Sumilla:
Este proyecto, en principio planificado para ser llevado a cabo en dos años, se abocará a investigar los principales factores sociales y culturales que permitan comprender el fenómeno de la corrupción en nuestra sociedad. Asimismo, se examinará qué elementos de la cultura vigente favorecen o predisponen la tolerancia y la práctica de actos corruptos, abordándose también los modos en que las principales instituciones (organismos públicos, familias, empresas, etc.) fomentan o reprimen las normas que alientan o toleran las
conductas corruptas. La corrupción, entendida como el uso del poder y de los cargos públicos con fines personales, constituye un acuciante problema nacional que reclama propuestas de solución. Una encuesta del año 2003, realizada en el Perú para el Instituto Pro-ética, presenta resultados elocuentes con respecto a nuestras instituciones: 74% de los entrevistados consideraron al Poder Judicial como la entidad más corrupta, seguida por la Policía Nacional (71%), el Congreso (49%), el Gobierno Central (47%) y las Municipalidades (34%). Tampoco los Gobiernos Regionales, las Fuerzas Armadas y los partidos políticos quedaron muy bien librados en la percepción de la ciudadanía. No existen elementos de juicio para sostener que la situación haya cambiado en la actualidad; más bien, parecería que el fenómeno de la corrupción se ha agravado y que sus tentáculos amenazan cubrir el escenario peruano con un proceso de metástasis.
Los estudios teóricos que en el plano nacional existen sobre la corrupción, si bien son interesantes, pueden ser calificados cuantitativa y cualitativamente de insuficientes. De ahí que sea imperativo profundizar en el “estado de la cuestión” e incluir, con ánimo de esclarecimiento, las principales teorías y enfoques sobre el tema, a fin de obtener un balance crítico tanto en lo que respecta a sus logros y limitaciones como a sus posibilidades de aplicabilidad en nuestro medio. Esta será la tarea de la primera etapa de la investigación. Considerando que los aportes empíricos sobre la corrupción son todavía más escasos en nuestro país, el proyecto contempla, en una segunda fase, la realización de un trabajo de campo en el que puedan someterse a contrastación algunas de las posiciones o tesis alcanzadas en la investigación teórica.
