26 de Junio de 2017

François Vallaeys dio conferencia sobre ética empresarial

El 15 de junio, en el Auditorio S, el consultor internacional en responsabilidad social universitaria, François Vallaeys, atendió al llamado del Círculo de Diálogo y Ética Empresarial, de la Carrera de Administración de la Facultad de Ciencias Empresariales y Económicas, para brindar a nuestros estudiantes la conferencia titulada “Ética en 3D para los desafíos empresariales de hoy. Virtud, justicia y sostenibilidad”.

“Desde la academia, afirmamos nuestra profunda convicción de convertir las instituciones educativas en verdaderas escuelas de ciudadanía”, dijo como apertura el rector de la Universidad de Lima, Óscar Quezada, quien insistió en la necesidad de que en nuestro país y el mundo ocurra “una revolución ética” que “recomponga los corazones, los reintegre comunitariamente y despierte un sentimiento profundo, cordial, de fraternidad con el otro y de cuidado con la Tierra”.

François Vallaeys empezó su charla reconociendo lo positivo que tiene el mundo contemporáneo: “Gracias a nuestros antepasados y a las ideas cimentadas en los últimos dos siglos, la esperanza de vida de la humanidad ha aumentado drásticamente... Vivimos en un mundo ligeramente más ético que el de hace dos siglos”.

Sin embargo, el modelo de organización de negocios que venimos aplicando es insostenible. De continuar el ritmo de deterioro del medio ambiente que tenemos hoy, explicó, habremos consumido dos veces y media la cantidad total de los recursos de la Tierra. Eso, sumado a otros problemas, como la mala distribución de la riqueza, hace que sea urgente “orientarnos rápidamente hacia una sociedad mundial ética y ecológica”.

“Existen cuatro poderes que deberían estar separados y equilibrados: el dinero, la ley, la ciencia y la publicidad”, señaló Vallaeys, quien especificó que el campo de acción de la responsabilidad social universitaria se encuentra entre el poder ético político y el poder científico político. 

Por último, Vallaeys planteó lo que considera debe ser una ética en tres dimensiones, que tome en cuenta de forma simultánea la ética personal, la ética pública y la sostenibilidad global, y que nos haga comportarnos de forma correcta como personas, sociedad y especie. Así, desde la Universidad, podemos plantear una gestión “saludable, solidaria y sostenible” de las instituciones educativas y alentar a otros sectores a adoptar un accionar similar que transforme profundamente sus procesos. “Si la responsabilidad social empresarial sigue aplicando los mismos modos de negocio, poco va a cambiar”, sentenció.