21 de Julio de 2016

Camilo Fernández presentó libro en la FIL

El 20 de julio, en el Auditorio Ciro Alegría de la XXI Feria Internacional del Libro de Lima, el Instituto de Investigación Científica (IDIC) y el Fondo Editorial de la Universidad de Lima presentaron el libro Interculturalidad y sujeto migrante en la poesía de Vallejo, Cisneros y Watanabe, de Camilo Fernández Cozman. Una publicación que, a través de la poesía, busca responder si, por ejemplo, es posible un mundo sin el diálogo fructífero entre las distintas culturas que pueblan el planeta. Los comentarios en esta ocasión estuvieron a cargo de los críticos literarios Eduardo Lino y Paul Guillén.

Metodología creativa 

Lino afirmó que “Fernández Cozman amalgama de manera acertada la rigurosidad académica que demanda la comunidad universitaria con la creatividad que no solo es característica del artista. Así, en sus diversos ensayos procede a reescribir e interpretar la unidad de todo el poema en sus dos dimensiones: res y verba. Ello, insisto, lo encontraremos en todas sus publicaciones y con toda claridad en su nuevo aporte: Interculturalidad y sujeto migrante en la poesía de Vallejo, Cisneros y Watanabe. Se ha mencionado que la flexibilidad metodológica es una de las características de los trabajos del autor, a ello hay que sumar su rechazo al lugar común y su indagación por diversas propuestas teóricas”.

También manifestó que Fernández señala que la poesía intercultural se evidencia en cuatro niveles, de los cuales toma tres de Ángel Ramos: la lengua, la estructuración literaria, la cosmovisión; y añade un cuarto elemento: estructura figurativo-simbólica. Con ello —sostuvo Lino— el investigador de la Universidad de Lima lee la poesía de Vallejo, Cisneros y Watanabe como la manifestación de un diálogo dinámico entre distintas culturas en el cual se articulan la aclimatación, la mutua plasticidad y la originalidad.

Finalmente, fue enfático al sostener que “sin duda, la Universidad de Lima acierta notablemente al publicar esta investigación de uno de sus docentes más connotados. A todas luces este libro se convertirá en un clásico en el fructífero campo de los estudios de la poesía peruana contemporánea”.

Nuevos acercamientos analíticos 

En su turno, Guillén comentó que, luego de terminar de leer el nuevo libro de Camilo Fernández, le quedan en la memoria nuevos enfoques que el crítico apunta como posibles caminos para sus próximos acercamientos analíticos. Uno de ellos es el análisis de los medios masivos, pues en las páginas de su obra el autor señala que van a cumplir un papel esencial y convertirán a la sociedad en algo más complejo y caótico. También resaltó que el docente de la Universidad de Lima se pregunta cómo utilizar estos medios masivos creativamente para emanciparlos, y dijo que la respuesta era una tarea contemporánea para las actuales escrituras realizadas en blogs, Twitter o Facebook, donde la inmediatez, la brevedad y la frescura son las máximas de aquel tipo de escritura.

Otro enfoque que resaltó Guillén fue “el análisis de la poesía a partir de los aportes de la retórica cultural, un método crítico que Fernández Cozman ha empleado en su libro sobre Vallejo y en sus análisis sobre Las Alturas de Macchu Picchu, de Pablo Neruda. Asimismo, el crítico literario resaltó que “este nuevo libro plantea un método de análisis que proviene de la retórica general textual, la retórica argumentativa y la pragmática literaria, pero engarza estos alcances con otros conceptos provenientes de la antropología o la sociología de la literatura, como poesía intercultural o sujeto migrante”.

La antropología del poema 

Por último, llegaron las palabras de Camilo Fernández, quien admitió que uno de los grandes problemas a los cuales se enfrentó fue el prejuicio que se tenía en torno al análisis de poesía. “Siempre se ha pensado que la sociología de la literatura, y los estudios que tienden a relacionar la serie literaria y la serie social, se deberían centrar en la narrativa y no tanto en la poesía”, dijo. Luego añadió que, entonces, una de sus metas consistía en poder convencer al lector de que la poesía se puede analizar como se puede analizar la narrativa. “Muchos me decían que la poesía no se podía analizar, que no se presta al análisis sociológico y cultural, salvo algunas excepciones, y quise desmitificar esa idea. Y a partir de esta concepción llego a la antropología. La idea era hacer una especie de antropología del poema, si cabe el término”, explicó.