25 de Julio de 2019

Fuerza y resistencia en el agua

Julio Alzamora practicaba natación, pero le aburría nadar sin un objetivo, así que terminó abandonando el deporte. Sin embargo, el día que conoció el waterpolo, nunca más dejó la piscina y ahora competirá con la selección nacional en los Juegos Panamericanos Lima 2019.

Considera que el waterpolo le ha permitido desarrollar disciplina y le ha enseñado los valores del trabajo en equipo. También lo entrena en responsabilidad, ya que combina los entrenamientos diarios con sus estudios de Administración en la Universidad de Lima.

¿Cuáles son tus expectativas para los Panamericanos?
Esta es una buena selección, tenemos muy buen equipo y estamos jugando mejor que antes y más unidos. Confío en que vamos a tener un buen desempeño y en que jugaremos lo mejor que podamos todos los partidos.

¿Cómo se lleva el equipo?
Todos somos muy unidos, nos llevamos bien y nos apoyamos.

¿Ya conoces el lugar donde vas a competir?
Sí, nos toca competir en el Complejo Deportivo Villa María del Triunfo, que está muy bien acondicionado. Pero normalmente entrenamos en Campo de Marte.

¿Practicas waterpolo desde que estabas en el colegio?
Primero hacía natación con mis amigos del colegio, pero me aburrí y lo dejé. Un día me dijeron que ellos también se habían aburrido de nadar y que por eso se estaban pasando a waterpolo, así que me animaron a que practique ese deporte. Decidí probar y me gustó; ahora estoy con uno de esos amigos en la selección nacional. Aparte, entreno en el Club Regatas y en la selección somos como 6 del club.

¿Qué te gustó del waterpolo cuando recién empezaste a practicar?
Desde un inicio me gustó todo de ese deporte: el ritmo, la competencia en equipo, el hecho de nadar con un objetivo, etc. Los campeonatos me parecían excelentes. Este es un deporte de contacto. A veces los árbitros no ven lo que ocurre bajo el agua y te cae un golpe sin que lo noten; esa es una particularidad de este deporte. De hecho, no es muy conocido en el Perú, pero en otros países a la gente le gusta bastante.

Los nadadores suelen entrenar de madrugada. ¿Cómo te iba con ese horario?
Durante el colegio entrenaba en las madrugadas y llegaba al colegio como a las 10 de la mañana, con un permiso especial. Después iba a mi casa a dormir un poco. Estuve así desde que entré a la selección nacional, cuando estaba en cuarto de secundaria. Desde ese momento me pareció muy complicado combinar deporte con estudios y, cuando ingresé a la Universidad, ya no podía dormir en el día, pero he aprendido a llevar este ritmo.

¿Ahora sigues entrenando de madrugada?
Ahora es diferente: entreno al mediodía y en las noches; por eso, tengo que armar mis horarios de clases de tal manera que no se crucen con los entrenamientos. Felizmente, la Universidad de Lima siempre me ha dado las facilidades para hacerlo; por ejemplo, me han ayudado cuando a veces he necesitado una ampliación de vacantes para poder cumplir mis horarios de entrenamiento. Incluso este ciclo, aunque procuro estudiar en el día y entrenar en las noches, como me pusieron los entrenamientos a las 12 del día, pese a que organicé mi horario en base a eso, hubo un día que tenía que salir de una clase 30 minutos antes para entrenar y no tuve problema.

¿Cómo llegaste a formar parte de la selección nacional?
A inicios de año se llevó a cabo un campeonato nacional y de ahí salió una preselección de waterpolo, de aproximadamente 30 jugadores; luego se realizó el campeonato nacional sub-20, tras lo cual se seleccionó a 15 jugadores; y después quedó la selección de 11 jugadores con 2 suplentes.

¿Cómo son los entrenamientos?
Los entrenamientos incluyen natación, por supuesto; esa es la parte que menos me gusta. Pero también vamos al gimnasio y entrenamos con ligas o bolas con peso en el agua; hacemos entrenamiento técnico, tiros, tácticas, jugadas; y, claro, también jugamos. La piscina donde entrenamos tiene 3 metros de profundidad.

¿Han tenido oportunidad de entrenar fuera del Perú?
Hemos hecho algunos viajes de entrenamiento últimamente, muy provechosos. Este año fuimos a Brasil por 20 días, porque ese país es el mejor de Sudamérica en waterpolo. Hemos jugado contra los mejores clubes de ahí y regresamos hace una semana. Aparte, con el waterpolo he podido conocer varios lugares, como Chile, Argentina, Colombia y Estados Unidos, adonde hemos ido como cuatro veces.

¿Qué te ha enseñado el deporte?
Muchísimo, no solo en lo físico y en lo relacionado al waterpolo, específicamente; también me ha dado grandes amigos y la oportunidad de conocer distintas culturas de diferentes países. He desarrollado mucha disciplina para entrenar todos los días sin descuidar mis estudios y me ha permitido comprender y valorar el trabajo en equipo.

¿Cómo te va en la Universidad de Lima?
Estudio Administración y me va bien; me gusta bastante la Universidad. Paso a cuarto ciclo y los cursos en que mejor me ha ido son Matemática Financiera y, en primer ciclo, Psicología. Por otro lado, si bien en la Universidad no hay un equipo de waterpolo, sí hay uno de natación, y en ese compito. Representé a la Ulima en un campeonato nacional el año pasado, en el que gané la medalla de bronce en 50 metros libres y la de oro en postas.