Universidad de Lima

La muerte es, para algunos, el paso a una dimensión desconocida; otros piensan que se trata solo del fin de la existencia. Al dolor del alma y sus procesos le llamamos duelo, es el tránsito de sanación espiritual que comienza en la aceptación. Pacamambo nos invita a mirar dicho trance inevitable de la vida desde los ojos y la inocencia de un niño. Esta obra del escritor, actor y director de teatro canadiense Wajdi Mouawad se presenta en el Centro Cultural de la Universidad de Lima bajo la dirección de Rocío Limo y Vera Castaño, quienes comparten en esta entrevista detalles de la puesta en escena.

¿En qué historia nos envuelve Pacamambo?
Rocío Limo: Nos cuenta las aventuras de Julia, una niña de 12 años, quien después de perder a su abuela decide jugarle una broma a la muerte para que vuelva y le pueda decir que no tiene derecho de llevarse a las personas que más amamos. La pequeña tiene como aliado a su travieso e incondicional perro Gordo.

Hablar de la muerte y sus misterios a los niños es realmente arriesgado, ¿cómo abordaron un tema tan delicado?
Vera Castaño: Hablamos del proceso del duelo desde un lugar lúdico y poético. Sin duda fue un reto, entendimos que los niños y las niñas quieren que les digan la verdad y se les hable con respeto valorando sus opiniones. En Pacamambo también exploramos temas de derechos humanos, discriminación, prejuicios y más.

¿Cuál sería el mensaje principal de la obra?
Rocío Limo: El mensaje es claro: valorar el tiempo y los momentos con nuestros seres queridos, porque será eso lo que justamente la muerte no se podrá llevar. Les decimos que lo más importante es la vida, y que para disfrutarla debemos estar rodeados de amor, amistad, recuerdos, aventuras. Es una obra familiar, depende mucho de qué edad tengas para que la obre te hable a diferente nivel.

Cuéntennos su experiencia en el Centro Cultural de la Universidad de Lima.
Vera Castaño: Ya estamos en la tercera semana, han sido dos meses y medio de ensayos. El proceso y la sinergia con la producción es increíble, fue súper emocionante ver el esfuerzo y la dedicación del equipo del Centro Cultural de la Ulima. En escena tenemos música, coreografías, animación de videos, una excelente parte técnica. Todos nos hemos involucrado con la aventura desmitificando un poco lo que se piensa del teatro infantil. Esta obra nos planteaba el reto de abordar un tema tan necesario, importante, de una manera delicada.