08 de Septiembre de 2017

Las ventajas de los intercambios

Su objetivo era ganar nuevas experiencias, enriquecer sus conocimientos y conocer otras culturas, y así sucedió. María Cristina La Rosa ingresó al Programa de Intercambio de la Universidad de Lima y así siguió estudios en la Universidad de São Paulo, en Brasil, y en la Universidad de París-Sorbona, en Francia. Ahora sigue un curso muy selectivo para preadmitidos en la Universidad Luigi Bocconi, en Italia.

En esta entrevista, nuestra egresada de Administración comenta su experiencia y aconseja a sus compañeros estudiar en el extranjero en algún momento.

¿Cómo lograste estudiar en la Universidad Luigi Bocconi?
Quise postular a la Universidad Luigi Bocconi de Milán porque está dentro de las diez mejores del mundo. Ahí tienen un curso para preadmitidos en la maestría, ese es el que voy a llevar. Se trata de un curso dirigido a estudiantes de universidades internacionales con grado de bachiller. Yo todavía no era bachiller en el momento en que postulé, pero aun así lo intenté, mandé mis certificados de notas, mi registro académico, mis papeles de inglés, todos mis certificados de estudios. Mi perfil les gustó y me dieron una vacante, entre las únicas ocho vacantes disponibles para América, incluyendo países como Estados Unidos y Canadá.

Pese a que no eras bachiller aún...
Sí. Me dijeron que era la primera vez que aceptaban a un postulante peruano en este curso y que eso era sumamente importante para ellos. Además, mi perfil les parecía muy internacional y consideraron que merecía la vacante. Estos estudios van a ser muy buenos para mi carrera.

Ya has participado antes en otros intercambios…
Sí, en la Universidad de São Paulo y en la Universidad de París-Sorbona. Escogí São Paulo porque es la primera en Latinoamérica. Entre los requisitos que exigían, había que pertenecer al décimo superior y participar en alguna actividad extracurricular, y yo cumplía ambos. Participaba en los talleres de danza de la Universidad e incluso representé a la Ulima en un concurso en Trujillo.

¿En qué consistían tus estudios en São Paulo?
Era un poco diferente a los intercambios que hay normalmente, porque no podía elegir libremente los cursos. Éramos 20 estudiantes y nos dieron un grupo de cursos para escoger, teníamos que estar prácticamente juntos siempre. A mí me pedían 8 cursos como mínimo, que era bastante, pero fue una linda experiencia, confraternizamos mucho y fue muy enriquecedor.

¿Qué asignaturas llevaste?
Llevé Sostenibilidad y Medio Ambiente. Llevé Mercado de Capitales, ahí aprendí que la bolsa de valores de Brasil es muy diferente a la peruana. También llevé Marketing de Lugares, un curso muy interesante, porque trabajas sobre una ciudad o un país como si fuera un producto. Seguí además Evaluación de Proyectos, Alianzas Estratégicas y Mudanza Organizacional. Este último curso es interesante porque se aplica cuando una empresa tiene que cambiar algo y es necesario pasar por todas las áreas, analizando impedimentos para generar el cambio.

¿Cómo hiciste con el idioma?
Llevé cursos en inglés y en portugués. Apenas me aceptaron, comencé a llevar clases particulares de portugués; no quedaba mucho tiempo, así que fue un aprendizaje intenso. Este idioma parece fácil, pero no lo es tanto.

Después estudiaste en París…
Sí. No era para alumnos de pregrado, sino de maestría. Allá se estudia solo tres años de pregrado y luego se sigue la maestría. Me aceptaron porque consideraron válidos mis cuatro años de estudios de pregrado y evaluaron mis notas en la Universidad de Lima y en la Universidad de São Paulo. Viajé a París a los meses de regresar de Brasil. Fue fuerte, también por el idioma, a pesar de que ya lo manejaba, porque la mayoría de cursos era en francés. Estudiar me tomaba el doble de tiempo.

¿Qué cursos llevaste en este intercambio?
Llevé tres cursos en francés y uno en inglés. Todos eran parte de Master 1, un curso orientado a las áreas de economía y finanzas. Eso me gustaba, ya que estando en Lima yo había practicado en el área de Finanzas del BCP y me gustó mucho.

Según lo que has podido observar, ¿qué resaltas de cada universidad por la que has pasado?
En São Paulo los estudios son personalizados, como acá. Los salones son de 30 a 40 alumnos y hay una relación cercana entre profesores y alumnado, se discuten muchos casos. En la Sorbona, en cambio, todo es muy estructurado y formal, casi todas las clases son magistrales, hay como 200 personas en un salón. Recuerdo que en la primera clase levanté la mano para preguntar algo y se me acercó la asistente del profesor para decirme que las preguntas se hacían al final y por escrito. Fue raro, pero genial. Todos aprenden de manera diferente.

¿Has seguido llevando cursos después de egresar de la Universidad de Lima?
Sí. No es lo usual, creo que ningún egresado se matricula después de haber terminado la universidad, pero lo hice porque el nivel de la Universidad de Lima es muy bueno y me interesaba complementar mi formación. Me inscribí en cursos que siempre quise llevar, como Derecho Comercial II, Herramientas Financieras y Fotografía.

¿Cómo has visto el trabajo que la Universidad de Lima realiza para apoyar a los alumnos en los intercambios?
Desde mi experiencia, puedo decir que me he sentido muy apoyada por la Ulima. Tiene un equipo de intercambio que asesora a todos los alumnos y los tiene presentes en todo momento. Por otro lado, me ayudaron para organizar mis documentos y me contactaron con personas que habían viajado antes que yo para recoger sus impresiones. La Universidad de Lima te orienta sobre lo que tienes que llevar al viaje, los cursos que debes tomar, etcétera. Toda la organización es excelente. Además, después de haber estado en prestigiosas universidades del mundo, sé que mi Universidad no tiene nada que envidiarles. Los trabajos que hice y mis profesores me han permitido competir con estudiantes del extranjero al mismo nivel, y siempre me ha ido bien, porque mi Universidad me dio las herramientas para hacerlo.

¿Qué podrías comentarles a los alumnos que ahora están en pregrado?
Que deben ir de intercambio, viajar y aprovechar todas las oportunidades de estar en una universidad extranjera. Los amigos que hagan serán futuros empresarios y juntos pueden armar proyectos. Son oportunidades únicas que nos da la Universidad de Lima y hay que saber aprovecharlas. Yo ya tengo varias propuestas de trabajo en Lima; todo lo que he estudiado me ha servido.