31 de Diciembre de 2019

Entre las finanzas y la responsabilidad social

Jeanisse Olazábal ha tenido la oportunidad de enlazar el tema financiero con el de responsabilidad social y siente una gran satisfacción por ello. Trabaja en HMC Capital, como gerente de Riesgos, y se encarga de recibir dinero de unas organizaciones para dar préstamos a otras, con la condición de que se fijen metas de sostenibilidad.

Ella estudió Economía en la Universidad de Lima, donde forjó un gran grupo de amistades y una red de contactos que valora mucho. Ahora, en sus tiempos libres, juega vóley y compite en torneos de liga.

¿Desde cuándo estás en HMC Capital?
Estoy acá desde hace más de cinco años. Entré cuando recién se creó esta empresa, para arrancar con todo y desde cero: los manuales, las políticas, todo. Este fue el primer fondo de deuda del Perú. Los fondos que había en esa época eran muy específicos, de factoring o de equity, así que era un reto muy importante. Nos planteamos dos desafíos: en primer lugar, desarrollar el mercado de capitales y, en segundo lugar, invertir en los ratings institucionales en los que las AFP no invertían. Nuestra intención era invertir en los riesgos más altos, desde el triple B local hasta el A+ local. En ese nicho están las empresas medianas que hoy solo atiende la banca, pero en el mercado de capitales no tienen quién las compre.

¿Cómo fueron esos inicios?
Yo ingresé acá por mi experiencia en análisis crediticio, y comencé desarrollando las metodologías de rating interno; veía el proceso de análisis de crédito, los procedimientos, inclusive el código de ética. Además, ya que un fondo de inversión es un intermediario financiero, pues le dan plata y también presta, empezamos a visitar a los inversionistas potenciales y, finalmente, cerramos el fondo con las AFP, con la ONP y el IFC del Banco Mundial. En este último caso, el desafío era muy grande, porque ellos tienen políticas muy estrictas y nos hicieron incluir el tema de sostenibilidad y responsabilidad en las empresas. Si bien yo tenía un background de riesgo crediticio, no sabía de estos temas, y ahora es lo que más me apasiona.

¿De qué manera incluyen estos temas de sostenibilidad en lo financiero?
Nos enfocamos en prestar dinero a las empresas para que crezcan, pero también para que sean sostenibles en relación con el medio ambiente, sus trabajadores y la sociedad. La idea es que establezcan políticas de gobierno corporativo. Constantemente, estamos fortaleciendo nuestras metodologías de rating interno de estos componentes a los que se llama ASG: ambiente, sociedad y gobierno. Todo este trabajo ha hecho que marquemos la diferencia. El fondo salió en febrero de 2015. Llegamos a invertir en 11 empresas a las que nadie prestaba e hicimos que mejoraran en todos sus aspectos de responsabilidad social, ya que acordamos ciertas metas que debían cumplir, y lo hicieron todo, así que ganaron todos: las empresas y la sociedad. Ahora estamos en el proceso de sacar un segundo fondo, y el BID se ha incluido para seguir reforzando el tema de sostenibilidad.

¿Cómo tomaron las empresas las metas que ustedes les pedían?
Esto ha sido un proceso educativo. Valgan verdades, las empresas fueron reacias en un primer momento, pero por desconocimiento. Cuando les explicas qué ganarían y cómo esto iba a perdurar en el tiempo, todo cambió. La sostenibilidad te ayuda a identificar tu grupo de interés, tus riesgos con tu grupo de interés, y eso te ayuda a evitar contingencias que más adelante repercutirán en tus ventas y estados financieros. Cuando explicas todo eso, entonces toman conciencia. De esta manera estamos aportando un granito de arena al país.

Y a ustedes, como empresa, ¿cómo les ha ido?
Muy bien. Administramos 15 millones de dólares. Y me llena de satisfacción lo que estamos haciendo: poder enlazar el mundo de las inversiones y las finanzas, que me apasiona, con el hecho de ayudar a las empresas a crecer responsablemente. Es fantástico.

Antes de venir acá, ¿dónde trabajabas?
En el BBVA. Estuve tres años en Fondos Mutuos y después en el segmento Empresa. Previamente estuve un tiempo muy corto en el Ministerio de Economía y Finanzas, en un programa de gobierno corporativo para las empresas del Estado, financiado por el BID, muy interesante. Veía a las empresas del Estado que están bajo el Fonafe y fortalecía sus procesos de gobierno corporativo. Me tocó trabajar con Petroperú. Ahí, primero nos ocupamos de la manera de instalar un área de Gobierno Corporativo, que fijen sus políticas, un programa de evaluación 360 grados, etcétera. Y antes de eso estuve en Equilibrium, una clasificadora de riesgo que ahora es Mudis, donde llegué a ser miembro permanente del Comité de Clasificación. Ahí aprendí el proceso de análisis para hacer una clasificación de riesgo. Antes de eso trabajé en el Banco Santander, donde comencé a hacer prácticas, y luego me contrataron, y aprendí muchísimo. La verdad es que hasta el día de hoy sigo aprendiendo. El aprendizaje es un proceso que nunca acaba y siempre nos enriquece.

¿Cuáles de tus cualidades personales han aportado más a tu carrera profesional?
La primera es la perseverancia. Además, tengo bastante paciencia. No me rindo, no pateo el tablero, tengo buen carácter y soy empática, lo cual me favorece para llegar a la gente. Eso es muy útil en riesgos, porque la mejor manera de analizar es conocer a la contraparte. Si caes mal o no generas confianza, no te van a abrir las puertas. Y yo necesito internarme en las empresas y trabajar con mucha gente, por el tema financiero y de sostenibilidad.

¿Cómo te fue en la Universidad de Lima?
La Universidad me encantó. Mi grupo de amigos es muy fuerte y la red de contactos que pude hacer ahí ha resultado muy valiosa también. Tengo profesores a los que me he encontrado en diferentes momentos de mi carrera, y eso me ha dado mucho gusto. En el futuro me gustaría enseñar. He tenido esa experiencia en una universidad y me ha gustado; quisiera retomarla cuando tenga más tiempo.

¿Qué haces ahora en tus tiempos libres?
Juego vóley en el club HV, que es muy bueno. Entreno dos veces por semana y me encanta, porque siento que me desfogo y me lleno de energías, así que ese tiempo de deporte es sagrado para mí, lo cuido más que mi almuerzo [risas]. Jugamos partidos en la liga, así que nos esforzamos mucho. En la Universidad no jugaba vóley, pero sí fútbol. Aparte de eso, acabo de terminar mi maestría. Siempre he sido muy activa.