12 de Mayo de 2012

Marca personal

Percy Vigil, licenciado de la Facultad de Ingeniería Industrial, encabeza al equipo responsable del crecimiento sostenido que experimenta el Centro Comercial Megaplaza desde su fundación. La trayectoria de Vigil es multifacética: ha construido una destacada carrera en el campo de la educación, ejerciendo la docencia en cursos de márketing por dieciocho años consecutivos. Él combina su labor como educador con sus funciones de gerente general de Megaplaza, presidente de la Asociación de Centros Comerciales del Perú y miembro del Consejo Consultivo de la Facultad de Ingeniería Industrial de la Universidad de Lima.

¿A qué te dedicabas antes de asumir la gerencia de Megaplaza?
Trabajaba como gerente general de Henkel, una transnacional alemana en el rubro de los productos higiénicos y de belleza.

¿Cómo llegaste a Megaplaza?
Ingresé a Megaplaza cuando aún era un proyecto del grupo Wiese. Actualmente llevo nueve años y medio ejerciendo el cargo de gerente general. Llegué cuando la idea del centro comercial empezaba a tomar forma. En ese momento el proyecto era una apuesta catalogada por muchos como de alto riesgo. En el año 2002 la industria no caminaba bien, y para la lógica del mercado era todo un reto imaginar que un negocio pudiese marchar fuera de las zonas tradicionales donde se pensaba que se encontraban los recursos económicos.

¿Podríamos decir que los inversionistas se estaban arriesgando a apostar por un perfil de consumidor desconocido o ignorado?
Era más la segunda opción, se trataba de un consumidor que la gente no quería ver. La zona norte es desde hace muchos años una zona de enorme potencial, es un mercado muy atractivo en cuanto a consumo. El potencial de la zona norte radica en los oficios que ejercen los pobladores que son en su mayoría pequeños y medianos empresarios.

Diseñamos el centro comercial con la mirada fija en nuestro público objetivo, por eso decidimos salirnos del diseño tradicional del mall con dos anclas y grandes corredores. Hicimos un mall abierto, con una plaza central donde se den todos los eventos y actividades, a la usanza de la cultura andina.

¿Cuáles son las proyecciones de Megaplaza?
Nuestros objetivos están orientados a utilizar la marca y el concepto Megaplaza para crear nuevas experiencias en otras zonas de Lima y del interior del país. Acabamos de abrir un strip center, que es una aglomeración de negocios de conveniencia que tratan de cubrir las necesidades de compra rápida, como una óptica, una tienda de electrodomésticos, un supermercado y un cine. Nos encontramos desarrollando un proyecto de centros vecinales y malls en Villa El Salvador, Cañete, Chincha y Chimbote. Este último tendrá una estructura muy parecida a la de Megaplaza de Los Olivos.

Queremos atacar Lima por los distintos flancos posibles, aunque tenemos que enfrentarnos al obstáculo que significa el incremento en el precio de los terrenos.

¿Cómo se inició tu relación con el negocio del retail?
Mi primer trabajo al terminar la universidad fue en la cadena Todos. Mi cargo fue el de administrador de una tienda. Fue una buena experiencia, tenía veinticuatro años y cincuenta personas a mi cargo. Tuve labores bastante definidas, un radio de acción limitado y responsabilidades sobre el resultado de los negocios. Este trabajo fue clave, me puso sobre la mesa algunos de los intereses que continúan guiando mi carrera como es el márketing. Después de Todos hice una maestría de márketing en ESAN.

¿Qué reto le siguió a la maestría?
Luego me desempeñé como gerente de galerías comerciales. Se trataba de un negocio con una lógica muy parecida a la de un centro comercial, diría que era su antecesor o su primo hermano. En el momento en que trabajé en galerías, el único centro comercial en Lima era Camino Real. La experiencia en galerías me marcó y me brindó conocimientos y habilidades que llevaría a Megaplaza y que ahí se terminarían de cuajar.

¿Cuáles son tus funciones en Megaplaza?
Durante ocho años fui gerente general, comercial y de márketing al mismo tiempo. Mis labores están dirigidas a gestionar adecuadamente el mall. Mi equipo y yo tenemos la responsabilidad de concebir una buena mezcla de tiendas y negocios a través del arrendamiento de los espacios. Nos centramos en generar un mix de negocios que sea de gran atractivo para el consumidor para que no solo compre más: nos interesa que regrese con mayor frecuencia.

Las buenas ventas se traducen en buenas rentas. Por ello, busco tener un consumidor satisfecho, un accionista contento y un equipo de trabajo motivado.

Antes se hablaba del Centro de Lima como el lugar donde podías encontrarlo todo. Megaplaza apunta, y está bien encaminado, a posicionarse como el centro de Lima Norte.

Creo que tú también tienes una mezcla particular, un pie en el mundo de la docencia y otro en los negocios. ¿De qué manera se retroalimentan la labor académica con tu carrera profesional?
La curva de la docencia es inversa a la de otras carreras. La experiencia que vas generando te da otro enfoque en el plano académico. La trayectoria profesional enriquece a las clases, las vuelve más dinámicas porque uno es capaz de aterrizar los conceptos a partir de casos de inversiones, márketing y planteamiento, y desarrollo de los diferentes proyectos. Nunca he tenido celo por compartir conocimiento, creo en la retroalimentación.

¿De qué manera consideras que tu trabajo como gerente se nutre de tu labor de docente?
El hecho de estar en la docencia me obliga a leer, a estructurar las cosas para que sean comprensibles para otros. Recuerda que al igual que en las maestrías, en el trabajo tienes que interactuar con personas de distintas formaciones, no puedes caer en el error de dar por sentado que sepan determinados temas. La docencia me ha enseñado a ser muy paciente y a tratar de ponerte en los zapatos del otro, en un proceso de comprensión.