01 de Octubre de 2018

La especialidad municipal en el derecho

Elard Dianderas ama el vértigo y la adrenalina de su trabajo como abogado en el Estudio Muñiz. Es creativo y un buen estratega. De otra manera no podría resolver los problemas urgentes de sus clientes.

Estudió Derecho en la Universidad de Lima y ahora lidera en Muñiz el Área de Regulación Municipal y Autorizaciones. De hecho, es uno de los pocos abogados especializados en temas municipales que hay en nuestro país.

Su trabajo le exige estar disponible todo el tiempo para sus clientes, porque las emergencias —el cierre de un local, por ejemplo— se presentan en cualquier momento.

¿Cómo llegaste al Estudio Muñiz?
Llegué hace casi tres años, por una convocatoria abierta que hizo el estudio. Buscaba un asociado sénior para el Área Municipal. En ese momento yo trabajaba en Cálidda, en temas municipales, así que mi perfil se adecuaba perfectamente.

¿Qué tareas has asumido desde entonces?
Bueno, hubo muchos cambios casi desde que ingresé. A los seis meses que ingresé, Jorge Muñiz me planteó asumir la jefatura del área y yo acepté el reto. En todo este tiempo, la experiencia profesional ha sido muy enriquecedora. Nunca había conocido a un profesional como Jorge Muñiz, es como un tren bala que va, de lunes a domingo, a toda máquina. Cuando lo conoces, sabes por qué el estudio es lo que es.

¿Y cómo es?
Es el estudio más grande del país, con más sedes en el Perú. Tiene la mayor cantidad de abogados a nivel nacional y eso responde a la visión, disciplina y empuje de Jorge Muñiz, elementos también presentes en la mayoría de socios del estudio.

Te sientes bien trabajando aquí.
Me siento muy bien. Mi generación y las que vienen después de la mía suelen tener poca permanencia en las organizaciones, al año o a los dos años rotan a otro empleo. Yo considero que tendría que pasar una catástrofe para cambiarme de trabajo. Estoy muy identificado con la institución, con Jorge, con la dinámica de trabajo. Aquí tengo un aprendizaje constante.

¿Qué haces exactamente?
Formalmente, el área se llama Regulación Municipal y Autorizaciones. Nos enfocamos en el sector inmobiliario y las empresas que dan servicios públicos. En el tema inmobiliario, acompañamos a las empresas en la identificación de un terreno, evaluamos si este cumple con las condiciones requeridas para su negocio. Una vez validadas las condiciones legales, se procede con la compra y construcción. Entonces acompañamos al cliente en la etapa constructiva y en la autorización de la operación. En cuanto a los servicios públicos, muchas empresas requieren el apoyo del estudio para realizar diversas acciones, como colocar un cableado de telecomunicación, una red eléctrica y otros. Frecuentemente se presentan inconvenientes y nosotros los apoyamos en la tramitación de permisos y en la definición de la estrategia legal para afrontar cualquier procedimiento sancionador municipal, como una multa, por ejemplo.

Debes tener muchos momentos de estrés en que los clientes necesitan una solución con urgencia.
En esta área, como en la penal, hay mucho vértigo. Por eso en mi tarjeta de presentación coloco mi número de teléfono celular, a diferencia de otros abogados. Esto porque mis clientes pueden tener una emergencia en cualquier momento y yo necesito estar disponible. Un restaurante podría ser clausurado intempestivamente la víspera del Día de la Madre, lo cual demandaría una acción inmediata. El monto de la multa puede no ser significativo, pero el local se afecta comercialmente y en su reputación. Ese tipo de casos demanda acción inmediata y un acompañamiento hasta que el local se abra nuevamente.

¿Tienes mucho trabajo en tu área?
El estudio tiene una cartera diversa y amplia de clientes y todos los negocios se relacionan con las municipalidades, toda la industria tiene en algún momento un problema municipal que resolver. Por eso el trabajo es constante y a veces muy demandante.

¿Cómo manejas el estrés?
Practico deporte, voy al gimnasio de lunes a viernes y corro los fines de semana. Siempre he corrido y he practicado deportes. Cuando estaba en Cálidda y Luz del Sur, jugaba para la selección de fútbol de ambas empresas, pero luego tuve una lesión en el cuello y dejé el fútbol.

¿Cómo fue tu trabajo en Cálidda?
Fue interesante formar parte de un sector que en ese momento era innovador. Hoy, el gas natural es conocido, hay una mejor recepción por parte de las autoridades y población en general; pero cuando yo trabajaba ahí no era así. La relación con las municipalidades era complicada, había mucho temor por el gas. Cálidda tiene suscrito un contrato de concesión con el Estado peruano y debe levantar infraestructura para brindar el servicio en Lima y Callao. Pese a que el gas fue declarado de interés nacional, los municipios no daban la autorización para las obras y los vecinos tenían temor. Hubo que hacer un trabajo muy fuerte de sensibilización entre las autoridades y la población en general. Una vez que creció la empresa y las campañas de sensibilización calaron en la gente, todo se hizo más estable. Entonces busqué otro trabajo.

O sea que te gusta el vértigo.
Sí, totalmente.

¿Antes de eso trabajaste en Luz del Sur?
Sí, fue muy interesante y enriquecedor. La compañía estaba consolidada en el mercado, yo me ocupaba de temas administrativos y municipales. Esa fue mi primera experiencia profesional como abogado. Antes hice prácticas en el Estudio Rodrigo, Elías & Medrano, estuve ahí desde el sexto ciclo de la Universidad.

¿Te pareció muy duro trabajar y estudiar al mismo tiempo?
Sí. Pero fue igual cuando estudié la maestría. Esa combinación de estudios y trabajo es muy difícil en Lima, una sociedad poco amigable para transportarse. Fue duro, pero necesario. Un profesional más sólido es quien ha podido manejar la universidad y el trabajo en paralelo. Por otro lado, para los abogados lo mejor es hacer sus prácticas en un estudio de abogados, porque así comprenden la dinámica, porque tienen un jefe de prácticas que se encarga de su formación, aprenden a manejar la presión, a trabajar con grandes volúmenes de encargos y ven muchas especialidades de la abogacía, lo cual les ayuda a definir el norte de sus carreras.

¿Qué características personales te definen como abogado?
Perseverancia, disciplina y, además, soy buen estratega. Tomo decisiones bajo presión y de forma rápida, lo cual es indispensable en mi trabajo, pues no se cuenta con mucho tiempo para resolver una emergencia. Una mala decisión impacta no solo en el estudio, sino por supuesto en la empresa que represento. Aquí funciona mucho el trabajo en equipo.

No hay muchos abogados con tu especialidad.
No. No es común mi especialidad y este debe ser el único estudio grande que la tiene.

¿Cómo se ha desarrollado tu área desde que tú estás a cargo?
Al inicio éramos dos abogados y una asistente. Hoy somos ocho: seis abogados y dos practicantes. El área casi se ha triplicado.

¿Qué piensas de tu formación en la Universidad de Lima?
Los abogados de la Universidad de Lima somos muy bien vistos y valorados en el mercado, eso influye mucho en un proceso de selección laboral. La mayoría de los profesores de la Ulima son líderes en su especialidad, trabajan en los mejores estudios de abogados del país, escriben artículos en revistas especializadas, libros, etcétera. Yo comencé a practicar en el Estudio Rodrigo, porque un socio de ese bufete era mi profesor. Era un buen profesor y excelente profesional, que trabajaba en un estudio importante. Yo era estudioso y tengo muy buenos recuerdos de mi época de estudiante.