02 de Agosto de 2017

Un impulso a la producción en el país

Soraya Altabás Kajatt lleva poco más de un mes como secretaria general del Ministerio de la Producción (Produce), donde brinda soporte a las actividades que potencian la pesca, las mypes y las industrias de nuestro país. Ella es egresada de la Carrera de Derecho de la Universidad de Lima, y ahora nos comenta sobre su labor y su experiencia en el sector público.

¿Cuál es tu función como secretaria general de Produce?
En todos los ministerios, la secretaría general se encarga de los sistemas administrativos del Estado. Somos el apoyo para todas las direcciones de línea. Aquí, en Produce, nos ocupamos de la pesca, las mypes y las industrias, porque este ministerio surge de la fusión de lo que eran el Ministerio de Pesquería y el de Industrias. Me encargo de todo lo referente al presupuesto, al personal, la tesorería, la contabilidad, los recursos humanos, la transparencia, entre otros temas.

Son muchos temas que debes organizar, ¿qué es lo más importante para hacer bien tu trabajo?
Es indispensable tener un buen equipo de personas de confianza, a quienes puedas delegar ciertas tareas. Y, por supuesto, supervisar bien.

¿Cómo describirías tu día a día?
Con muchas reuniones. Hay varias de comisiones internas, de modo que me reúno con mis directores, despacho con el ministro, hago coordinaciones con viceministros, etcétera. Prácticamente desde que llego, a las ocho de la mañana, hasta que salgo, a las ocho de la noche, llevo a cabo coordinaciones.

¿Qué esperas lograr al término de tu período como secretaria general?
Quisiera lograr una buena gestión de apoyo para todas las direcciones y órganos de línea, pero también me gustaría ser recordada con cariño. Eso he logrado en los anteriores lugares donde he trabajado. Hay que tratar de dejar una huella positiva por donde uno pase y también hacer una buena gestión.

Produce es un ministerio importante para la reactivación del país, ¿verdad?
Exacto, es muy importante dentro del plan de reactivación económica del país, porque tienes a las mypes en crecimiento, están los centros de innovación tecnológica, los centros de desarrollo empresarial, etcétera. Hay muchos programas muy buenos que vamos a desarrollar… Estamos empujando el carro.

¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
Todo. Me encanta mi trabajo. Pero la verdad es que siempre me han gustado todos mis trabajos. Sin embargo, no caigo en eso de trabajar todo el tiempo. Si bien a veces lo hago sábados y domingos, siempre busco el equilibrio entre mi trabajo y mi familia. Tengo un hijo pequeño y me reclama, así que trato de compatibilizar. Si te sabes organizar y tienes un buen equipo, todo funciona de maravilla.

¿Tu experiencia laboral ha sido siempre dentro del sector público?
Sí, salvo en el 2012, cuando estuve en la Cooperación Internacional. Pero incluso ahí estuve vinculada al sector público. Conozco sus debilidades y fortalezas.

¿Recuerdas cuál fue tu primer trabajo?
Fue en la Comisión Andina de Naciones, hice prácticas en el tema de legislación de propiedad intelectual dentro del Acuerdo de Cartagena. Aunque era una práctica, lo considero mi primer trabajo. En el último ciclo de la Universidad también trabajé como secretaria del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA).

De todos los cargos que has ocupado, ¿cuál es el que más te ha marcado?
Mi trabajo en el Congreso de la República, sin duda. Ahí ingresé a la vida política. Estuve como asesora durante seis años. Me gustaba sobre todo cuando sustentábamos proyectos de ley, corría mucha adrenalina en esos momentos. Yo era la asesora de la Comisión de Defensa, pero me había iniciado como asesora del doctor Alfonso Cerrate.

¿Cómo llegaste a trabajar ahí?
Cerrate fue mi jefe en el INIA, y cuando fue elegido congresista me llevó con él para ser su asesora. Él fue el primer congresista que falleció en ejercicio, y entonces me llamó la congresista Martha Chávez, me dijo que tenía muy buenas referencias de mí y me propuso ser asesora de la Comisión de Relaciones Exteriores. Después de eso, pasé a la de Defensa Nacional y Orden Interno.

También has trabajado en la lucha contra la corrupción. ¿Cómo te fue?
Eso fue en el gobierno de transición, después de la caída del ex presidente Alberto Fujimori. Se me abrió entonces la oportunidad de ocupar un puesto en la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), como oficial de programa en el tema de relaciones civiles militares. Ahí entré a un proyecto sobre reforma del sistema de justicia. En el 2012 me invitaron a la Contraloría General de la República, donde estuve como supervisora, luego como gerente de cooperación técnica de internación y después como encargada de la gerencia de prevención de lucha contra la corrupción.

¿Qué labores cumplías?
Estuve como directora del Programa Umbral Anticorrupción, un proyecto estadounidense. Yo apoyaba a todas las entidades vinculadas a la lucha contra la corrupción: Poder Judicial, Ministerio Público, Contraloría General de la República, etcétera. Pero mi mayor reto fue cuando fui secretaria general de la Comisión de Alto Nivel que organizó el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en el 2008. En ese tiempo, el Perú asumió la presidencia y organizó 147 reuniones. Tuvimos 6 sedes a nivel nacional, fue un reto impresionante y todo funcionó a la perfección.

¿Dirías que tienes una gran capacidad de organización?
Me parece que supimos hacer las cosas como equipo. Además, fue la primera experiencia que tuvimos en una organización de este tipo. Todos los delegados se fueron muy contentos y me siento orgullosa de eso, porque ahí se sentaron las bases para que el Perú pudiera volver a organizar APEC en el 2016. Fuimos de 130 a 140 personas, funcionando en un engranaje perfecto.

¿Cuál consideras que es tu principal fortaleza?
La perseverancia. Me propongo algo y no paro hasta que lo consigo. También soy tolerante y me gusta establecer relaciones horizontales, bajar al llano y meterme en el tema. No me gusta que me vean como alguien de arriba. Mis relaciones son muy horizontales y nunca pierdo de vista la perspectiva.

¿Cómo fue tu etapa universitaria?
Fue la mejor época de mi vida, me encantaría volver a la Universidad. La promoción hasta ahora sigue unida. A los profesores los recuerdo con mucho cariño. A mí me enseñaron maestros como Carlos Fernández Sessarego, Carlos Torres Lara, entre otros. Algunos ya no están, pero son profesores que me marcaron.

También fuiste docente en la Universidad de Lima. ¿Qué enseñabas?
Enseñé desde 1992 hasta 2007, pero tuve que dejar la docencia con el dolor de mi alma. Empecé como jefa de prácticas de Derecho Minero y luego enseñé Derecho Civil I. Luego me casé, tuve a mi hijo y ya no pude seguir. Además, coincidió con la organización de APEC. Traté de acomodar mis horarios, pero se me complicaba demasiado, además de que empecé a viajar mucho por el trabajo. Pero enseñar fue una experiencia fantástica.