ulima y por los años que pasé en el campus. Todo me gustaba: las clases, los salones, los edificios, el sistema, las actividades extracurriculares, como música, deportes, hasta en un rally participé… mis compañeros y, por supuesto, los profesores. Mis maestros no solo me formaron profesionalmente, sino también como persona, enseñándome siempre con el ejemplo. Destaco al gran Chacho León, quien me hizo ver películas de otra forma, desde que aprendí el lenguaje de los medios; a Berta Paredes, la mejor asesora que pude tener para mi tesis de licenciatura; al inolvidable Domingo Piga, que nos enseñaba magistralmente cómo redactar un guion; a Lucho Velezmoro, tremendo formador de publicistas y de personas; y una mención especial para el querido Julio Hevia, cuya mente brillante y forma de ser nos marcó a muchos: su legado permanecerá siempre en los salones y en el campus de nuestra querida Universidad de Lima.