En el 2006, cuando Juan José Granda-Paseta, abogado por la Universidad de Lima, trabajaba para un estudio de abogados, recibió la propuesta de ingresar al mundo de la minería, en la empresa sudafricana Gold Fields, que opera la mina Cerro Corona de Cajamarca. Pese a que no tenía experiencia en ese rubro, no dudó en aceptar el reto y se fue a vivir a esa ciudad. Después llegaron su esposa Mariana y su hijo de 1 año, Juan Alonso. Más tarde ahí nació su segunda hija, Sofía.